Sigilo
Quién sabe qué pasará ahora por tu mente,
cuando el silencio te envuelve y me devora.
Quién sabe, caramba, quién sabe,
si el reloj es un grito callado que se ahoga.
Tal vez no importa el tiempo ni acaso este sigilo.
Quizás vuelvan los mares y se tiñan de azul,
en esta ausencia tuya, necesaria y punzante,
no hay barcos en el puerto y ya nada es igual.
Quién sabe, caramba, quién sabe.
Estas garras de miel salpicadas de sangre,
escalando invisibles el otro amanecer.
Desnuda la esperanza; las manos, sin la piel.
Qué pasará cuando el amor se agite y me despierte.
Sonámbula perdida, borrada la mujer.
Tu figura es un monte, sin veredas ni trillos.
El mar quedó de blanco y no puede volver.
Graciela Guerrero Garay
De mi poemario Diva Desnuda, publicado por la Editorial Glorieta
Foto: Tomada de la WEB
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