Viviana habla de Navidad y los tuneros hacen
Texto y Fotos Graciela Guerrero Garay
Los acontecimientos del último día 17 sacudieron para siempre los sentimientos de Cuba y los tuneros, a la vez que la noticia del regreso de Gerardo, Antonio y Ramón, los tres de los CINCO que permanecían prisioneros injustificadamente en cárceles de los Estados Unidos y el restablecimiento de relaciones diplomáticas entre ambas naciones, clasificó como el boom informativo del siglo.
Con estas emociones en la piel, Viviana Menéndez Sánchez, recepcionista del Departamento de Ultrasonido del policlínico Gustavo Aldereguía, comenta: “Fue una emoción muy grande; y un motivo especial que convierte a la fiestas navideñas y al fin de año en pleno regocijo. Mi sentir es el del pueblo, que lo ha manifestado de mil maneras y dará Gracias, como yo, en las bendiciones y memorias que haremos en estas fiestas de diciembre, donde esperamos con más esperanzas y alegría la llegada del 2015 y el nuevo aniversario de la Revolución. Es maravilloso saber que nuestro Comandante vio el regreso de sus hijos a la Patria. ¡Qué linda es Cuba! Esto es lo mejor que ha pasado, nunca podremos olvidarlo, se lo juro”. Y sus palabras fueron eso… el aliento de una Patria renovada, incansable y lista para las batallas por venir.
En tanto, por doquier las casas de los tuneros y los comercios anuncian y reflejan la fuerza que cobran cada año entre los cubanos estas bonitas tradiciones de diciembre, en las cuales los arbolitos de Navidad, las cenas de noche buena, la unión de familias y amigos y las ventas especiales de los insumos para preparar las cenas ambientan las locaciones del barrio y las ciudades.
Otros aprovechan el día feriado para hacer las igual acostumbradas limpiezas generales con aquello de los abuelos “de que se vaya lo malo y entre lo bueno del año nuevo”. O retocar la pintura, cambiar muebles, reacomodar las habitaciones y vitalizar los espacios domésticos para acercar el vaticinio de “Año Nuevo, vida nueva”.
En fin, cada cual a su manera busca las maneras de sentirse bien al terminar el 2014, hace sus monólogos interiores de lo sucedido en las arterías interiores de estos últimos doce meses , aprovecha las experiencias existencialistas y proyecta lo mejor para el 2015, un calendario al parecer con cambios muy positivos en Cuba interna y externamente y el cual cubanas y cubanos –dígase tuneros- esperan ya con alegría y ese sabor a palmas altas y cerditos asados que se respira en cualquier lugar del archipiélago.
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