Amaneció Las Tunas llena de exploradores
Por Graciela Guerrero Garay Fotos: De la Autora
Con pañoletas y distintivos sobre sus ropas de campaña, los trayectos habituales que llevan a los pioneros tuneros hacia las escuelas primarias y las secundarias básicas insinúan que este viernes libretas y cuadernos esperarán un poco, mientras las tropas de exploradores hacen galas de sus habilidades para desatar nudos, armar los campamentos y vivir bajo el abrigo de la naturaleza y el campo.
Es un día de acampadas, excursiones y contacto directo con la vida en condiciones adversas. ¡El día del Explorador! Y en caravana salen de sus planteles para hacer actividades relacionadas con la protección del medio ambiente, el turismo ecológico y deportivo, cocinar con leña, descubrir nuevas especies silvestres de plantas y animales, y emprender cuantas iniciativas más sean capaces de compartir en grupo con sus maestros y guías.
Nunca faltan las canciones y anécdotas, las charlas educativas, el amor por su entorno y las enseñanzas que refrescan la hermosa imagen de la Isla de Cuba, donde un viernes de cada mes este movimiento se encarga de preparar a sus niñas, niños y adolescentes para un futuro que a esas edades todavía tiene mucho que aprender, soñar y luchar por una sobrevivencia feliz.
Una jornada donde el conocimiento vuela hacia las flores, los árboles, las piedras, los pajaritos del camino y las emociones que encierra la vida en campaña, siempre grata aunque los pupitres sean hoy el suelo adornado de finas hierbas y el sol, entre el azul del cielo y un cálido invierno que lo torna gris y húmedo, sea el techo hasta la media tarde.
Amaneció Las Tunas llena de exploradores. Bonita entre la diversidad de sombreros de yarey, gamuza, gorras y viseras con atuendos que sugieren viajes al campo, entre risas, saludos y pasos apurados para llegar a la escuela, hacer el matutino y formar las tropas. Después, la orden de partida. ¡Los pioneros exploradores terrestres están listos! Una dulce y exaltada algarabía vuelve a inundar las calles. Ni los más indiferentes ignoran las caravanas.
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