Luchar contra el hambre: Un reconocimiento de la FAO para Cuba
Por Graciela Guerrero Garay Foto: Granma y Tiempo21.cu
Las Y de Calzadilla es una finca que ilustra de manera notable lo que se hace en esta provincia del oriente de Cuba para, con proyectos locales e iniciativas privadas apuntaladas por el Gobierno, luchar contra el hambre y llegar a la meta de producir alimentos más allá de planes, cifras o aspiraciones marcadas por la necesidad humana de comer y sobrevivir.
Ubicada a pocos kilómetros de la ciudad de Las Tunas, su éxito valida cuánto se puede lograr con técnicas agroecológicas y el ciclo cerrado de los cultivos. Junto a ellos, por todo el país y dentro de este territorio, muchos otros campesinos llenan las tierras de sudores y demuestran que el apego al trabajo y al campo da cosechas cuando se cultiva bien.
Estos resultados argumentan el reconocimiento del representante de la FAO en Cuba, Theodor Friedrich, sobre el papel de esta nación en la erradicación del hambre y la lucha por los derechos de las féminas rurales, durante la celebración, en Sancti Spirítu, del Día Mundial de la Alimentación y el Día Internacional de las Mujeres Rurales.
Llamó asimismo – dice una información de Prensa Latina- a adaptar la producción agrícola al cambio climático, un freno natural para el empeño de erradicar la inseguridad alimentaria que sufren casi 800 millones de personas en el mundo, de los cuales alrededor de 160 millones son niños menores de cinco años.
El representante de la FAO resaltó el papel de las mujeres del campo, de las cuales dijo representan un cuarto de la `población mundial y con todas podría producirse hasta un 30 por ciento más de alimento, lo que equivale a 150 millones de personas menos con hambre.
En el continente, la Isla resalta por la atención a su fuerza femenina residente en las zonas rurales, beneficios que van desde la posibilidad de tener las mismas oportunidades que los hombres, la superación profesional y escolar, el mejoramiento de las condiciones de vida y la inclusión en la novedosa estrategia de género que pone en práctica el Ministerio de la Agricultura.
La ingeniera Yennis Ramírez, dueña con su esposo Julio, de la ya internacionalmente conocida finca Las Y de Calzadilla – fuerte oferta turística agroecológica de Las Tunas - es una de esas cubanas que entran en la larga filas de mujeres que en este archipiélago dejan su perfume sobre la tierra y generan , aún en medio de sequías y carencias objetivas, frutos frescos que alimentan más allá del estómago, porque hacen confiar en que llegará el esperado día de contar con producciones agrícolas sustentables y sostenibles.
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