Blogia
tugrace

Crónicas

El primer balbuceo… ¡Papá!

El primer balbuceo… ¡Papá!

Muchas Felicidades a todos los padres tuneros, cubanos, del mundo...y a mi padre que está en el cielo pero siempre se quedó conmigo.

Por Graciela Guerrero Garay         Foto: De la Autora

Palabra mágica, la primera casi siempre. Un despertador de ternura que levanta el sano celo de mamá, pero no dejó dudas. ¡Bebé ha dicho papá! ¿Papá?, sí, papá, como si entendiera a priori que tampoco tiene sustituto y será el mástil de cualquier tiempo.

Puede que sea la fuerza de la sangre o esa sensación de fortaleza que trasmiten sus rudas manos, ahora salvadas por la alegría de la creación y la fortuna de engendrar. Como dice el abuelo, el padre mayor, “hay apellido y herencia para rato”.

O tal vez suceda por la bendita manía de no estar perennemente en los trajines de pañales cambiados y, al llegar a casa, aprovecha el instante y la voz se torna imprescindible. Todo puede ser, porque en estos amores no hay códigos cifrados.

Atan el infinito, identifican en la inocencia, no aceptan equívocos, saltan la distancia… es gozo pleno. Un poder irrevocable: padre e hijo, al margen del sexo y las conjeturas, heridas o reprimendas. Complicidad eterna, más allá de la muerte.

Encuentros. Apretones de manos, confianza. Risas. Besos. Consejo oportuno. Conversación saludable. Alianza perpetua. Recuerdos. Estirpe. La edad no limita el sentimiento. Es el día de papá, como la primera vez y aquel encantado balbuceo.    

No alcanzará este Tercer Domingo de Junio para compensar sus constantes enseñanzas, en ese espiral de asombro que es la vida, en la cual siempre estas como árbol robusto y florecido. No importan mapas o inevitables ausencias. Tu semilla está ahí, en la génesis… única, especial e indivisible.

Entonces, Padre, enhorabuena, venga el abrazo agradecido. Piel contra piel, como al principio. Como la primera palabra, llena de gracia y sentimiento. Enhorabuena, papá: ¡Felicidades!

Los sueños de ser Mamá

Los sueños de ser Mamá

 

 

Ser madre es un quilate divino, un don bendecido con la más fuerte de las emociones y es para siempre. Con esta crónica les envío mis votos de respeto y cariño a todas las madres que conozco, a las que quiero y las llevo conmigo aunque el diario vivir me las aleje y no pueda decírselos como quisiera; y a todas las madres del mundo. Todas, sin excepción, merecen la pureza sagrada de nuestros sentimientos.

¡Feliz Día de las Madres!   

Por Graciela Guerrero Garay    Fotos: Ángel Velázquez (Puchy)

Quizás porque el lirio le corresponde por tradición, como la esmeralda, el misticismo del mes de Mayo sea síntesis de ese único e inviolable amor que ata para siempre: ser mamá. No importa cuán altas sean las pruebas, ni cuánto hayan crecido esas semillas que un día enraizaron en el interior de una mujer. Para ella el tiempo no pasará jamás; se eterniza entre recuerdos, añoranzas, desvelos, besos, inquietudes, preocupación y cuidados desmedidos.

Para los cubanos, dados al apego familiar y al cariño profundo, el Día de las Madres es una fecha muy especial, que cada cual celebra a su modo y, a favor de la verdad, alguna que otra vez, con hipos de nostalgias insalvables. La distancia o la ausencia infinita hacen jirones la retina, aunque al final la vida gane a la tristeza, y continúe.

No es fácil escribir “algo diferente” un segundo domingo de mayo. Evitar adjetivos, demostrar veneración por esos seres divinos que nos trajeron al mundo, con el más fuerte de los dolores y la más sublime de las alegrías… Es un reto aprisionar en palabras o una historia de vida cada segundo de ese corazón enorme que, contra viento y marea, late para sus hijos, sin pensar siquiera que puede pasar después.

Esas son nuestras madres, las verdaderas, las que no cuentan los achaques y se levantan para dar un beso y desear buen día. Quienes renuncian a sus placeres, por complacer, dejan las golosinas intactas y aprenden el mundo de las piruetas y las pantomimas por tal de arrancar sonrisas o contener un llanto…

No cabe tanto en una tarjeta, ni en las mágicas. Magas son ustedes, dadoras de luz y con muchas manos para sostener lo que acariciaron con la ternura más sublime, sin saber siquiera cómo podía ser “ese pedazo del alma” que habitaba en el vientre. Un susurro  encantado sobre las desgarraduras, que perdona y ahuyenta tempestades...

¿Qué decir ahora, cuando las flores de mayo renacen y se aplaude la idea de entregarles un Día? Es difícil, una palabra quizás no apriete en mimos la gigante pureza de una madre. Mejor, entonces, dejarle acá un inmortal abrazo agradecido y esa deuda de todo cuánto les debemos.

8 de Marzo: Génesis más allá del perfume y los tacones

8 de Marzo: Génesis más allá del perfume y los tacones

 

Para todas mis hermanas de vida y género...Feliz Día Internacional de la Mujer

 

Por Graciela Guerrero Garay     Fotomontaje: De la Autora

Sonríen, entre el sudor de la cocina o el ruido de las máquinas. Conducen gallardas bicicletas, tractores, camiones, taxis, motorinas… Son cocheras, médicos, enfermeras, cortadoras de cañas, poetas, economistas, dirigentes, cocineras, investigadoras, aeromozas, auxiliares de limpieza, almaceneras, catedráticas, recepcionistas, abogadas, ingenieras, periodistas, maestras, constructoras, bancarias, agricultoras, milicianas…

Salieron definitivamente de la Casa de Muñecas en la que quisieron retenerlas desde la época de Henrik Ibsen, para forjar sus destinos sin llegar al “norismo feminista” y andar, con sanos orgullos, por los caminos abiertos la histórica alborada del enero triunfante y revolucionario. Hoy, con todos, son el rostro valiente de las tareas más duras y pilares incansables de la vida doméstica y social.

Día Internacional de la Mujer… fecha que las tuneras reciben entre besos, flores, abrazos solidarios, reconocimientos. Féminas que se levantan con el sol y descansan sus cuerpos cuando la luna está alta en el cielo. Activas en los barrios y sus organizaciones de masas, como la Federación de Mujeres Cubanas (FMC), donde las puertas se abrieron para siempre a la dignidad y los derechos plenos. Heroínas y génesis del ser, que con un FELICIDADES bien grande apretamos a juntillas sus titánicas glorias, con amor, perdurable respeto e infinito placer.

Mujeres todas, al margen de mapas, religiones, idiomas y geofísicas coordenadas que quieran encerrarlas... dueñas de la vida por multiplicar el don de pocrear a fuerza de dolor y amor... luchadoras invencibles de inteligencia nata, banderas de coraje, inspiración de poetas y brillantes como el sol, la luna y las estrellas.

A todas, por cualquier parte, el abrazo infinito... ese que no lleva vanidades ni es formal, sino el otro, el gigante, donde las más de las veces no cabe ese ímpetu indomable de quienes, por encima de perfumes y tacones, tienen la divina luz de hacer caminos con la cuerda locura de un cuerpo de mujer. 

 

 

¡El mejor Año Nuevo!

¡El mejor Año Nuevo!

 

Por Graciela Guerrero Garay        Fotos: De la Autora

Hoy parece que todos llevamos un nudo en la garganta y anudado un pañuelo de esperanzas en los ojos. Es el último día del año 2017… ¡tan inalcanzable al parecer para quienes nacimos en el siglo XX y sacamos los primeros molares cuando, por ejemplo, el internet podría ser un extraterrestre al abrir la puerta del cuarto!

Gracias a esa palabra mágica que es la inteligencia humana y el uso de la tecnología pues, ahora mismo, pongo el corazón en el teclado, miro la imagen de Dios y los santos y las vírgenes que amo, siento la frialdad del aire que respiro, busco el trozo de cielo que me deja ver el balcón, y le pido a ese infinito universo que TODOS, amigos y enemigos, tengan este 31 de diciembre un regalo especial: salud, paz, amor y prosperidad.

Igual pienso en quienes se nos fueron y se quedaron más vivos que nunca en el alma, en los enfermos, en los que piden pan; en quienes huyen de las bombas, en los animalitos indefensos, en los perros sin dueños, en los que llenaron sus caminos de oscuridad cuando pudieron ir hacia la luz… en fin, siento que la tierra y mis hermanos merecen un nuevo año mejor porque bien corta que es la vida.

Y como cuando el sentimiento es eso, justo eso, las palabras pueden ser lo que muchas veces suelen ser…sonidos articulados, incoloros. Así que no escribo más. No hace falta. Solo este modesto consejo de una amiga que les agradece el más de millón de visitas que hicieron a mi blog este año, por estar en mi dolor y mi alegría, por compartir mis sueños, escucharme, empujarme, levantarme, abrazarme, recordarme…   

Los quiero, no hay distancia, es mentira, el olvido también. Vamos juntos por un mejor 2018, seamos más lindos… y lindo es un baúl de perlas legítimas que nada les quita valor aunque las tiren al fondo del océano. FELIZZZZZ AÑO HERMANOS, estén donde estén. Venga la buena ventura, caramba.

 

La luz es para ti, Fidel (+ Fotos)

La luz es para ti, Fidel  (+ Fotos)

 

Por Graciela Guerrero Garay     Fotos: Cubadebate

La mañana despierta con sol, los recuerdos golpean. Todo parece igual… los pregones anuncian el pan, la vianda y las hortalizas. En los mercados estatales y kioscos particulares la gente compra sus alimentos y útiles de siempre. A esta hora exacta, al despertar el día, todavía nadie sabía la noticia que enmudeció a millones de cubanos, hizo llorar multitudes y movió el sentimiento más profundo y triste de este siglo en Cuba: murió Fidel.

Hace un año, pero el Comandante se respira por doquier. No es eufemismo. Es un reto divino, real, que si bien se extraña como a nadie, se siente aquí, allá, cuyá. Halo de los grandes, de quienes enseñan y reparten y encuentran la fórmula de multiplicar panes y peces.

Muchos comentan en voz alta lo que nunca quisieron creer… ¡es mentira…! Otros les hacen honores en sus puestos de trabajo, con un mejor esfuerzo. No faltan flores en las casas que le tienen como el Dios de sus vidas, porque les convirtió los cuarteles en escuelas, les alfabetizó, abrió derechos nobles a sus caminos y los hizo nuevo.

II

El sábado corre en los minutos del reloj. Nadie olvida. No pueden olvidar al hombre que entregó libertad a una isla, que convirtió en Faro de América Latina. Por los canales de la Televisión Nacional le abrazan los ojos de un pueblo que, ante la ausencia física, le rinde homenaje este sábado 25 de noviembre desde lo hondo del pecho, que le sabe estrella de cada amanecer y guía de futuro.

Sigue vivo, la obra está aquí. Cabalga, es el sentido de la idea, la Revolución tangible, la inspiración constante. Fidel… y en el viento revoletea la esperanza, su aliento de lucha, la fe en el mejoramiento humano. La raíz, con y sin dolor. Los recuerdos vuelven. Los tuneros comparten sentados frente a sus televisores el homenaje de los cubanos, con la Gala Político Cultural que se trasmite por el canal Cubavisión.

UN DÍA DESPUÉS

Es domingo. Fidel en la memoria. Hay votaciones generales en los barrios, las circunscripciones, para elegir los Delegados del Poder Popular, quienes integrarán las Asambleas Municipales de ese órgano legislativo. Nadie olvida al líder que le enseñó la gloria del grano de maíz, que hizo del principio martiano un haz de fe para la Patria Socialista.

Un año… pero jamás se fue, nunca se irá. En ese voto secreto y directo que hoy dejan en las urnas los tuneros y cubanos cabalga, porque como dice la canción dedicada a él…lo concebimos eterno y es eterno, la Cuba que liberó desde la Sierra Maestra, su batalla de ideas, el internacionalismo, la felicidad de los niños, el bienestar de los ancianos…su pueblo está aquí. Y Fidel es pueblo. La luz es para ti, Comandante.

Las fotos que guardarán para siempre este momento que nuestro líder nos enseñó a ser especial fueron tomadas de Cubadebate. Con en él en el corazón fueron hoy a las urnas tuneros y cubanos. 

 

 

 

El sombrero alón atrae nuevamente flores

El sombrero alón atrae nuevamente flores

 

Por Graciela Guerrero Garay     

Los jardines quedarán sin flores. Siempre el 28 de octubre sucede. Es el Comandante del pueblo, Camilo Cienfuegos, quien las lleva a los ríos y al mar. Un encuentro con la historia y la memoria agradecida de los tuneros y una isla, que no olvidan al Señor de la Vanguardia y el Héroe de Yaguajay.

Temprano, cuando el sol abre por el este, ya andan con sus padres, abuelos, tíos o vecinos los más pequeños. Inquietos por cortarlas con el frescor del rocío y llegar a la escuela con las manitas llenas de amapolas, siemprevivas, girasoles, rosas, lirios blancos, violetas… O las otras, que compran en mercados y florerías… azucenas, príncipe negro, gardenias…

Amor infinito que año tras año fortalece la hermosa tradición, surgida cuando el avión en que volaba desde Camagüey a La Habana cayó al mar. Nunca lo encontraron, a pesar de las intensas búsquedas y los pedidos al cielo de un pueblo que le idolatra por sus excepcionales condiciones de guerrillero y revolucionario.

El 28 de octubre de 1959 ganó la gloria, donde nunca mueren quienes siembran cosechas eternas como él. En la escuela, defendió a sus compañeros más jóvenes de las travesuras de los mayores. Su carácter jovial y franca sonrisa le ganó amigos a primera vista. Protestó, en plena adolescencia, por cualquier injusticia e hizo la diferencia en 1948, cuando participa en las censuras populares contra el aumento del pasaje en ómnibus.

Bromista, alegre, camarada, en 1954 inicia su contienda contra la dictadura pro imperialista de Fulgencio Batista y decide emigrar a Estados Unidos para evadir la persecución, pero antes lo detuvieron y torturaron en la cárcel. Doce meses después lo capturan y deportan a la Patria y, de inmediato, se incorpora a las luchas estudiantiles. Tiene que volver al exilio y allí conoce del proyecto dirigido por Fidel Castro, con el objetivo de organizar la expedición del Granma y hacer la guerra definitiva por la libertad de Cuba.

Es Camilo para siempre, el Comandante del sombrero alón y el corazón de oro, en el momento en que llega a México y se une al movimiento 26 de Julio, viene en el yate Granma y forma parte de la Columna 1, dirigida por el líder inmortal de la Revolución. Combate a combate, herida y cicatriz, demuestra su coraje. Pasa a la tropa del Che, su amigo inseparable, hasta que dirige la Columna 2, encargada de la riesgosa misión de llevar la invasión al centro del país.

El primero de enero de 1959 y era pedestal de la victoria, querido y admirado por quienes compartieron los días de la Sierra Maestra y las batallas del llano, por el pueblo que le recibió con clamor. Aquel día fatal del 28 de octubre de ese mismo año jamás se olvida. El avión Cessna 310 que lo llevó por cuestiones de trabajo a Camagüey, nunca regresó a La Habana.

Sucede que el tiempo se detuvo, más de medio siglo después. Siempre, con sol o caricias de invierno, las flores van a buscar a Camilo en el río o el mar. Las multitudes de tuneros – cubanos de cualquier parte- le honran y su imagen se levanta, sonríe, apunta al mañana.

Un futuro que el Comandante de sombrero alón dejó clarísimo en su último discurso: Si deshecha en menudos pedazos/ llega a ser mi bandera algún día/ nuestros muertos, alzando los brazos/la sabrán defender todavía.

Los jardines no están tristes. Manos de todos los tamaños, credos y colores llevan sus frutos y las aguas, cadenetas de amores y de Patria, confirman la verdad de Fidel Castro, en el pueblo hay muchos Camilo. El héroe de sonrisa amplia trae nuevamente flores.

La memoria es para siempre

La memoria es para siempre

 

Por Graciela Guerrero Garay

Es diferente, aunque no se transformen las esencias. Los besos y abrazos volarán hacia los cielos, allá donde se guardan los recuerdos eternos y el amor infinito porque tiene cuanto dimos y sentimos para siempre, y se salva de las heridas y los desmanes humanos. Este 13 de agosto es todo… una lágrima, una vela, un ramo de flores blancas, rojas… Es la cosecha que se recoge de las huellas con que hicimos el camino y Fidel Castro Ruz es Fidel, el Comandante. Aquí y en cualquier sitio. En el dolor jamás existe olvido.

Su imagen volverá con la sonrisa de los momentos triunfales. Estará de cumpleaños en cada obra que hoy permite que los niños tengan salud y educación, seguridad en las calles, alegría en los barrios y protección social. O en los ancianos e impedidos físicos que viven en centros asistenciales con lo elemental para que la vida sea menos cruda y desvalida. O en quienes luchan por un mundo mejor, aunque parezca imposible y el odio trate de doblegar la paz.

La presencia física no es exactamente estar aquí. Es la idea que convirtió vocación y torre donde hizo falta. Es la reflexión y la enseñanza, el ejemplo y el honor. Es la omnipresencia del ser multiplicado o solitario, bajo la más íntima complicidad del pensamiento. Nunca el decimotercer día del octavo mes podrá ignorarse. No solo las efemérides lo traerán de vuelta. Cabalgará como el jinete del tiempo, en una frase, un himno, una consigna…

Como siempre, borraremos la tristeza y  reviviremos cada puño de victoria, el hito de alegría. Es diferente pero, por suerte, está. No importa que alguien crea que no existan razones para convocar los sueños y compartir señales de fiesta. Todo está en todo y la canción nunca se borrará del corazón. Fidel es Fidel.

El pueblo es memoria interminable. En cada rezo y evocación está el milagro de la vida y el Comandante nacerá eternamente este 13 de agosto, nadie dude. Es diferente ahora, pero de cualquier forma, hasta mirando el sol, regresará en el leve suspiro de la gente. ¡Está de cumpleaños el Comandante!... y la voz correrá sobre montañas interrumpidamente… burlará las pezuñas de la ausencia y traerá de vuelta al nacedor invicto, al verde olivo, al eterno barbudo de la Sierra… y el mito tendrá voz en todas partes… no hay muerte. ¡Fidel!, ¡Fidel!… ¡Felicidades, Fidel! La memoria es para siempre.  

Los hombros más altos del mundo

Los hombros más altos del mundo

 

 

A quienes ya no están, pero dejaron huellas por todas las esquinas. Esta foto es uno de mis grandes tesoros. Aquí está mi padre, con mi hijo Lloansy y yo, en esos únicos e inolvidables momentos que compatimos con ese ser que es orgullo de mi vida y lo será eternamente,Isaias Ramón Guerrero González, mi padre.

 Por Graciela Guerrero Garay              Fotos: De la Autora

Pienso. Y está ahí en la semilla que crece y se cultiva.  En quien decide muchas veces el destino del hogar y de los hijos. En quien riega lo bueno y lo malo. En quien levanta la primera piedra o emite el primer regaño. En quien trasmite la seguridad y el miedo. Padre es esencia y vida, por encima de cualquier virtud o apotema humano, logístico, matemático.

Es amor y trae el don de recibir el primer balbuceo de su estirpe. La magia de tener las manos rudas y más fuertes. Callosas en la ternura del tiempo y las esperanzas. Privilegiadas en dar seguridad y compañía. Padre es un halo de fuerza que te cubre.

Cada día está dondequiera que estemos, y nos salva la rutina del espasmo. Por eso no acepto que le tilden de cualquiera. Nadie como él nos levantará del suelo ni caminará por los trillos empedrados, a prueba de llagas y desvelos. Nadie.

La herencia de la sangre, el sudor de la familia, el tacto en la oscuridad, el silbido de alegría, la sombra dibujada en las paredes. Encuentro de juegos, aciertos y desaciertos cotidianos.

Padre es estirpes que se clava en el pecho cuando la nave parte. El fuego que alimenta los recuerdos y sana las nostalgias. La cordura que endereza torcidos recovecos del alma. El papalote enorme, gallardo y guía en medio de vientos caprichosos o molestos.

Hoy es tu día, Padre. Un día, Papá, que el almanaque marcó para decirte que “Te quiero”. Pero ni creas, siempre habrá una frase  de amor y un te quiero. Tampoco dudes que tus manos se olvidan porque no las toco. Estás en todo, y por suerte ya se rompe el mito de que tú, mi padre, puedes ser cualquiera. Qué locura… solo tú eres vena de mi vena y el dueño legítimo de los hombros más altos de este mundo.

Te quiero, Pa. Felicidades donde quiera que estés. Tus huellas están por todas las esquinas.

 

 

Rosas con perfume de mujer

Rosas con perfume de mujer

 

Por Graciela Guerrero Garay       Fotos: De la Autora

Abre el miércoles con rosas y rocío. Se engalanan. Ponen tacones altos. No es justamente la elegancia la que distingue el día. Es el compromiso a convertir la fecha en un nuevo himno de esperanza. Muchas saldrán a defender sus derechos en otras locaciones. Las cubanas, para orgullo de sí, tendrán fiestas en sus colectivos de trabajo, recibirán el tierno abrazo de sus esposos, hijos, amigos…el ¡Felicidades! cariñoso de los vecinos, la mirada cómplice de algún enamorado.

La alegría rueda, aunque la guagua demore lo de siempre y hagan huellas sobre las mismas piedras. Hay algo diferente que enaltece, aún cuando las cargas domésticas agobien y se pida a voces un respiro. Es saberse dueñas de su esencia. Conscientes de estar donde quieren multiplicar el talento. O abrir un libro. O cultivar un fruto. Es ser mujer, respetada y querida.

Marzo 8 en el almanaque de los mapas y los calendarios de este mundo. Día Internacional de la Mujer, la matrix del genoma humano y el aliento de las historias de amor y de combate. Fecha pequeña para tantas memorias en todas partes. Latinoamérica puede ser el arquetipo de estas luchas, pero no. Viene a mi mente Ochín, la hermosa leyenda de la mujer asiática. Hay hembras, como dice mi viejo consejero, en cualquier sitio para quitarse el sombrero.

Hoy las rosas, el sol, el arcoíris… el poema de un viajero trasnochado. El grito de la vida. El aullido de muerte. El consuelo. El vuelo de un pájaro… todo tiene perfume de mujer. Quizás porque tendieron puentes sobre negros abismos o porque, simplemente, el duende del destino quiso, por razones que sobran, darle a su figura un pétalo de fuerza, un carmín para pintar palabras y un empuje sin muros…  

¡Felicidades, amigas! Ahora mismo amanece y las flores despiertan con la empática suerte de compartir colores. Es tu día, guerrera desde los tiempos blancos. Aticemos el fuego y otra vez, por mañana, empinemos talones y marchemos, en un solo suspiro, el suspiro perpetuo, del alma de MUJER.   

El Marzo de las mujeres

El Marzo de las mujeres

 

 

Por Graciela Guerrero Garay     Fotos: De la Autora

Nuevamente Marzo, con tu día circulado en el almanaque de la vida y las fechas memorables. Otra vez siento deseos de decir que este tercer mes de ponderarte es un ritual hermoso, pero pequeño ante la grandeza de tu pasos en un mundo que te aprieta la cintura, te nubla los ojos y hace que tus manos tengan más de todo lo posible… cayos, heridas, tierra, fusil, fuego, azada, desvelos, empeño, sudor… ¡Y no pierden la ternura!

Por los murales se anuncia la efeméride. Hay complicidad en los compañeros de trabajo para brindar por ti el ocho próximo. En casa también te darán flores y besos, quizás algún otro regalo. Eres el eje del estreno de una primavera que asoma un poco seca. Por suerte, aquí, en la Mayor de las Antillas, caminas libre y eres, decides tu vocación, tu familia, tus atuendos, tu destino, sin que ello, por supuesto, te salve de las cargas domésticas, de la violencia que viene escondida en un gesto extraño o conocido, en un beso que no te dan y lo mereces, en la ausencia tan simple de un piropo a tu entrega ilimitada y eterna.

Siempre vas de rojo, por eso marzo me parece demasiado corto para tu voz firme, quizás altisonante, pero necesaria y consejera, allá donde la madre es soldado y sostén, bandera y guía. Tus pasos cotidianos, imborrables, dentro y fuera de los trillos de las conjugaciones verbales.

Vas de rojo, mujer, porque eres vida. Desde el vientre y hasta ese lugar en que caben la paz y la armonía, donde la guerra es a veces la cordura o un soneto de luz interminable. Andas, internacionalizas tu nombre y multiplicas el don y la virtud del imposible. No importan las trincheras ni los mapas, las distancias y las dificultades.

Puede que hoy no estés donde estabas ayer ni estarás mañana. Mas, la huella y el perfume quedan y apuesto porque alguna semilla de tu halo despertará, de pronto, tu recuerdo, tu trabajo, tus ideas. Esa ascentral sabiduría que quizás te haya dado la costilla de Adán multiplica energías  cuando a  los fuertes les agobia el cansancio. Ciertamente, tanta tenacidad no es para una jornada de homenaje. Eres lucha, perdón y amor por siempre.

Vas de rojo mujer, porque te agitas en la esencia aromática de un beso. Porque tus pies no temen a las rocas. Porque sacas aliento de tu aliento. Vas de rojo mujer, porque eres sangre de victorias y pechos encendidos. Eres marzo, abril… la primavera. Eres tanta mujer en todas partes que, sin tintas de más, todo te alcanza para hacer de tu ser un verso vivo y convertir tu nombre en una estrella.

Hay complicidad en el ambiente. Bienvenida… siendo piel de tu piel… vamos a andar. No es al primer rompecabezas al que encontramos la ficha perdida.  En cualquier parte somos eso… Mujer… cinco letras que sacuden el mundo y renacen las nuevas primaveras. Marzo 8 es nuestro, pero tú y yo sabemos que cosechamos con dignidad el pan de cada día.

Día de la Medicina Latinoamericana: Rosas rojas por Fidel

Día de la Medicina Latinoamericana: Rosas rojas por Fidel

 

Por Graciela Guerrero Garay               Fotos: De la Autora

Hay palabras que no testifican ni ilustran el valor de los hechos ni las sensaciones que experimenta el hombre en determinados momentos. Quizás, por eso, cuando me encuentro cada día con esos cientos de médicos, enfermeras, técnicos, estomatólogos y todo el enorme centenar de personas que trabajan en los hospitales, policlínicos, consultorios médicos, cuerpos de urgencia… siento que llevan en sus ojos la felicidad de millones de seres humanos o la triste impotencia de un lágrima que le cuajó la muerte, burlando el más grande y el mejor de los esfuerzos.

Son tantas las gotas de amor y sudor que mezclan cada minuto de ejercicio los profesionales de la Salud en Cuba que, sin egolatría, parece una injusticia que el 3 de Diciembre sea solo la fecha que les reconozca tanto y todo. Hay ética, humanismo, desprendimiento, sacrificio, riesgo, insomnio, perseverancia. Están aquí, allá en el África, por toda América. Por llanos, montañas, casas de campañas, aldeas… entre epidemias, geografías desconocidas, en lugares imposibles y enfrentando, a veces, lo que parece irracional al corazón y los sentidos.

Por eso hoy, ahora mismo, es mucho más que una efeméride. Es el mérito al valor de la medicina cubana, su arraigo internacionalista, su dimensión humanista y popular. Es la convergencia pura de generaciones de hombres y mujeres decididos a estar más allá de las tormentas de luto excavando por la vida.

Dentro y fuera de la Patria son tan extraordinariamente especiales para el amor y los actos heroicos que yo, con todas las vivencias humanas que guardan mis agendas,  no encuentro verdaderamente una medalla que los aquilate. Prefiero, entonces, dejarles en la solapa de sus batas blancas una rosa roja, símbolo de esa mezcla enorme de gratitud que nos llevamos, muchas veces en el silencio  o un recuerdo infinito, quienes en un instante cualquiera vamos allí, donde ellos, a buscar la luz que nos oscureció el cuerpo y nos enfermó el alma.

Y junto a los nuestros, a esos cubanos que se unen desde latitudes diversas al dolor de la partida de su líder invicto, tal como si estuvieran entre las caravanas enormes que hicieron cordilleras de fe por todo el archipiélago, también va el abrazo para quienes comparten junto a ellos el don de sanar. A los que honran, estén donde estén, la profesión  que necesita manos sabias, corazón de pueblo y sensibilidad para compartir el dolor, curar con altruismo y quedarse con las sonrisas de los que vencen las cicatrices incómodas de las enfermedades. A todos… ¡FELICIDADES! 

 

No hay adiós en la eternidad del alma

No hay adiós en la eternidad del alma

 

 

Por Graciela Guerrero Garay

Comandante, estás bien cerca de llegar a tu indómito Santiago. Al Olimpo de los Héroes. Al inmaculado lugar donde la muerte es un grito de la vida. Por suerte, no tenemos que decirte dónde estás Fidel, porque supiste multiplicarte desde todo y para todo, con fisil y sin fusil, amor y fortaleza. Tu gallardía bastó, siempre, para ahogar la voz y humedecer las manos, y luego, con la mirada erguida,  avivar el combate.

No puedes partir al cono de los muertos. Lloramos tu ausencia y no por esperada la noticia, tu muerte nos cayó como un plomo artillero, tal como hiciste en el Moncada y multiplicaste por la Bahía de Cochinos.  Lloramos… no queremos esta sacudida del cuerpo y los sentidos. No queremos mirarte en la distancia. Es muy difícil no encontrarte ahí, con tu sabiduría exacta, previsora, como el más venerado de los ancianos nuestros!

Hemos perdido al padre que levantó imposibles y nos tendió sus manos. Hay un vacío gigante, irrellenable. El silencio no es pausa, es un dolor profundo. ¿Dónde esconder tanto de todo?, si tenemos el grano de maíz y la alborada, el camino intachable y el honor de guiarnos, el amor infinito de toda tus pisadas. ¿Cómo aceptar la muerte, si estás vivo en los ríos que corren, en las tierras que paren, en la gente del monte, en la de todas partes? Tu ternura fraternal, humana y compañera palpita por doquier… es quien soy, lo que es aquel… es la escuela, mi barrio, los centrales… Hay que repetirlo, eres todo, sin egos ni rangos, sin jactancias simétricas ni olvido.

Muchos no entienden, pero son menos, muchísimo menos que los que hoy encienden velas y riegan flores por los cinco continentes. Son nada, absolutamente nada, ante quienes con lágrimas confiesan las torceduras que sienten en el pecho.  Se esfuman ante este pueblo erguido y silencioso que en Las Tunas, como por todos los rincones de la Patria, desfilaron y te acompañan en ese reto interminable al que le diste nombre: Revolución.

Fidel, nuestro enorme y ejemplar Fidel. El hombre que inclinó su estatura para besar a un niño. El soldado de primera fila, el maestro que salvó de la ignorancia a sus hermanos, aquí y por el mundo. El Comandante fiel, cariñoso, sencillo. El ser humano justo, compañero, hacedor de sueños, esperanzas, justicia. El guerrillero de los desposeídos y los marginados. El campesino, el obrero, el doctor, el amigo. El inquieto por las desgracias ajenas y las nuestras, aunque oliera a utopía resolverlas. Fidel…nuestro eterno Quijote de luz clara.

No hay que dar orden alguna, no hace falta. Te quedas, Comandante, en esta fila interminable que espera tus cenizas a lo largo de la carretera. En estos miles de corazones que laten a tu paso. Eres el sol, la semilla, la mostaza. Eres el verbo y la risa. El pasado, el presente y el futuro. Volverás al  Granma y regresarás resplandecido desde lo alto de las palmas y las lomas. Para ti, Fidel, no se puede escribir en pretérito ni obedecer el ritual de la Gramática. Solo cabe el plural, el nosotros, en esta dimensión que nos enseñas.

¿Cómo decirte adiós?...si acá andan por cientos los uniformes verde olivos. Hay millones de libretas y lápices. No sé qué cantidad de hospitales y escuelas, barrios nuevos, montes con electricidad, mujeres dirigentes, niños y jóvenes que no pagan un kilo por la atención médica, ancianos llenos de la fe que le inculcaste…

No partes, mi eterno Comandante, aquí no más hay una escaramuza. Tus huellas andan de misioneras por todas las paredes, hacen promesa de esta triste mañana. Está la estrella… y la victoria existe y la consigna es  cierta. Y tu voz no se apaga porque viene en el viento, es un golpe de lluvia y un tocororo nuestro... porque eres Fidel para todos los tiempos y este nudo, caramba, que aprieta estas cuartillas es el puño de miles, de millones, en tu puño de gloria, Comandante. 

Fidel, entre la noticia y los amores, no hay muerte

Fidel, entre la noticia y los amores, no hay muerte

 

Por Graciela Guerrero Garay        Fotos: de la WEB

El viernes en Las Tunas hubo un día gris. Justo cuando ya la noticia circulaba por los medios, llovía. Nadie quería dar crédito a nada. Parecía una campaña más, de las tantas que le hicieron en sus 90 años y sus más de 50 de Presidente de Cuba. La alocución breve, dolorosa y real de Raúl Castro paralizó el curso de la noche: Fidel ha muerto.

La frialdad del 25 de noviembre no se quedó en la piel, fue hasta el alma. Los ojos de mis vecinos, el teléfono sonando, unos para confirmar y otros para repetir lo que parecía una pesadilla, tejía, entre la humedad del iris y el “coño, no puede ser”, una cadena de amores donde no cabía el luto y la certeza.

Otra vez Cuba se vistió de negro, así no más. En el eterno misterio de un minuto. En esa dimensión humana donde la verdad se rechaza y preferimos la mentira, aún cuando sabemos que los mortales somos eso, hijos adulterados de la muerte. Por mis alrededores, pocos durmieron. Una manera nuestra, cubanísima, de estar juntos a los que amamos en todos los segundos.

El Comandante Fidel, nuestro padre espiritual, el líder excelente y humano, el previsor, quien quitó la sangre de las calles y convirtió los cuarteles en escuelas, ya no podía regalarnos un día de Reflexiones o invitarnos, con verbo en voz, a la próxima batalla. Yo lo quería ahí, viejito, pero ahí, me dijo Julia La O, una de aquellas muchachas que él le abrió horizontes con el proyecto Ana Betancourt para mujeres campesinas.

Es verdad que está muerto el Comandante, pero otra vez la muerte no puede con nuestros recuerdos ni esperanzas. No puede llevarse el corazón ni las ideas. No puede quitarnos la memoria. Otra vez vuelve a ser mentira, pura mentira. Infinitamente, como el cielo y el sol, hora a hora, siglo y siglo, Fidel es Fidel.

Multiplicado anda ahora mismo por esos soldados que cuidan la frontera, por los faros que anuncian nuestros puertos, en los niños que nacen, en los abuelos que tienen una pensión, modesta quizás, para paliar la vida. En todo, Fidel anda en todo. Jamás podrá irse. Es la palma, el tocororo,  la Sierra, la historia, es Cuba, caramba, es Cuba. Tal vez no fue casualidad ni coincidencia que partiera al Olimpo, justo el día en que salió el yate Granma de Tuxpan, México, para traer la luz a su Moncada.

Las flores van a ríos y mares… a ¡Camilo!

Las flores van a ríos y mares… a ¡Camilo!

 

Por Graciela Guerrero Garay      Fotos: De la Autora

No hay una casa en este Balcón de Oriente que no piense en flores este amanecer. Y estas casas de acá son las misma de allá, las de nuestro archipiélago. No habrá un río que no mezcle sus aguas con el perfume natural de cualquier rosa, girasol, amapola, mariposa, no me olvides, campanillas, lirios, azucenas…  No quedará una ola que no dance al compás de los colores y el amor. ¡Es el día de Camilo!

El despertar puede regalarnos soles tibios, frialdad, sereno, neblinas y hasta cielos nublados y grises. No importa. El 28 de octubre es la fecha del Héroe de Yaguajay, del Comandante del Pueblo, del Señor de la Vanguardia. Un día eternamente vivo, porque todos, hasta los más pequeños que todavía no van en caminatas por avenidas, calles, senderos, terraplenes, trillos y veredas, le conocen. ¿Quién no habla de Camilo Cienfuegos en Cuba?

Es más que historia y leyenda. Es una prolongación de sueños, como las estrellas en el firmamento.  Es la risa de esos pioneros que hoy lo recuerdan y le llevan sus esperanzas al sitio que escondió su figura, pero no pudo borrarle la huella ni ese carisma de guerrillero ejemplar que lo inmortalizó. Las profundidades del mar tal vez se hicieron para ocultar las riquezas más grandes.

Bella esta mañana de viernes por las cuatro esquinas. Únicas las escuelas con sus actos y todos esos escolares con las manitas llenas de ramilletes,  y el brillo en los ojos, entre la candidez de sus rostros y la libertad crecida por todos los pasillos. Camilo, multiplicado, como las semillas que regó por la Sierra Maestra y repartió en el llano.

¡Qué felicidad esta de encontrarte siempre! Suerte de ser testigo de compartir el trigo de tus manos rebeldes. Creo en la fe, y la inculcaste. No por ser tradición, año tras año, cambia la fuerza de esa mirada tuya, Comandante. Son tus botas de pueblo y cubanía, de todos los tamaños, credos y profesiones, las que van ahora mismo, de oriente hasta occidente, a decirte con flores que no existe el olvido.   

¡Seguimos contigo, Guerrillero!

¡Seguimos contigo, Guerrillero!

 

Por Graciela Guerrero Garay      Fotos: Archivo de la Autora

¿Por qué será que el Che tiene esta peligrosa costumbre

 de seguir naciendo?

                                                      (El Nacedor, de Eduardo Galeano)

Otra vez el recuerdo hace cierta la noticia: Guevara está muerto. Pero como aquel 8 de octubre que simuló llenar de oscuridad al mundo, es mentira.  Ernesto Guevara de la Serna, el Che, está entre quienes nunca pierden la esperanza ni le temen a las bombas, sean de papel o dinamita.

Los seres especiales, los que hacen caminos y dejan huellas sin quererlo, se multiplican. Él sigue su periplo por América. Su estrella jamás la esconderán las nubes, ni las tormentas solares ni el apocalipsis. Millones se aferran al mejoramiento humano… luchan, sueñan, combaten. ¡Y de pasiones revolucionarias, ni se diga!

Ahora mismo esta isla, que lo acogió como al mayor de sus hijos, triplica el trabajo y la esperanza. Hay una solidaridad desbordada por los cuatro puntos cardinales. El ciclón Matthew destrozó a Baracoa y para allá andan, como él anduviera, compañeros de todas las provincias. El ejemplo vertical que inculcó en cualquier parte, y le regaló amigos infinitos por doquier borra los vientos y las desgarraduras. Crece su virtud, un huracán de guerrilla y de victoria.

 Hay plantas como el cacao – dijo Eduardo Galeano- que crecen al sol, cuando hay, y si no hay crecen a la sombra. Escuché decir que no necesitan sol porque lo llevan dentro. El Che era una de esas plantas, y por eso sigue siendo.

Ese, su resplandor, que arrastra millones hasta siempre, en un octubre de memorias y homenajes, con fusil y palabras, no tiene otra respuesta. Alma adentro, ¡seguiremos contigo, Guerrillero!

 

El crimen de Barbados jamás cerrará sus cicatrices

El crimen de Barbados jamás cerrará sus cicatrices

 

Por Graciela Guerrero Garay       Fotos: Archivo de la Autora

Es como el otoño… gris, hojas secas tiradas por el viento, flores que se marchitan pronto, tardes sin ese halo divino que despiertan los novios de la primera vez. Octubre está lleno de cicatrices, y empezaron temprano. No más la hoja del almanaque se asomaba y ahí, justo el 6, la maldita noticia. La evidencia.

“Pégate al agua, pégate al agua…” es un juego de palabras terroristas, Diabólico. Una frase que cuarenta años después es un puñal de sangre, lágrimas, condena, repudio e impunidad. El autor intelectual del crimen está libre, exactamente libre en la nación que gestó y pagó la idea de sabotear un avión de Cubana, el cual regresaba a la isla con una delegación de jóvenes esgrimistas llenos de alegría, orgullosos de traer a su Patria y la familia, al deporte nacional, sus medallas de oro, ganadas en el Campeonato Centroamericano y del Caribe.

El crimen se gesta en Caracas, Venezuela. Ponen las dos bombas de muerte los venezolanos Hernán Ricardo y Freddy Lugo. Sus autores intelectuales llevan los nefastos nombres de Orlando Bosch Ávila y Luis Posada Carriles, quien no paga su alevosía inmunda por las leyes de los Estados Unidos, la nación que gasta millones para financiar acciones de este tipo contra el pueblo de Cuba.

¡40 años! El dolor de las 73 vidas a bordo nunca acabará. La sensibilidad humana, la pura, no tiene que hacer grandes esfuerzos para imaginar lo vivido por ellos. Las familias no pueden olvidar cuantos abrazos y besos  quedaron congelados. Menos, muchísimo menos, la interminable ausencia.  Los 57 cubanos, 11 guyaneses y 5 coreanos están dignamente vivos en estos otoños desgarrados. Tenemos memoria y, como pedestal, alientan las batallas de sus pueblos.

Aquel 6 de octubre de 1976 nunca pudo ser un día más del calendario. De Las Tunas había dos jóvenes atletas que se esperaban con ansías y alegría. Nunca llegaron. Las lágrimas, los profundos gritos de dolor, cruzaron todas las calles de este pueblo  y encontraron sus iguales por toda Cuba. Fidel Castro lo grabó eternamente en su frase ejemplarmente amorosa y acusante: … “¡Cuando un pueblo enérgico y viril llora, la injusticia tiembla!”

La obligada despedida fue el 15 de octubre y la Plaza de la Revolución, en La Habana, se llenó de luto eterno. Hoy, también, están hondas las palabras del líder de la Revolución Cubana… (…) “el dolor se multiplica”. El Crimen de Barbados jamás cerrará sus cicatrices.

(Más detalles en www.ecured.cu/Crimen_de_Barbados) 

Un domingo con cara de prisa y disciplina precavida

Un domingo con cara de prisa y disciplina precavida

 

Por Graciela Guerrero Garay       Fotos: De la Autora

No parece domingo. Muy pocos durmieron la mañana y las bodegas, los comercios, las placitas…todo anda abierto y lleno de tuneros como un día de miércoles o cualquier otro. Velas, mandados, alambres, tablas, cemento, golpes de martillos, antenas de televisión… El pionero Alejandro, altoparlante en mano y dicción clara, alerta y llama a cumplir las medidas de la Defensa Civil y la prisa se multiplica por las cuatro esquinas.

Mi barrio este segundo día de octubre es igual a los demás. Huelo que hay que agilizar la recogida de las podas y la revisión de los tragantes, no solo de las casas, sino los públicos porque, justamente aquí está el móvil de las inundaciones y el enmascaramiento de muchos accidentes cuando se inundan las calles.

Estamos en fase de Alerta Ciclónica por Las Tunas. Televisores y radios más altos de lo acostumbrado, para escuchar las noticias mientras se realizan las tareas domésticas. Hay que dejarlo todo listo, pues mañana lunes es casi evidente que el poderoso Matthew toque nuestra Isla por el sur, Guantánamo o Santiago de Cuba, pero, como dice el Doctor Rubiera en sus puntuales y esperados pronósticos, es un huracán grande y entre por donde entre abarcará casi toda la región oriental, de mantener la trayectoria.

Muchos cubanos, cientos, no han dormido ni dormirán hoy tampoco. Evitar la muerte de nuestra gente es lo primario. Empero, la riqueza de los cultivos, los animales, los almacenes… lo más mínimo es igual de vital e importante. No es la primera vez que las pérdidas nos aprietan mucho más los cordones y estos tiempos se gastan la broma de ser complejos y riesgosos.

Por eso este domingo se viste de lunes. Está lleno del coraje y la esperanza de todos los cubanos. Y mi gente, la tunera, como los de allá del “Chago” y el “Guaso”… la bella y sacrificada gente del oriente de Cuba trae manos de pulpo, empuja los músculos y anda de carreras por doquier. Matthew es otra de esas espadas naturales que no podemos eliminar del mapa, pero sí esperarla con chalecos de hierro para que no nos arrebate lo que con tanta hazaña, prodigio y desvelo construimos.

8 de Marzo: Mujeres obreras: Las flores del día

8 de Marzo: Mujeres obreras: Las flores del día

Por Graciela Guerrero Garay       Fotos: De la Autora

Diversidad de rostros… manos… atuendos... oficios… talento… profesiones. La ternura es la misma. Compartida. Multiplicada. Cultivada bien hondo y dada a los demás, no solo a los suyos.

Canas. Lozanía. Patria. Mujeres. Van en filas hermosas a construir la vida. O a pintarla con sus perfumes y sudores. Tuneras. Cubanas. Obreras. Las flores del día. Noches de cansancio, espantado con un beso. Madres. Soldados. Esposas. Hermanas. Solidarias. Internacionalistas. Sacrificadas más allá del compromiso y el deber. Únicas… en Marzo, Mayo y para siempre.

Notas para distinguir a las cubanas:

Desde su escalón de Delegadas del Poder Popular, esa magia de las tuneras para desafiar el tiempo: profesora de la escuela militar Camilo Cienfuegos, madres de familia, dirigentes comunitaria, militantes, federadas, cederistas..

Multiplicar vidas y mover energías desde la práctica masiva del deporte, donde las tuneras destacan en los proyectos por Nosotros Mismos, las comunidades, las áreas del INDER, las escuelas y el desarrollo deportivo local, nacional e internacional.

La Salud Pública es una esfera donde ganan cada día más prestigio y presencia dentro de la Patria y en centenares de naciones en el mundo.

El trabajo por Cuenta Propia es otra trinchera económica del país donde las tuneras, en número importante, encuentran formas de empleo, socialización y hacen tangible el derecho de igual que las ampara por Ley constitucional.

Educar…en este sector del MINED las mujeres tuneras llevan el protagonismo y uno de sus aportes más relevantes a la consolidación del Socialismo en Cuba y la provincia.

Nadie crea que estás muerto, Comandante Chávez

Nadie crea que estás muerto, Comandante Chávez

 

Por Graciela Guerrero Garay  Fotos: Archivo de la Autora

Tal vez tuve un día demasiado estresado para escribir las palabras justas que no dejan morir tu voz ni tu mirada, aún cuando no dudo que algunos anden hoy de banquete por ríos y montañas. La gente –todavía no entiendo- es morbosa en sí misma y hace cruces indebidas por doquier.

No importa. Las más grandes nevadas jamás han podido sobrevivir a los rayos del sol y millones sabemos que andas merodeando, a pesar de tanto y todo. De complot y falacias. De mentiras y fraudes. Eres la esperanza eterna y llenas los abismos de fe como nadie supo antes, contigo y después. Ya un día aprendí de mi padre que los héroes no mueren. Pobres de aquellos que dicen lo contrario y acuñan con poderes insulsos, y el ego esculpido en la basura.

Nunca partirás hacia el olvido. Nunca. Habrá neblinas, hasta incluso más húmedas que ahora. Se jugará la última carta y pregonarán el apocalipsis a los cuatro vientos. Nada nuevo que no predestinaras y tuvieras entre las alertas de tu agenda. Los pueblos están en cualquier parte y tú, Hugo Chávez Frías, eres pueblo.

Este 5 de marzo no voy a negarte mi tristeza y, mucho menos, evitarte las lágrimas de miles. Siempre es duro volver a renovar aquella nefasta realidad del 2013. No saberte de carne, respirando. Lo vital es la esencia y el fluido. La raíz y el combate. Y aunque quieran o no, aunque te maten, tu serás en lo eterno… ¡Comandante!

 

 

¿Y quién dice que ya nadie quiere a nadie?

¿Y quién dice que ya nadie quiere a nadie?

 

Por Graciela Guerrero Garay     Fotos: De la Autora

Podría, quizás, quitarle a las musas el más apasionado de los latidos mortales, piel a piel, y escribirle a Cupido una nueva oración para el amor. Es domingo, un excelente día para los enamorados, pero en los altavoces de las rutinas cotidianas, tal como pregonan un bocadito de helado, la gente dice que ya nadie quiere a nadie.

A veces, lo creo. Otras, me pregunto, ante un acaramelado beso que me regalan dos en plena acera, si será amor del bueno. Aquel que mira el alma y es más feliz con dar que con pedir. Ni pienso, después, cómo será al cruzarme con dos ancianos que van juntos por los peregrinos caminos de la vida. ¿Fueron…son… es costumbre…? Nunca tendría una respuesta. Ellos van y el tiempo no es la brújula exacta de la felicidad.

El amor existe y te atrapa sin pedir permiso, aunque por tantas enfermedades de última generación tenga lunares y se tome prestado los anuncios de vidriera. Mis “coticos” me dieron la lección. Lástima que a fuerza de quererlos tanto me gane el egoísmo y no los lleve de puerta en puerta cuando se dan el piojito. Trinan, juegan, comparten el arroz y no se cómo se aprietan de tal forma que, a cualquier hora del día o de la noche, se meten en el angosto espacio de la güira que les puse para que anidaran.

¿Quién dice que ya nadie quiere a nadie? Mis bellos agapornis no esperan un 14 de febrero para, en unas 24 horas, jurarse amores eternos, hacer un lujoso regalo que, marca y “money”, hablen lo que no el corazón. Para él su reina esta ahí y la mima con una ternura enorme en sus redondos ojitos. Para ella está el rey... y le besa la piel- digo las plumas- con un alboroto previo de cantos tan rítmicos que me hacen correr al balcón. Entonces disfruto sus amores y apuesto que el amor existe.

De cualquier manera, hoy el amor y la amistad están de ronda. Ojalá no acabe con las doce campanadas al estilo Cenicienta y haga una ronda enorme que sacuda al mundo, con amor y más amor. Ojalá las promesas y las miradas cómplices se multipliquen por nueve al llegar la mañana de lunes. Ojalá jamás escuche la fea profecía de lo humano: ya nadie quiere a nadie.

No es verdad… Amamos y por amor volvemos una y otra vez a la misma fuente, quizás con alguna cicatriz profunda y desmedida. O unas lágrimas demás en la mejilla, pero volvemos. El romanceo de mis coticos verdes es solo un pretexto para armarle unas líneas a los enamorados. A nosotros, los de ayer, hoy y mañana, porque la vida es eterna como los recuerdos de todos los amores y estamos vivos, en cualquier lugar y en cualquier parte, por amor.

¡Felicidades Cuba! ¡Felicidades Mundo! Se que apuestas conmigo otro poco de amor.