Blogia
tugrace

¡Feliz Año Nuevo, hermanos todos!

¡Feliz Año Nuevo, hermanos todos!

 

 

Por Graciela Guerrero Garay

 

Es difícil escribir hoy un mensaje de paz, amor, cordura, hermandad, respeto… Huele a retórica abogar a los menos que tiendan sus manos francas a los más… Simula ingenuidad evocar que acaben los odios, las enfermedades, la contaminación ambiental, las armas nucleares, la injerencia extranjera, el hambre, la miseria, la hipocresía… Es imposible cerrar de un golpe la caja de Pandora y cantar con el alma, TODOS los millones que somos humanos, esa canción que un día ganó al mundo con SOMOS el MUNDO.

 

Pero estamos vivos… enhorabuena somos alrededor de 6,8 mil millones de seres humanos sobre la tierra, que nacimos iguales, llorando, que crecimos iguales, gorjeando, gateando, cayéndonos y levantándonos… ¿Por qué marcar, pues, tantas diferencias? No existen, la creamos nosotros. Podemos olvidar, cerrar heridas, poner parches, desinfectarnos, reconocernos tal cual somos…blancos, negros, rubios, indios, mestizos, moros y cristianos…

 

Podemos hoy, que un nuevo año nos deja el privilegio de gritar ¡¡¡¡¡Felicidades!!!!! romper las cadenas imposibles y dar amor...y entregarle a la vida un rayo de esperanza, de optimismo, de fe, de voluntad… Podemos hoy y para siempre usar todas las palabras hermosas que nos pertenecen y un día sentimos ajenas o las apartamos de nuestros diccionarios… Podemos adornar de virtud nuestra piel y nuestros huesos… Podemos compartir el pan, el agua, el vino y las monedas… Podemos salvar y NO MATAR…Podemos cuidar y NO DESTRUIR…

 

Podemos hermanos, PODEMOS… Cae, como el tiempo, el nuevo calendario…está ahí, esperando por todos para atraparle las esquinas de la vida, desandar sus calles vivas, conquistarlo con cada segundo de un aliento despierto…¡¡¡Vamos a pintarle los dolores por olores de rosas, margaritas, azucenas, No me olvides…!!! ¡¡¡Volemos como vuelan las gaviotas, las golondrinas, los ruiseñores, el Zun Zún!!!!

 

No es tan difícil destapar la ternura. Es irreversible la fuerza de una mano amiga, sincera, oportuna, agradecida. Es divino sentir un baño de amor y de ternura, divino. Y podemos, porque nacimos con la semilla dentro y está ahí, virgen siempre a la pueril sonrisa de un buen gesto, de una acción pura, de una verdad auténtica.

 

Yo confío en que este 2010 borremos las apocalipsis. Yo confío en que sigan brillando las estrellas, en que nos conmueva la gracia de los niños, en que nos duele la costilla del otro, en que el fuego alcance para dar calor a multitudes. Yo confío en que el verde siga siendo verde, para mirarnos sin miedos y sin lágrimas, sin muertes innecesarias, sin huérfanos ni mutilados.

 

Yo confío porque el perdón existe y el amor es un manto infinito que no tiene país, ni color, ni caretas. Yo confío porque somos humanos y no bestias. Pero confío más, porque ya es tiempo de que corran las aguas tranquilas de la paz y el hombre, nosotros, puede decir YA, BASTA… tirar su adarga al viento y ser FELIZ.

0 comentarios