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Balcón del Oriente, Cuba

Balcón del Oriente, Cuba

Feliz Año Nuevo 2007

·        Más amor, cero guerra y más hermandad

Por Graciela Guerrero Garay

Faltan horas para que el mundo estrene un nuevo almanaque. 2007 abre sus doce pétalos a la vida y cada terrícola piensa y pide deseos de prosperidad para sí y su familia, pero falta más. La familia debe ser el mundo.

Todos, sin mirar credos ni tendencias políticas, sin contar la fortuna o los manjares que se lleven a la mesa. Cada vez hace falta más humanidad. Y no para crecer en cifras que delaten que en un minuto aumenta la pobreza y los ricos amasan la tranquilidad de millones, sin pensar en el pan que tiene derecho a comer cada día el más sencillo y humilde de los hombres.

No podemos salvar la tierra con la guerra. Hay que multiplicar la paz y las cosechas. Hay que acabar con la discriminación, el desempleo, la fobia a la libertad de los pueblos que piensan en los hambrientos y no en las cuentas de crédito de los millonarios. Hay que abogar por la decencia que enaltece a la justicia y defiende la existencia de los niños.

El nuevo año debe ser una canción de hermandad. El éxtasis de amor que merece el universo y la naturaleza de la raza. Los que luchan con fe por el bien común deben ser escuchados. El egoísmo hay que desterrarlo y compartir más la inteligencia que une y salva, que prospera y multiplica la energía que valida la razón, la alegría y convierte en hecho que el sol nace para todos.

Desde aquí, en el Balcón del Oriente, Las Tunas, una ciudad de puertas abiertas, en Cuba,  llegue a todos los cibernautas del mundo un abrazo de fe, altruista y humano, solidario, con la esperanza y la certeza de que el 2007 puede ser mejor. De nosotros depende. Brindemos por ello desde el corazón de la sonrisa para que se alejen para siempre el llanto, la violencia y el belicismo que humilla y mata.

Hagamos la ronda de las buenas ideas. Unamos las manos, que todas son iguales, desde el polo norte hasta el sur y viceversa. Más amor, ese es el remedio y no lo tiene otro, está en cada quien y en todas las conjugaciones verbales de los diccionarios.

Feliz Año, FELICIDADES. Salvémonos en el primer instante del nuevo amanecer. Ese es el regalo que espera el planeta. Echemos a andar.

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