Cuba amaneció de fiesta para despedir al 2013
Por Graciela Guerrero Garay Fotos: Chela
Parece que todos quieren aprovechar el último día del 2013 y el olor a leña y carbón empezó bien temprano, por aquello de matar al puerco (cerdo), escurrirlo bien y adobarlo antes de ponerlo en la púa o llevarlo al horno. Otros, porque la familia y los amigos llegan de lejos y hay que tenerles el traguito y el almuerzo hecho. Así, la fiesta es más larga.
Cuba es todo un caimán de sabores. El lunes, por las carnicerías, llegaron camiones con la esperada carne a precios (17 pesos la libra) accesibles y en competencia con las ofertas de los particulares ($ 25.00). La venta de cervezas, tanto en moneda convertible como nacional, estaba ahí. La yuca y los frijoles también. Y de las ensaladas que decir: siempre hay, y hubo más.
Alguna vez aprendí que las comparaciones no son buenas, pero esta vez los abastecimientos superan al 2012, como también la cantidad de familias que preparan el fetecún en sus casas. La música, por los barrios, a fuerza de andar bien alta de vecino a vecino, hasta parece molestar a algunos. La mañana de este 31 de Diciembre es justamente cubana: alegría, bulla, contagio, risas, bromas, chistes y el corre-corre de los preparativos, entre el traguito de ron y los “oye, ven pa̕ ca, dátelo aquí”.
Razones tienen cubanas y cubanos para eso. Hay motivaciones especiales que activan la esperanza de un nuevo año más fructífero. Son cientos los hogares que disfrutan la llegada del ser querido que vino de vacaciones, luego de doce meses distante por estar cumpliendo misiones solidarias en otras naciones. O quienes se unen tras largo tiempo de lejanía por residir en el exterior. O los que celebran estar en su tierra y hacen valer una tradición que jamás morirá.
Es el cubanísimo modo de gozar la vida y comer y bailar hasta el cansancio, de compartir sin más ni más lo mucho o lo poco. Juntos, niños, niñas, adolescentes, jóvenes, adultos, abuelos… Los amigos-hermanos que te nacen con los días, las afinidades y el trabajo. ¡Bello gozo destila este fin de año en la Cuba de palmas, tocororo y mariposas!
Despertó con felicidad, paz y sol el último pitazo de diciembre. Sin embargo, desde el fin de semana pasado había fiesta. ¿Quién no sabe que este archipiélago es un Niágara de fuego, son y rumba?
Y lo hermoso, lo real de tal conjuro, es que el caimán celebra su gloria con América del Norte y del Sur, Europa, Asia, África, Oceanía y la Antártida porque tiene sus ojos solidarios y multiplica panes y peces para compartir con todos. Abre su boca, no para morder, sino para decir a viva voz, que Patria es Humanidad.
Entonces, hoy cuando suenen las salvas y las copas se empinen, cuando en abrazos y buenos deseos millones en la Isla digan ¡Viva!..., la buena onda de mi gente y mi pueblo subirá alto porque acá, en medio del Caribe, el amor nos alcanza para dar siempre más.
¡Mundo, Feliz Año Nuevo! Cuba invita a un 2014 con legítima paz.
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