
Por Graciela Guerrero Garay Nunca he estado en la selva ni he visto un gorila auténtico, pero no tengo ni un ápice de dudas de que el traje de GORILA le encaja a la perfección a Roberto Micheletti, el hombre que se ha convertido en el corto tiempo de tres meses en el ser más repudiable de la tierra, en el año 2009 del siglo XXI. ¿Se han fijado ustedes como le ajusta el traje a la medida? Creo que este disfraz puede muy bien marcar en los records Güines como la mejor caricatura, facsímil, montaje, fotografía, acuarela, infografía o la técnica que se quiera dentro del mundo de la imagen. Observe bien y me dará la razón. Es un GORILA. Hasta uno se convence que a un verdadero mono antropomorfo le han colocado la cara de este ladrón de libertad y democracia, y no que a un hombre le han puesto la peluda y repugnante piel de un ejemplar de esta especie. Es perfecto. Para más, no hay una sola palabra de la definición que traen los diccionarios que impida decir: cierto, ese es el sanguinario y dictador ilegal que ahora mismo en Honduras está llenando todas las calles de Tegucigalpa de horror y sangre.