Entre libros y fiesta en familia la Semana de la Victoria
Por Graciela Guerrero Garay
La pequeña Tania hojea el libro, mientras su papá busca entre los títulos el que compraron a mamá para regalárselo cuando llegara del trabajo. Este último viernes Las Tunas, como toda Cuba, vistió de galas el tiempo de paseo con la invitación al Festival del Libro y la Familia. Desde entonces, son pocos los hogares que no tienen una huella de ese momento especial, el cual también matiza de valores buenos la despedida del año 2013.
En la librería capitalina Fulgencio Oroz muchos pequeños, adolescentes y jóvenes de este oriental terruño cubano encontraron razones para sentirse de fiesta y, con la alegría del regalo, convertir a la Semana de la Victoria – como se denominan las vacaciones masivas del sector de Educación en esta etapa – en un modo de acercamiento a la cultura, la recreación instructiva y un entretenimiento sano y útil en el tiempo de descanso en casa.
Leer en la Isla es prácticamente una necesidad y un hábito enraizado fundamentalmente en los niños y niñas de las edades más tempranas, en coherente respuesta al serio trabajo que realizan los centros docentes por motivar y fomentar la lectura a través de los turnos de clase en las bibliotecas, o convenios como Save the Children, sustentado con el apoyo de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID).
No es extraño, entonces, que en la mañana de este lunes 30 de diciembre en los hogares tuneros estén de abrazos la música, la yuca, los tamales, las ensaladas, la cerveza, los mojitos, las carnes, la caldosa, la gandinga (hígado de cerdo bien condimentado y cocido picado en trozos), los dulces y los libros de cuentos, para colorear, historietas y poesía, porque Cuba está de fiesta aunque es un día laboral para muchos trabajadores.
Tampoco falta ese ir y venir con regalos, las visitas a familiares y amigos, fiestas en los centros de trabajo, llamadas telefónicas….en fin, el gozo de terminar un año con muchas cosas buenas personal y socialmente y la alegría cubanísima de recibir al 2014 con mayores ganas: las de avanzar más hacia la meta de lograr un proyecto socialista sustentable, posible y tributario de un bienestar mejor para su gente. ¡Y mañana se arma la más grande! El 2013 es agua pasada. ¡En horas es Año Nuevo!
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