América Latina
El dinosaurio sigue aquí
· Los pueblos y los pobres han de andar ahora más apretados que nunca. Ya lo advirtieron José Martí, Simón Bolívar, Benito Juárez y los tantos latinoamericanos que apostaron sus vidas por una sola América
· Cuba siempre en la mirilla del imperio yanqui. Mas, con las caretas según las geografías, son las mismas garras y el mismo animal los que amenazan a todo el continente
· La política desestabilizadora hacia todo gesto de unión y cooperación en la región es cada día más evidente. No hay que estar en el poder ni ser exactamente un político para comprenderlo
Por Graciela Guerrero Garay
Cuando en un curso de narrativa conocí del cuento más corto del mundo, me dormí con aquella genial brevedad en la cabeza: “cuando despertó, el dinosaurio todavía estaba allí”. Augusto Monterroso nos dejaba abierta la puerta de la imaginación con siete palabras justamente.
Y justamente ahora, bajo el escalofrío de duda que me producen titulares como “Asegura Barack Obama que de llegar a la presidencia cambiará la política de Washington”, desde Miami y almorzando con los personajes de la Fundación Nacional Cubano Americana (FNCA), anunciando una promesa de “cambio” respecto a América Latina y promoviendo una “diplomacia directa” con Cuba, pero dejando bien claro que mantendrá el embargo, vuelvo a repintarme el dinosaurio. Sigue aquí.
Las últimas reflexiones de Fidel Castro relacionadas directamente con las declaraciones del candidato a la silla de la Casa Blanca sostienen, una vez más, que llueve sobre lo mojado y que América Latina tiene que cerrar filas, como continente y como pueblo. La reciente creada UNASUR también está siendo cuestionada, con razones o desrazones, incluso por países del área. En ABC digital está la noticia.
No hay que llamarse a engaños ni pecar de incautos. La más mínima fisura la aprovecharán los enemigos. Las partes blandas que generan el hambre, la ignorancia y la pobreza de unos cuantos millones de latinoamericanos serán muy bien aprovechadas por el imperio ahora como nunca antes. El ataque directo, terrorista, difamador y constante contra la Revolución Cubana lo demuestra.
Venezuela y su presidente Hugo Chávez tampoco escapan de las garras imperiales. El boicot yanqui es contra todos. Desacreditar a los líderes, confundir a sus pueblos. No hay que estar en el poder ni ser exactamente un político para comprenderlo. Todo está servido a la mesa, la parte y la contraparte.
La gente común no podemos confundirnos. Los próceres de América están en la historia para nutrirnos de ella. Hay que multiplicar la verdad y defender nuestra raíz. Nada de palabras bonitas ni panfletos de ocasión. Ya hay demasiadas muertes y multimillonarias amenazas para andar entre el bando equivocado.
Los hombres no son nada, los principios lo son todo, previno Benito Juárez. José Martí llamó a la América nuestra y desnudó al “monstruo” hace ya siglos. Cuba es un ejemplo vivo de la maldad del norte. Y también de todo lo que se puede hacer con voluntad política y patriotismo pleno. Pueden vender otras historias, pero estamos aquí para dar testimonio.
Con siete palabras, como Monterroso, podemos cambiar el cuento. América, despierta, tu cáliz está aquí, tómalo. Y esto, nadie me lo quita de la cabeza, todos somos responsables. Solo que como dice El Principito, se ve con el corazón.
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