Discurso de Raúl Castro en Congreso de la UJC
Ese el tema: la paja en el ojo ajeno
· Las palabras de Raúl Castro Ruz, General de Ejército y Presidente de los Consejos de Estados y de Ministros de Cuba, es la voz de los auténticos cubanos. Otro sello de oro que hizo más valioso y memorable al IX Congreso de la Unión de Jóvenes Comunistas (UJC), clausurado en La Habana este domingo 4 de Abril.
· La realidad sin tapices. Valiente, compleja, concreta y llevada de la mano con sacrificio, inteligencia, honestidad y luz larga, estratégica. Desde la Revolución todo puede ser mejor y los jóvenes cubanos lo han demostrado con creces. El también Segundo Secretario del Partido Comunista Cubano lo reconocía: “Conozco que se ha hablado poco de logros para concentrarse en los problemas, mirándose hacia adentro y sin emplear más tiempo del necesario en valorar los factores externos. Es el estilo que debe caracterizar de modo permanente el trabajo de la UJC, frente a aquellos que se dedican a buscar la paja en el ojo ajeno en vez de emplear ese esfuerzo en hacer lo que les corresponde”, al referirse al proceso asambleario previo al magno evento.
· La feroz campaña mediática que ataca hoy a la Revolución, una vez más, trae el enfoque de mirar, inventar, tergiversar, maximizar y manipular las pajas que existen y las que no existen en la Isla, sin mirarse las propias, que estudios realizados por el Instituto de Economía y Paz en el 2009, en Londres, demuestran que en Cuba se vive mejor que los propios Estados Unidos. Por eso el trabajo político ideológico quedó como trinchera elemental, al igual que la economía, los retos más fuertes.
Por Graciela Guerrero Garay
LAS TUNAS, CUBA (5 de abril) – El discurso de Raúl Castro, Presidente de Cuba, una vez más, fue la voz de todos los cubanos, los auténticos que unen filas desde su Revolución para mejorarla, paso a paso, como también destacara el General de Ejército y Segundo Secretario del Partido Comunista Cubano, en la clausura del IX Congreso de la UJC este domingo en La Habana, ante jóvenes de las 14 provincias del país y el municipio especial Isla de la Juventud.
Esta indestructible fortaleza que aflora por encima de las complejidades y los problemas que enfrenta la Isla, es la que no soportan quienes pagan a “dispuestos de turno” dentro y fuera de la nación para mirar las pajas en ojo ajeno y no en los propios, manipulando cuanto tema pueda sembrar dudas y convertirse en una quinta columna que empañe la valía del proyecto socialista, que se fortalece incluso desde sus propios equívocos.
Empero, el proceso previo a la magna cita de la vanguardia juvenil comunista hace ya años que consolida un estilo de trabajo que va, justamente, a mirarse por dentro, reconocido por Raúl en su discurso cuando dijo: “Aunque no pude asistir a las asambleas previas al Congreso, me he mantenido informado de manera resumida de todas ellas. Conozco que se ha hablado poco de logros para concentrarse en los problemas, mirándose hacia adentro y sin emplear más tiempo del necesario en valorar los factores externos. Es el estilo que debe caracterizar de modo permanente el trabajo de la UJC, frente a aquellos que se dedican a buscar la paja en el ojo ajeno en vez de emplear ese esfuerzo en hacer lo que les corresponde”.
Pero fue mucho más preciso con los jóvenes al destacar que “No debemos permitir que, una vez más, los documentos aprobados se conviertan en letra muerta y se engaveten a modo de memorias. Deben constituir la guía para la acción cotidiana a nivel del Buró Nacional y de cada militante. Lo fundamental ya ha sido acordado por ustedes, ahora lo que resta es trabajar”.
Punto sobre punto, claro, trascendente discurso no solo para esta juventud que, aún con lo mucho que falta para alcanzar la excelencia en sus aportes sociales, en radios de acción y en todos los lugares con el mismo ímpetu, demostró cubanía, patriotismo y sentido absoluto de pertenencia al enfrentar las tareas y misiones que necesitó la nación ante el azote de los huracanes del 2008, y ahora vuelve a dar un ejemplo a esos ojos vendados que envenenan la imagen de los cubanos intentando confundir o dando credibilidad a una disidencia que, por muy bien pagada, jamás el dinero le alcanzará para borrar el día a día en Cuba, donde con miles de carencias estrena obras, remoza escuela, reduce la mortalidad infantil, mantiene alimentos subsidiados, llena de verde los campos, moderniza y recupera industrias…
En fin, Raúl vuelve a ser exactamente nuestro: “La Revolución no dejará a nadie desamparado, luchará por crear las condiciones para que todos los cubanos tengan empleos dignos”, para reafirmar después:” Nos enfrentamos a realidades nada agradables, pero no cerramos los ojos ante ellas. Estamos convencidos de que hay que romper dogmas y asumimos con firmeza y confianza la actualización, ya en marcha, de nuestro modelo económico, con el propósito de sentar las bases de la irreversibilidad y el desarrollo del socialismo cubano, que sabemos constituye la garantía de la independencia y soberanía nacional”.
Busque en Internet el discurso, a pie juntillas como leen la gran prensa que difama y ataca, miente y exacerba sus ínfulas anticubanas, antisocialistas, antinacionalistas, antiamericanistas… circúlenlo como anda circulando por ahí una carta de un Daniel arrepentido, divisionista, lleno de dudas e incomprensiones, que se autodice ser militante del PCC y combatiente de la Revolución por haber cumplido misión en Etiopía… un Daniel que si existe debe tener serios problemas sensoriales, porque aquí en Cuba, con preguntar en su propio núcleo del Partido encuentra la respuesta exacta, la verídica, aunque a él y todos los que le pusieron el dominó sobre la mesa, allá por los lares del sur de la Florida, por la Europea Unión del divisionismo (debe ya pensar en cambiarse el nombre, porque de galgo no le viene) y por cuyá del mar afuera, lo que escuche le haga decir la última palabra del apocalipsis. Esa que nunca, jamás, llegará a Cuba.
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