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Primero de Mayo en Cuba

Primero de Mayo en Cuba

 

Reina la alegría por toda la Isla

Texto y Foto Graciela Guerrero Garay

Desde que tengo uso de razón hay la misma alegría. Para no perderme en la multitud, iba en hombros de mi padre o de su mano. Me encantaba agitar al viento la Banderita Cubana. Jamás se olvidan estos asombros infantiles que, después, la escuela te los convierte en vocación, necesidad, importancia. El Primero de Mayo en Cuba es una enorme fiesta, que se arraiga en todos antes de iniciar el colegio y se acentúa con los años.

La algarabía, en la víspera, comienza por el barrio. Ya este sábado todo esta listo para estar, bien temprano, en los puntos de concentración establecidos para cada sindicato. Gorras, ropa, pomos de agua, merienda para los niños, carteles, pancartas, banderas… Es saludablemente patriótico sentir que se marcha sin miedo a un ataque de mangueras de agua, a una represalia.

Es un privilegio celebrarlo en paz absoluta, año tras año y cada vez con una motivación y una certeza. El recién terminado VI Congreso del Partido re- encendió esta llama que cubanos y tuneros llevamos bien hondo. Tendremos una sociedad mejor, porque es una decisión colectiva, un reflejo de unidad, una voluntad muy cargada de responsabilidad, compromiso, pertenencia  y  reflexión. Paso a paso, con inteligencia y ojo previsor.

Mi joven vecino Maikel volvió a su carga creativa con la confección de los carteles que llevará el CDR y su centro de trabajo al Desfile. Abril cerró con trabajo voluntario en los colectivos laborales de la provincia. Unos 330 mil tuneros irán a la Plaza de la Revolución Mayor General Vicente García para reafirmar su SÍ al Socialismo y la Revolución, su respaldo a la Central de Trabajadores de Cuba (CTC). Será una marcha llena de colorido, organizada y fiel a los principios y a los Lineamientos para la política económica y social que, con voces de todos, aprobó el máximo evento de los comunistas cubanos.

El tiempo ha pasado pero las esencias no. Somos aquellos niños que aprendimos a esperar el Primero de Mayo para montar a la grupa de papá, abuelo, hermano o tío con una Bandera Cubana y aplaudir y decir ¡Viva! al compás de la Internacional o las consignas revolucionarias. Hoy viven esos tiempos nuestros nietos, sobrinos, primos y pequeños vecinos.

Ahora, como ayer, Cuba estará cantando su libertad y sus derechos soberanos. Confirmando que trabajará, con mayor esfuerzo y limitaciones, por ese mañana de sol cada vez más ardiente. De pie, convencida, en un puño, de que seguiremos adelante. Por eso, este amanecer de domingo, lo haremos en la Plaza. Aquí en Oriente, en el centro, en occidente. Por todo el largo y estrecho caimán que es esta Isla, hecha de miel, son y tabaco.

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