Diosas más allá de Marzo
Por Graciela Guerrero Garay Fotos: Reynaldo López Peña
Las Tunas.- Se levantan y le ganan a la prisa entre frases tiernas y precisas. Otras contundentes, en reclamo justo si hay alguna pieza rota por la casa, la calle, la escuela o el trabajo. Enérgicas por naturaleza. Decididas. Conscientes de que el mundo lo pueden conquistar con sonrisas, pero la vida es un hipo de sacrificios y entregas desmedidas.
Maduras, aunque el viento les tire al suelo la pamela o se les caiga el tacón. La lluvia la disfrutan, con o sin paraguas. Dispuestas, no importa si hay que montarse en una combinada o ponerse un paracaídas. En el bolso llevan la paleta de cal y la de arena. El tocador de azúcar es otra cosa.
Infinitas, en el orden y el desorden, sobre todo si un poema le quema los ojos o agita el corazón. Valientes, hasta para las inmensas soledades el verbo y la metralla. Única en sus determinaciones y metas. Tierna, agridulce, constante, profunda, dadora y enamorada de su familia. Incondicional.
Mujer, sencillamente. Una mezcla de lo real maravilloso. Fruto primario de la raíz y el cádiz. Esencia. Música y ese halo de amor que da la vida. Diosas más allá de Marzo. Justo, diosas.
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