Fidel Castro en Asamblea Nacional del Gobierno Cubano
¡Vamos a mover al mundo!
Por Graciela Guerrero Garay
Las Tunas, Cuba (7 de agosto) – Será nuevamente un día histórico. No porque Cuba esté celebrando una sesión extraordinaria de su Asamblea Nacional del Poder Popular, ni porque tenga el honor de estar presidida por unos de los hombres líder del humanismo, la solidaridad y la lucha constante por la paz y el mejoramiento social, Fidel Castro Ruz. Todo eso es una luz inmortal que enorgullece a los cubanos y a los pueblos que saben el sabor cruel y amargo del veneno de las garras imperialistas. De los seres honrados, humildes, progresistas y conscientes de que el hombre de hoy necesita un espacio sin odios para vivir.
Fidel, lo ha dicho hace minutos en esta reunión extraordinaria donde se analiza la situación internacional, ¡HAY QUE MOVER AL MUNDO! No es un mérito, es un deber. Y, desde mi lugar, siento la enorme trascendencia de esa frase de nuestro Comandante. La interpreto como madre y humana como ese derecho legítimo que tienen nuestros hijos y nietos a respirar sin bombas, amenazas de muerte, sin humillación, sin odios viscerales. Y no para nosotros, que por él y por nuestro proyecto socialista, tenemos garantías irreversibles.
Pienso ahora en ese querido pueblo norteamericano, en los hermanos que tenemos allá, en los amigos, en quienes luchan cada día por buscar una mirada diferente no solo por Cuba, sino por la humanidad. En las madres que son huérfanas de hijos por culpa de las guerras, las que quedarán y quedan ahora mismo. En los miles que pierden hoy sus empleos y se enfrentan a un fenómeno nuevo en sus vidas y en su sociedad. En las victimas de leyes migratorias como la aprobada en Arizona.
Es mover al mundo para el bien de todos. Lo que somos todos: una sola raza, un legítimo derecho de existir, crear, procrear, amar y morir como todo mortal con salud, con amor, con paz. Este es reclamo de Fidel, de Cuba, de los cubanos, de los millones que apoyan a esta Isla desde diversas corrientes políticas y naciones. Los que no piensan en luchas de clases, ni izquierdas ni derechas. Ni en Dios ni en el diablo. Sino, los que sienten que un grupo de seres equivocaron el camino, las ideas, los modos y las maneras de ejercer el poder y el poderío.
Esos, también, pueden mover el mundo. Ahora, cuando el reloj anuncia que los minutos pueden estar contados, pero con la posibilidad de cambiarles el sentido. A esto está llamando el líder de la Revolución Cubana. Eso ha hecho Cuba en más de 50 años. Eso le pedimos a los que saben están en el lado oscuro de la tierra. Cuba no levanta la voz para su gloria. Cuba levanta la voz para la tierra. Escuchen por favor. Todavía hay tiempo. Mañana, ahorita, será tarde. Pero ahora, cuando una Isla alerta, advierte, emite señales objetivas, sin egoísmo, sino multiplicando su humanidad que es Patria, HAY QUE ESCUCHAR.
8 comentarios
alejandro -
Anónimo -
LA HABANA, Cuba, Agosto 13 de 2010.
Bien pudiera decirse que Fidel Castro sólo cedió, si acaso, un 30 ó 40 por ciento de su poder tras sufrir el percance de salud en 2006. Es posible que tal cifra se quede por debajo de una realidad extraordinariamente compleja y generadora de las más dispares interpretaciones.
Los hechos recientes corroboran que la última palabra ante cualquier asunto, sigue siendo una prerrogativa intransferible de Fidel. Su continua presencia en los medios de comunicación nacionales define los espacios de una maniobra que pone en perspectiva el propósito de subrayar quién es el hombre fuerte del partido.
Es patética la sospecha de que nada en Cuba se mueve sin su consentimiento. Los mensajes, directos y subliminales, de su protagónica participación en diversas actividades políticas y sociales, dan las claves para subrayar que lo prometido por Raúl Castro, en cuanto a cambios estructurales y de concepto, fue un simple anuncio lejos de materializarse en un futuro cercano, al menos desde un punto de vista integral, sostenido y dinámico.
Un movimiento de tal naturaleza iría en la dirección opuesta a los preceptos ideológicos que todavía hierven en la mente del octogenario caudillo. Su conservadurismo es inmune a la estructuración de reformas que promuevan la economía de mercado, independientemente de su magnitud.
Sería utópico pensar que en el ocaso de su vida, Fidel se convirtiera en portavoz o en un sujeto pasivo de un proceso de aperturas, que sepultaría el andamiaje de ideas que ha construido con lo más rancio del pensamiento marxista-leninista.
No es descabellado pensar, de acuerdo a su perfil psicológico, que preferiría la peor de las alternativas antes que ceder un ápice. Figurar en los manuales de historia como el incansable luchador antiimperialista, el aguerrido combatiente de las causas justas, el hombre que promovió en internacionalismo proletario a niveles nunca vistos, entre otras distinciones no menos grandilocuentes, es una obsesión que no se apagará mientras tenga uso de razón.
El desastre interno ocasionado por la proverbial implementación de políticas basadas en la improvisación, los caprichos y otros desajustes provocados por la ultra centralización del poder, es un fenómeno que, según la lógica del sector conservador, debe ser atenuado volviendo a sacar a la palestra pública el fantasma del enemigo externo, y discursos que ilustren el preámbulo de un inminente apocalipsis nuclear.
El sistema está en el límite de sus posibilidades de supervivencia. Agotado todo el imaginario, a través del cual se lograba reproducir ciertos márgenes de legitimidad política y social, ahora sólo queda el aumento de las respuestas represivas y el reciclaje de viejos esquemas de manipulación, en virtud de alcanzar los equilibrios necesarios para conservar una precaria estabilidad.
La batalla a librar ahora, por cierto la más difícil en el largo peregrinar por las sendas del poder absoluto, se presenta como un desafío de dimensiones inconmensurables. En el lado contrario sobresale la armadura y los espadones de la dialéctica. De hecho, ya se puede adelantar el veredicto de un combate sin ningún sentido y marcadamente irresponsable.
Es casi seguro que la historia no absolverá a un régimen encabezado por personas que han arruinado material y moralmente a la nación. Algún día la verdad saldrá a la luz. Ojalá no sea después de las ruinas dejadas por un caos indescriptible, provocado por la terquedad de un pequeño grupo de poder divorciado de la realidad, en frontal oposición a los cambios, y enamorado perdidamente de sus oscuros intereses de clase.
(Oye italianito, quien cojones te ha dicho a ti que porque nosotros no estamos de acuerdo con el zatrapa de Fidel Castro estamos a favor del gobierno norteamericano?, al parecer has aprendido bien la leccion del caga-andante en jefe: "si estas contra mi estas a favor del imperialismo yanki")
Todo para justificar su permanencia en el poder A LA FUERZA !!!
alejandro -
FELIZ CUMPLEANOS COMANDANTE LA HISTORIA YA LO ABSOLVIO Y USTED ES HISTORIA
4 ovejas y una decenas de mercenarios gusanos no hacen la historia.
Anónimo -
Hay sorprendentes semejanzas entre Hitler, Mussolini y Castro. Los tres comenzaron abrazados a la izquierda. Hitler se definía a sí mismo como socialista, la bandera de su partido era roja y decretó el 1 de Mayo como día feriado. Odiaba a la burguesía y consideraba que el fascismo y el comunismo eran la misma cosa. El partido nazi fue fundado (1919) con el nombre de Partido de los Trabajadores Alemanes (DAP). La palabra nazi significaba socialismo, pues era la abreviatura de Nationalsozialismus.
Mussolini, llamado Benito por su padre socialista en honor a Benito Juárez, se inició como líder marxista y movilizaba a los trabajadores en contra del orden burgués. Dirigió el semanario La Lotta di Classe y en 1913 fundó la revista Utopía.
Excepcionales oradores, los tres tenían el don de la palabra electrizante, convencían a las masas de que lo blanco era negro, y padecían de un desmedido narcisismo. Hitler era ovacionado por multitudes que lloraban; algunas mujeres se desmayaban de emoción. Por eso obtuvo 13 millones de votos en las elecciones de 1932.
En cortometrajes realizados por Leni Riefenstahl, documentalista de Hitler, resulta asombroso ver el parecido de Castro con el líder nazi, al hablar con el mismo tono grandilocuente y agresivo, y también con las poses histriónicas de Mussolini, como se aprecia en el documental El fascismo corriente (1964), que el soviético Mijail Romm realizó a partir de materiales de archivo.
Fidel Castro en julio de 1953 dirigió el asalto a una fortaleza militar, para capturar armas y derrocar al dictador Fulgencio Batista. El pésimamente organizado ataque fracasó y a su jefe lo arrestaron. En el juicio a que fue sometido Castro terminó con una bella frase: Condenadme, no importa, la historia me absolverá. Y ese fue el título que le puso al programa político y social que escribió en la cómoda y breve prisión que le tocó.
Hitler, en tanto, asaltó el Ministerio de Guerra en Munich (noviembre de 1923). El ataque igualmente fracasó y en el juicio que le siguieron dijo: Aún cuando los jueces de este Estado puedan condenar nuestra acción, la historia, diosa de la verdad y de la ley, habrá de sonreír cuando anule el veredicto de este juicio y me declare libre de culpas". Luego, en su prisión de nueve meses en la fortaleza de Landsberg, Hitler escribió su programa político e ideológico, Mein Kampf (Mi Lucha).
¿Pura casualidad?. Quizás no tanto. El sacerdote jesuita Armando Llorente, profesor, mentor y amigo de Fidel en el Colegio de Belén, quien con 94 años fue entrevistado en Miami en 2007 entrevista que reproduce el semanario Elveraz.com--, cuenta que Fidel pidió Mi Lucha en la bibloteca el colegio.
''Estudiaba y leía mucho, con especial predilección libros sobre los conquistadores españoles y escritos de los líderes del nazismo y del fascismo, como Hitler, Mussolini y José Antonio Primo de Rivera, explicó el prelado español, que agregó: ''(Fidel) cantó conmigo el "Cara al sol'' veinte mil veces y con el brazo en alto. Cara al sol era el himno de la Falange Española, el partido fascista.
Los gusanos de Hitler y Fidel
El Fuhrer llamó gusanos a los judíos, a los que consideraba que se podía borrar de la faz de la Tierra, o avasallar. Fidel bautizó como gusanos a quienes no estaban de acuerdo con él, que igualmente se podían expulsar del trabajo, despojar de sus propiedades, encarcelar, y hasta fusilar.
Anónimo -
Finalmente, me siento en la silla de un hotel, abro la laptop y miro hacia ambos lados. Al verme, el guardia de seguridad musita un breve HAY UN EXTRAñO AQUI en el micrófono prendido a su solapa. Después aparecerán algunos turistas, mientras mi dedo índice acciona el mouse a toda velocidad para optimizar los pocos minutos de acceso a Internet. Es la primera vez en diez días que logro zambullirme en la gran telaraña mundial. Un listado de proxys me ayuda con las páginas censuradas y la portada de Generación Y la veré desde un servidor anónimo, puente hacia sitios prohibidos. En tres años, me he vuelto especialista en las conexiones lentas, minusválidas y vigiladas de los cibercafé públicos. A tientas, administro un blog, emito tweets de los que no puedo leer respuesta, gestiono una cuenta de email casi colapsada.
Después de saltarnos las limitaciones para llegar hasta el ciberespacio, los cubanos comprobamos que la censura nos atenaza desde dos lados diferentes. Uno proviene de la falta de voluntad política de nuestro gobierno para permitir en esta Isla el acceso masivo a la red de redes. Se materializa en blogs y portales filtrados y en prohibitivos precios para una hora de chapaleteo en la WWW. El otro doloroso también es el de los servicios que excluyen a los residentes en nuestro país bajo la justificación del anacrónico bloqueo/embargo. Ingenuos son quienes creen que limitar para mis compatriotas las funcionalidades de sitios como Jaiku, Google Gears, Appstore, tendrá algún efecto sobre las autoridades de mi país. Sepan que quienes nos gobiernan tienen antenas satelitales en sus casas, banda ancha, Internet full, iPhone llenos de aplicaciones, mientras nosotros los ciudadanos nos tropezamos con una pantalla que aclara este servicio no está disponible para su país.
Como mismo esquivamos las restricciones de aquí adentro, también nos colamos por la verja cerrada de quienes nos excluyen desde afuera. Por cada candado que nos ponen hay un truco-ganzúa que lo abre. Pero no deja de frustrarme que después de evadir a los segurosos , de pagar por una hora de Internet el tercio de un salario mensual, de ver la ojeriza en la cara de los custodios de los hoteles, de comprobar que Revolico, Cubaencuentro, Cubanet y DesdeCuba siguen bajo la larga noche de las webs censuradas, me voy y tecleo como un conjuro de alivio una URL y en lugar de abrirse me aparece el muro que han levantado al otro lado.
TODO HASTA UN DIA CUANDO "NUESTROS DIAS" SEAN UN ABSURDO DEL PASADO...
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LA HABANA, Cuba, agosto 12 de 2010.
Cuba es la madre de la burocracia mundial. El único país en la tierra donde, para obtener la pieza de una lavadora, el elástico de un blúmer mata pasión, o la junta de una olla arrocera, hay que ver al ministro del sector.
De nada sirven las quejas, sugerencias y otras parafernalias empleadas para resolver.
Es tanto el sube y baja de las respuestas, las fintas de la indolencia y las manos atadas por el no puede ser, que miles de personas se ven obligadas cada día a bailar al son de la burocracia. Lo mismo salta un veterinario sin varillas para inseminar porque hace falta un bombillo en el almacén suministrador, que una auxiliar de limpieza en un hospital por falta de implementos para limpiar. Y ni hablar de quienes no te venden la medicina porque no se ve la U del salbutamol, demoran dos meses para legalizarte la dieta de jurel, o seis para decirte que no tienes derecho a permutar tu casa.
Ante una realidad así, venga muela. Hágase la luz en una reunión que involucra al cliente, al vendedor, el sindicato, los militantes del partido y la administración, a todas las instancias del país, para escuchar, después de 5 meses, un año, o diez: el cliente tenía la razón.
Mientras transcurre el obligatorio ciclo burocrático, a lavar en una piedra del río Quibú; que las viejas se sujeten el blúmer con un yarey, y a falta de junta para la olla arrocera, a cocinar en un tibor.
Todo el tiempo del mundo se dilata en directivas, acuses de recibo y respuestas que al menos, si no para resolver, sirven para no tener que comprar un rollo de papel sanitario que cuesta 1,20 CUC.
¿Los responsables?, bien, gracias, procesando otro camión de quejas y sugerencias en un periódico de provincia o nacional, mientras rezan porque no llegue un Armagedón que los obligue a vivir sin pelotear.
Ahora mismo, y desde noviembre de 2009, una doctora cobra cien pesos menos de su salario, porque los burócratas del departamento de recursos humanos del hospital no se ponen de acuerdo con sus homólogos de la dirección provincial de salud.
En este instante, mientras los burócratas se divierten, decenas de familias viven en un rincón cerca del cielo, en Infanta entre Retiro y Manglar, porque en su edificio, desde junio, se rompió el ascensor, y la empresa municipal de la vivienda no tiene con qué pagar la reparación.
El colmo es que hace unos días, un anciano aquejado de una lesión, fue peloteado de una consulta a otra en el hospital Calixto García, y con riesgo para su salud, tuvo que trasladarse hasta Santa Cruz del Norte para recibir atención.
Ante una realidad así, ¿qué pueden esperar quienes aún sueñan con encontrar una solución a sus reclamos con carticas y quejas a diferentes niveles de un buró? Según se desprende de las miles de experiencias acumuladas en cuanto espacio informativo exista en el país, sólo podrán obtener un ramillete de burocracia sobre el ataúd de la desilusión.
alejandro -
Saludos.
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LA HABANA, Cuba, Agosto 9 2010. Para quienes aguardaban con esperanza el discurso de Raúl Castro en la clausura del V Período de sesiones de la Asamblea Nacional, las palabras del General una vez más demostraron el enfermizo apego al poder de los líderes comunistas, y que los optimistas están equivocados.
Aunque nuestros gobernantes saben que la sociedad necesita urgentemente y pide a gritos cambios en todos los sectores, las nuevas medidas anunciadas que en realidad no son nuevas- dejan ver claramente que la política del régimen seguirá siendo la misma.
Copiada del capitalismo más salvaje que tanto critican, la reducción de plantillas laborales eufemismo de los comunistas para no usar la palabra despidos- es una medida cruel. Encima de que el Estado despedirá a los trabajadores de sus empleos, continua vigente la ley de peligrosidad social pre-delictiva, que le permite condenarlos por no trabajar, sin que hayan cometido delito alguno.
Si el gobierno sabía que sobraban más de un millón de trabajadores, ¿para qué autorizó recientemente el pluriempleo? ¿No será ésta una estratagema para forzar a los cubanos a trabajar, como esclavos, en los sectores donde el gobierno los necesita, como la agricultura?
La fórmula sería sencilla: te botamos de tu trabajo y si no quieres trabajar en la agricultura, te metemos preso.
Acordaron ampliar el ejercicio del trabajo por cuenta propia como alternativa de empleo. Verán como la burocracia lo estropea todo. Medidas similares adoptaron en los años 90, pero Fidel Castro, alarmado por el enriquecimiento de los dueños de negocios, en un país donde los únicos que pueden ser ricos son él y su familia, despectivamente los llamó los nuevos ricos y mandó a retirar las licencias de la mayoría de los cuentapropistas.
Que nadie se llame a engaño: casi todo lo que dijo Raúl Castro en su discurso es mentira. ¿Me van a decir que los 75 prisioneros de la Primavera Negra no fueron condenados por sus ideas? Hasta donde se sabe, ninguno de ellos tomó las armas, puso bombas ni secuestró a nadie. ¿Cuál fue su delito? ¿Decir en voz alta que eran opositores?
El régimen no ha cambiado ni cambiará. No quieren hacer cambios ni dar libertades al pueblo, porque saben que una vez que los cambios necesarios comiencen y los cubanos abran los ojos, el castrismo se derrumbará.
A pesar de 51 años de involución, quieren obligarnos a creer que su sistema es el más perfecto del mundo. Si es así, ¿por qué en vez de imponer no dejan que las personas decidan?
El que crea que Cuba puede prosperar y desarrollarse con los Castro en el poder y su régimen comunista, sólo tiene que repasar los errores que han cometido y vuelto a cometer durante 51 años. Para los que aún confían en ellos, la historia de su revolución es el mejor argumento para convencerlos de que su espera es inútil.
Y ahora se aparece este viejo traidor de pueblo hablando de cataclismos y bombas atomicas en el oriente medio y no quiere mirar para "su finca" que esta como si hubieran caido varias de esas bombas, dando cosejos de sabio cuando lo que ha hecho con su pueblo NO TIENE NOMBRE !!!