Voces allende a Cuba
Otro chiflido de mono que pretende engañar al mundo
· Recientemente en Madrid se celebró el II Encuentro Hispano Cubano y se concluyó que en Cuba no se respetan la libertad y los derechos humanos, y mucho menos los de la comunidad negra. Eso es mentira.
· Los cultivadores del suceso son la Federación Española de Inmigrantes (FEIN) y la Federación de Asociaciones Cubanas Siglo XXI (FEDACI S.XXI). El nuevo ataque contrarrevolucionario se gestó en la localidad madrileña de Alcobendas. La guerra mediática se “agarra” otra vez de la única trilogía semántica que a Cuba y a los cubanos le sobran argumentos, hechos, vivencias e historias de vidas para desarmarlas: democracia – derechos humanos – libertad.
Por Graciela Guerrero Garay
La ética no me deja escribir con rabia, pero la siento. El II Encuentro Hispano Cubano, realizado en la localidad madrileña de Alcobendas, España, no deja espacio para otro sentimiento, al menos para los que alguna vez, después de 1959, han visitado la Isla o viven en ella.
Cuestionar que en Cuba no hay libertad obliga, hasta a quienes sabemos de memoria el concepto teórico y práctico del término, buscar el diccionario de la Real Academia de la Lengua Española para ver en qué “cuerda” están montados Federaciones como la FEIN y la FEDACI S. XXI. La misma de siempre. La “soguita” del descaro, de la manipulación, del billetito escondido, de la mentira mediática, de la propaganda sucia, del lacayismo, el nazismo y el imperialismo.
Dice la DRAE que libertad es f.Facultad natural que tiene el hombre de obrar de una manera o de otra, y de no obrar, por lo que es responsable de sus actos. || 2. Estado o condición de quien no es esclavo. NINGUNA del resto de las acepciones que enuncia puede revertirse contra Cuba.
Recientemente tuve el placer de conversar con un joven español y me contaba de cómo la política, tanto de derecha como de izquierda, se convertía en fuente de enriquecimiento de sus representantes. Hablaba del descontento general de los españoles y de lo que allí se falseaba la imagen de los cubanos. Yo vine con miedo –confesaba- y ahora comprendo que todo es propaganda contra Fidel y Cuba.
La gente es linda, sencilla. Vengo desde Pinar del Río y hay mucha tranquilidad. Nadie se ha metido conmigo y no hay esa miseria que dicen allá. Quizás los precios un poco caros, comparados con los nuestros en algunos productos, pero nada de acoso, de policías, de gente pidiendo limosna. Volveré pronto. Ya empecé a amar a Cuba y a esta paz y estas tardes tan bonitas.
Manuel no es el único extranjero que descubre, en apenas una semana en la Isla, como le ha envenenado la mente la “gran prensa”, que reproduce, politiza, tergiversa y mantiene con toda intencionalidad los titulares que acusan a esta nación de violar los derechos humanos. Todo en blanco y negro. “No hay libertad, hay dictadura, hay que exigir democracia, tenemos que defender al pueblo de Cuba”.
Soberanas y tendenciosas mentiras. Ahora este II Encuentro Hispano Cubano vuelve con más de lo mismo, pero agrega un “elemento” que nadie con dos dedos de frente y un miligramo de respeto a sí mismo se atrevería a decir ni entre parabanes. El cable que difunde la noticia expone: "racismo estructural, que se encuentra en todos los niveles de la sociedad".
Otra burda, satánica, oportunista y sofisticada mentira. Cuba es el único lugar del mundo que ha dignificado a la raza negra. Le quitó el grillete de la esclavitud y le puso, GRATIS, un cuaderno de clases en las manos. Le abrió la puerta de los hospitales y de todos los empleos posibles, desde los de más alta jerarquía política y social, hasta los elementales oficios a los que pudieran aspirar por su capacidad y voluntad.
Hoy el negro cubano, ese que en Alcobendas un grupo de enemigos de la Revolución trata de “dignificar” con las apologéticas e insulsas palabras de siempre, sin presentar argumentos ni evidencias, es ingeniero, médico, dirigente, arquitecto, economista y especialista u obrero calificado de cualquier disciplina u oficio. Y la mujer negra jamás, en estos 50 años con Fidel Castro y la Revolución, ha tenido necesidad de servir de doméstica y esclava sexual de los amos, patrones o señores ricos, que era la vida común de la mayoría antes del Primero de Enero de 1959.
Esta irrevocable verdad también se sabe “allá fuera”, en el “preocupado exilio” por el destino de Cuba y los cubanos. El mismo cable de EFE que cita la noticia deja constancia de ello: “La afirmación (…) que la sociedad cubana es "racista y clasista" ha provocado que dos exiliadas cubanas abandonaran el encuentro, tras señalar que no estaban de acuerdo con este mensaje. Al parecer todas las manzanas no estaban totalmente podridas en esta caja de Pandora, pero sobre el particular ningún reportero indaga, cuestiona, profundiza, destaca.
De ese “racismo” que tiene la comunidad negra en la Isla dan fe mujeres como
Julia La O. Cuando la entrevisté para un 8 de Marzo, Día Internacional de la Mujer, hace dos años, estaba lejos de concebir que su rico testimonio hoy abofeteé, escupa, desmienta y ponga en ridículo a Federaciones como las de marras y otras tantas que andan por este mundo, sobre todo en el norte imperial y su Casa Blanca.
Ella es símbolo y espejo de millones de mestizas, mulatas y negras cubanas. Este es el racismo verdadero, el que hay en esta nación, que garantiza que una mujer de su raza salga del monte, se supere, trabaje en lo que le gusta y tenga dos hijos, negros también, y uno sea Licenciado en Economía, y la hembra estudie el tercer año de la Carrera de Medicina.
Pero también hay muchas Albitas. Madres solteras que por obra y gracia de Fidel y la Revolución pueden criar a sus hijos sin la custodia paterna, llevarlos por el más leve signo de enfermedad a un consultorio médico, en el mismo barrio de residencia, a un policlínico, un hospital, realizarles todo tipo de análisis y aplicarles tratamiento especializado sin costarle UN CENTAVO. Y desde los cinco años, a la escuela gratis, con todo el material de estudio garantizado. Por demás, con la cuota básica de alimentos, mes a mes, segura hasta la muerte.
Nada más farsante, desentonado, arbitrario, decadente y podridamente demencial que afirmar que en Cuba los negros están marginados. Si una raza encontró los caminos abiertos para siempre fue esta. Es denigrante que cubanos, justamente negros, hoy traten de hacer ruido en tierras allende a su Patria. Es bochornoso, legítimamente bochornoso, porque entre los citados en el cacareo, al menos, hay uno que se de buena tinta que el título que ostenta se lo debe a esta Revolución. Tengo nauseas.
Texto íntegro de la entrevista a Julia La O
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