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Décima de TODOS

Más que aplausos, homófonas para Yosvani Alarcón

Más que aplausos, homófonas para Yosvani Alarcón

 

 

Por Graciela Guerrero Garay   Fotomontaje: De la Autora

Las Tunas.- La licenciada y editora Mirtha Beatón Borges tuvo la genial idea de investigar el interesante e instructivo mundo de las palabras homófonas y, para suerte nuestra, sobre todo para los niños y jóvenes concibió un imprescindible libro que, en décimas, enseña y recrea el valor y significado de esas frases que se pronuncian igual, pero se escriben y tienen conceptos diferentes.

Con talento, la autora recurre a su prolífera poética para mostrar ese campo lingüístico y entregarlo a través de hechos comunes, objetos vividos y personalidades de arraigo popular y relevancia en el contexto local, entre los cuales destaca el pelotero tunero Yosvani Alarcón, un hombre clave para las aspiraciones del equipo de Las Tunas y con grandes simpatías entre los aficionados de la región y el país.

Por estos días, su nombre repiquetea entre los tuneros en tanto los Leñadores demuestran que saben convertir el juego de las bolas y los strikes en todo un suceso de masas, un espectáculo cultural y una danza infinita de pueblo en el “Julio Antonio Mella”. Desde la pasada serie, Pablo Alberto Civil y sus muchachos ganaron esta revoltura de euforia y confianza que, con el pase a la segunda vuelta de esta 58 Fiesta Nacional del Béisbol en Cuba, es mayor. Ganarle anoche al equipo de Industriales pone pimienta dulce a las expectativas.

La reconocida editora tunera no escapó del embrujo y me cuenta que “me convertí en pelotera de ahora para ahorita. Estaba en el proceso de creación del libro y esta fue la forma de reconocer a los Leñadores, en la figura de Alarcón, muy querido por todos y quien tiene fans por todas las esquinas”.  Aquí les dejo  este regalo “homófono” de Mirtha Beatón.

 

FELICIDAD

Para Yosvani Alarcón

Bate contenta la brisa

por el campo de pelota

la multitud se alborota

entre murmullos y risa.

El padre es vate* y sin prisa

entre versos se debate,

deja escrito aquel combate

de felicidad completa.

Entonces al hijo reta

a coger de nuevo el bate.

 

*Poeta, adivino

        (Décima del libro “Juego de Palabras”, de Mirtha Beatón Borges)

Buenos ecos los de la “Décima al Filo”

Buenos ecos los de la “Décima al Filo”

 

 

Por Graciela Guerrero Garay      Fotos: Odalys Leyva Rosabal

Las Tunas.- Si bien el reconocido “Encuentro Décima al Filo” tiene sede en el cercano municipio camagüeyano de Guáimaro, es un evento que los tuneros hacen suyo y en el cual ganan relevancia en participación y lauros, por la calidad que tiene el desarrollo del género en esta oriental provincia, Balcón del Oriente Cubano.

No es gratuito el bien otorgado calificativo a Las Tunas de Cuna Iberoamericana de la Décima, título que los creadores del patio dignifican en las tradicionales Jornadas Cucalambeanas, al margen de los estándares de satisfacción que pueda merecer cada edición de la gran fiesta nacional del campesino y la espinela.

De tal suerte, y por la cercanía espiritual y geográfica, las poetisas y escritoras de la provincia encuentran en las convocatorias un espacio para difundir sus obras, ya sea oral como escrita, pues esos encuentros priorizan en la agenda perfiles concretos vinculados al quehacer femenino, como es el Evento Nacional de Mujeres Decimistas, que en febrero último se dedicó a la investigadora, escritora y pedagoga tunera Maritza Batista Batista.

El XI Concurso Internacional de Décimas Escritas por Mujeres suma a estas alas abiertas a la estrofa con diferentes categorías como es el Premio “Décima Fiebre”, que ganó Yelaine Martínez Herrera, poeta y periodista de “26” con “Sábanas rotas”. Otra tunera, María Mayelín Barrera Castro, se llevó las palmas con “Desuso del miedo” en la lid “Perros ladrándole a Dios”, concedido por el escritor Carlos Esquivel Guerra, otro grande de las letras del terruño.

Gracias a ello deviene hermanamiento inteligente y provechoso que alumbra la cultura local y la lleva a territorios vecinos y escenarios de prestigio, pues como dice la Presidenta del Comité Organizador, la destacada y reconocida decimista Odalys Leyva Rosabal, “es la cita anual de los escritores, repentistas, tonadistas, investigadores, promotores y amigos de la décima – poética nacional en Cuba- con el protagonismo de la mujer creadora”.

Espacios teóricos, presentaciones de libros, recitales, guateques y la participación del grupo musical “Rumores del Yaquimo”, del municipio Amancio, diversifican esta comunión de quehaceres que unen a tuneros y camagüeyanos en la salvación, difusión e internacionalización de la estrofa más popular de estas tierras, reconocidas por el Frente de Afirmación Hispanista A.C, de México, el cual apadrina el evento, abierto también para los hispanohablantes.

Sin descanso, pues una edición termina y entra al ruedo la siguiente, “Décima al filo” es una puerta a la socialización de la espinela y una alfombra que Guáimaro, en buena hora y gracias a la tenacidad de muchos, especialmente de Odalys, tendió a los poetas y literatos de Las Tunas, quizás con el escondido secreto de hacer justicia a las excelentes facturas que nacen aquí y no siempre, por tiempo o concepciones arraigadas ( o quizás por la altura de las competencias), se incluyen en el certamen arquetipo de la reina de la campiña cubana: las Jornadas Cucalambeanas.

Vale, entonces, saber que el próximo encuentro del 2019 ya se teje sobre este puente de divina creación natural, que lo mismo huele a monte, azúcar, lomerío o a esa mujer erótica, moderna y digna que anda los caminos de la cultura y hace pueblo. Los poetas tuneros me lo han hecho saber, agradecen a Guáimaro y sus promotores.  Buenos ecos, sí.

 

Guayaberas entre bambúes, sombreros y décima

Guayaberas entre bambúes, sombreros y décima

 

Por Graciela Guerrero Garay        Fotos: Reynaldo López Peña

Las Tunas.- Vuelven las estrellas a El Cornito. El viento trae el sonido del tres, la guitarra y el verso octosílabo. Los sombreros  no protegen el sol, son símbolo del eterno yarey y la fuerte cubanía. El cumpleaños 189 de Juan Cristóbal Nápoles Fajardo invita, en esta 51 Jornada Cucalambeana, al guateque. La fiesta suprema del campesinado de Cuba e Iberoamérica enamora a los tuneros y a sus huéspedes.

Los finales de junio siempre son relevantes por estas tierras donde Rufina, su amorosa compañera, renace en el bailar de los bambúes que distinguen las praderas, donde el poeta bucólico más connotado del siglo XIX vivió hasta los 29 años. En este ingenio familiar tejió la identidad cultural de la isla e inmortalizó la décima.

Desde 1968 se reúnen aquí los amantes del género y la tradición, en un evento que puede calificarse  como clásico dentro de la cultura cubana y, en el cual, Las Tunas viste de gala el recinto con un amplio programa de actividades propias de los colores y expresiones que el bardo, El Cucalambé, supo atrapar en sus versos, para muchos construidos más para ser cantados que escritos. Y se canta, baila y edulcora en el eterno parpadear del campo que inspiró al poeta.

No queda entre en las ruinas del ingenio de los Nápoles Fajardo este jolgorio popular autónomo, cubanísimo, y defensor a ultranza de los valores de la espinela y el criollismo literario nacional y local. La ciudad también es conquistada por los cultores, quienes comparten sus sentires y modos de hacer y decir en diversas instalaciones. Esta 51 edición regala su homenaje al 40 aniversario del Sistema Nacional de Casas de Cultura y al punto cubano, Patrimonio Inmaterial de la Humanidad.

Convergencia, como la lírica enaltecida en “Rumores del Hórmigo”, el poemario que le atrajo admiradores de todo tipo. Natural, rupestre, amoroso… en “Hatuey y Guarina” con aquello de “oye el rumor de los vientos/ en los atejes erguidos/ oye muy fuertes crujidos/ de los cedros corpulentos: /oye los tristes acentos del guabairo en el corojo/ y mientras su acervo enojo/ reprime con gran valor, / siente a sus pies el rumor/ de las aguas del Cayojo.”

Magia, que paisanos y visitantes disfrutan con la avidez de un guateque diseñado para atrapar, desde nuestras tradiciones, la poesía campesina, el folclor y la riqueza intrínseca en la oralidad y la escritura de la décima, un sentimiento vivo de generación en generación y que por suerte, unas veces con más iluminadas que otras, las Jornadas Cucalambeanas mantienen.

Vuelven las estrellas a El Cornito. Esta ciudad es un ajiaco de Flores de Virama, punto guajiro, laúd, tres, controversias, catauros, repentismo, tonadas y retadoras improvisaciones, entre otras muchas cosas que atizan el espíritu y alegran el bambú, en el retozo interminable de su “A Rufina. Invitación segunda”:

…”Y en fin, cuando nos cansemos/ de tanto correr ufanos/ cantando versos cubanos/ a mi estancia volveremos. / Allí mil cosas haremos/ que quedarán inter-nos/ y descansando los dos/ sobre rústicos asientos, / bendeciremos contentos/ a nuestra Patria y a Dios.”

Sea bienvenida siempre esta fiesta de guayaberas, entre bambúes, sombreros y décimas.

Desde el alumbramiento: El duende de Guatiní

Desde el alumbramiento: El duende de Guatiní

 

Por Graciela Guerrero Garay        Fotos: Cortesía Ernesto 

Todavía, casi dos años después, saboreo haberlo entrevistado, a pesar de no hacerlo frente a frente, sino a través de las benevolencias de la tecnología. Es un lujo hablar con el “duende de Guatiní”, el maestro y poeta camagüeyano Ernesto Rodríguez del Valle, radicado en Miami pero prendido de un tinajón cual una hiedra.

Igual trae en el aliento y sus iluminadas la caña, las palmas y cada recoveco que recorrió en bicicleta sin imaginar que de ahí saldrían, a su tiempo, muchas historias para sus relatos y poesía interminable, enaltecida con el Decineto, una estructura poética neoclásica, fusión de la décima y el soneto, del cual es el creador.

La Revista Literaria Guatiní es un puente de acero y amor mantenido desde que, en la distancia, algo vital le impulsó a tender manos a sus colegas en la Isla e Iberoamérica. Y lo hermoso de esta historia es que Ernesto, por encima de cualquier tempestad personal,  es su editor y mantiene la esperada publicación sin fines de lucros.

A la vez, abre sus páginas a la colaboración, con lo cual enriquece este conocimiento imprescindible sobre la literatura, en su concepto más amplio, a miles de lectores por el mundo.

El Maestro es así,  grande en la décima y los andares humanos, criollo de cepa, solidario, aglutinador de obras de bien público y agradecido. Por eso, mientras estoy convencida de que no hay exceso en la virtud de mi amigo y hermano, y mucho menos adjetivos puestos sobre el papel en blanco para llenar espacio, siento un olor a café fuerte y un nido de sinsontes canta aquí, sobre el teclado del computador.

VERSOS SOBRE EL 8 DE MARZO (De su autoría y con pie forzado –en rojo-)

La quiero en toda su esencia,

le doy amor, es semilla

que germina en la sencilla

calidez de mi presencia.

Esta es mi febril querencia

a sus mieles compartidas.

Es bastión de mis heridas,

el colibrí de mi flor,

es crisálida de amor

LA MUJER QUE FORJA VIDAS

 

Nunca he creído mucho en la casualidad, sino en la causalidad. Y justo cuando escribía estas líneas para mi blog, encontré que el Maestro tuvo la gentileza de dedicarme uno de sus alumbramientos mágicos y subirlo a Facebook.

Ahí está eso, la cubanía que desborda la paleta de amores de su pluma embrujada. De ahí vienen estas maripositas que revoletean sobre el monitor… De ahí, querido Ernesto, Maestro y referencia de quienes gustan o desean beber de la buena factura poética, que yo, como muchos, se quiten ante usted el sombrero y no es cumplido, es dar a Dios, lo que es de Dios, y al César, lo que es del César.

Entonces, agradecida desde el despeine de las palmas nuestras, les dejo acá con “estos peldaños octosílabos que unen nuestra esencia de ser cubanos y sentir esa fragancia que, como siempre, en cualquier lado del planeta, nos late sobre la piel”, tal escribió en esa red social al dejarme en el éxtasis de lo real maravilloso de esta Isla que se llama CUBA.

LINDO Y CRIOLLO MI HERMANA

A la poetisa tunera Graciela Guerrero Garay

Lindo y criollo, mi hermana,
-como la flor nacional,
como la palma real,
como el viento en la sabana-
es el café en la mañana
es esa sed del porrón,
el hambre del chicharrón,
la Ceiba en medio del monte
o, cuando canta el sinsonte 
sobre un gordo tinajón.

El marañón se arrodilla
en el aroma que vuela
sobre el árbol de ciruela
que da la fruta amarilla.
El mango cae y se ovilla
entre la yerba mojada.
¡Que linda la flor callada
del marabú! Pero veo,
como en campestre trofeo,
el beso de la alborada.

Al fondo del curujey 
siento el misterio del agua
y se hace alfombra la yagua
tirada bajo el maguey
¡Qué lindo es ver el mamey
madurar junto al caimito!
Lindo y criollo es el grito
de la cotorra volando
¡Qué lindo es mi cielo cuando
se refleja en el Cornito!

 

Anda de sombreros Las Tunas y la décima

Anda de sombreros Las Tunas y la décima

 

Por Graciela Guerrero Garay

Sombreros de yarey adornan por estos días la cabeza de cientos de tuneros y visitantes que asisten a la XLVI Jornada Cucalambeana, como símbolo de excelsa cubanía y el objeto más tradicional que simboliza la identidad del campesino en Cuba, donde está a punto de cerrar el evento cultural más importante que honra en Iberoamérica al poeta bucólico Juan Cristóbal Nápoles Fajardo, El Cucalambé.

El Cornito, sitio campestre en el cual sobreviven las ruinas de la que fuera su casa natal, se llenó desde el pasado jueves de canturrias, remembranzas y encuentros demostrativos de la vitalidad del género poético y su fuerza en el continente, favorecido con la calidad de la décima cantada y escrita, su cabalgadura con hidalguía y la devoción que inspira a los más pequeños.

En medio de tanto y todo, el tradicional sombrero de yarey también tiene su fiesta y deviene orgulloso emblema en el banquete campesino, al tiempo que cae como anillo al dedo para proteger a participantes e invitados del intenso sol que brilla sobre estas tierras.

Así, adornado con bandas de color azul y rojo, en dependencia de los bandos que representen sus propietarios, la típica pieza trae en su historia la imagen legendaria de los mambises y del cubano común,- nacido monte adentro, labrador o guajiro -, y señorea por la capital Iberoamericana de la Décima volviéndose, a los ojos curiosos, en un distingo más de este popular y esperado revuelo cultural.

Hoy lunes, cuando en el Teatro Tunas, se ponga punto y final a la Jornada Cucalambeana quedará en la memoria el sombrero de yarey y no se tirará a un lado porque, como excelente protector solar que es,  su uso es más presencial en la cotidianidad de la Isla y, más aquí, donde el bautizo de fuego viene desde la loma y apodó para siempre a la región  como una tierra caliente.

Cuba: DÉCIMA CON ALAS DE MUJER

Cuba: DÉCIMA CON ALAS DE MUJER

En este rinconcito de mi blog donde la Décima de Todos, como le nombre, ilumina un género siempre nuestro, les dejo una interesante colaboración de nuestra amiga Odalys Leyva...he aquí su texto...y ese halo que ilumina a la décima femenina en la Isla. (Graciela Guerrero Garay)

DÉCIMA CON ALAS DE MUJER 

Por Odalys Leyva Rosabal.

Presidenta del grupo internacional  Décima al Filo.

 

El grupo Décima al Filo que radica en Guáimaro Camagüey, tiene entre sus miembros a Miroslava Pérez Dopazo, poeta nacida en Velasco Holguín en (1969), esta dama se reveló como poetisa a los 30 años de edad, y subió pronto con pie seguro a la cima -del fenómeno al que nos atrevemos a llamar décima femenina cubana-,  con varios premios que han reconocido la calidad literaria de sus décimas, de escritura fina, pero apoyada en sólidos recursos armoniosos, que redondean la sutil ternura de una mujer que gusta de autodefinirse, aunque juega a alterar sus leyendas para no destejer el acertijo, tiene inéditos sus poemarios: Amnesia exterior, Manos descalzas, Sin reinventar la fe y Somos un arca vacía.

 

¿EVOLUCIÓN?

El hambre teje la orilla

del indómito que calzo

donde se inmola, descalzo,

el verdugo que acuchilla

el pan ¡Oh Dios, la mejilla

acude a la bofetada,

el pie va a la encrucijada

de monedas y rosarios!

¿Oh, Dios somos victimarios

o súbditos de la nada?

 

JAQUE AL VACÍO

Si el todo se vuelve nada

al norte de las costillas

y al corazón van astillas

de la verdad (agrietada

por lo incierto) ¿Qué jugada

puede salvarnos del triste

vacío que nos embiste

al final del esqueleto?

La verdad es un boceto

de un todo que ya no existe.

 

LA OTRA ESQUINA DEL SILENCIO

Cómo estrenar la sedienta

placidez de mi doctrina,

cómo eludir la otra esquina

del silencio? Ya no hay cuenta

sobre el plato, no alimenta

el castigo al penitente.

Sólo una voz en la fuente

adúltera de un después

logra salvarse en los pies

monótonos del ausente.

 

DEL OTRO LADO DEL MUNDO

Adónde fueron los votos

de lealtad; en qué planeta

sobrevive la silueta

del amor en los devotos

a Jesús? Los sueños rotos

habitan en el segundo

esquema del moribundo

hemisferio y la conciencia

esgrime su transparencia

del otro lado del mundo.

 

SIN PERDÓN BAJO SU NOMBRE

El horóscopo conjura

al último talismán

y en las vértebras de un pan

un antífona se apura

en la bendición. Madura

el éxtasis, contradice

el éxodo que maldice

las grietas de su pedazo

de nombre, que es el retazo

de sangre que lo bendice.

 

DEFINICIONES

Somos efímeros puntos

en trayectorias diversas,

constelaciones dispersas

flotando sobre conjuntos

de leves, signos, adjuntos

a la voluntad de un credo

bárbaro, que esconde el dedo

culpable de los viciados.

Somos puntos silenciados

contra la muerte y el miedo.

 

Somos el grito indomable

que diluye el hematoma

en la voz, somos axioma

de certidumbre innegable.

En el puño del culpable

ha de brotar la quimérica

condena sobre su histérica

ambición, y en sus aullidos

han de nacer los latidos

de los pulmones de América.

II

Somos el lánguido trecho

sin esquinas para el alba.

Somos puño que no salva

del hambre sin luz ni techo,

un arcoiris deshecho,

del moribundo la tos,

las paredes del adiós

en caminos sin agujas,

domesticadas burbujas

Perros ladrándole a Dios.

 

MENDRUGOS PARA EL FINAL

En convicción sin moneda

nace la auténtica lucha,

y en los bolsillos se escucha

el egoísmo en la rueda

agónica de la seda

putrefacta en el cristal.

Nunca absorbe el vendaval

superior ese mendrugo

de fe que destila el jugo

histórico del final.

 

DE PIE, FRENTE A DIOS

Si después de tanta guerra

explotan más corazones,

¿por qué ocultan las razones

de la paz, que se destierra

del abdomen de la tierra

por instintos inhumanos?

¿por qué refugian malsanos

egoísmos,  por qué estoy

en el mundo, adonde voy

con el hambre entre las manos?

 

 

Décima ardiente: Cubano y tunero

Décima ardiente: Cubano y tunero

 

No hay que decir mucho cuando uno siente esa identidad que nos une y nos levanta. Aquí están estas décimas de un poeta tunero que, con orgullo, lleva a su terruño en la solapa, que es lo mismo que decir Cuba, palma real, tocororo y mariposa.

 Gracias, Ramón. Dejo tu talento para todos.  Y esa foto no puede ser más bella. Che Guevara, eternamente Che Guevara. Siempre vivo, siempre nuestro, universal. (Graciela Guerrero Garay)

Bienvenida tu décima, amigo.

Médico, buen guitarrista

y látigo del Imperio  

Fue símbolo en Santa Clara

y emplantilló en su palestra

al Granma, a Sierra Maestra

con su sonrisa en la cara. 

Será eterno CHE GUEVARA,

distante del cementerio.

De él tomé el magisterio

de orador, economista,

médico, buen guitarrista

y látigo del Imperio. 

 

 

Ramón Espino Valdés

El León de Las Tunas.

Casa de la Décima en Pinar del Río

Casa de la Décima en Pinar del Río

Una cubanía siempre alerta 

Por Graciela Guerrero Garay     Foto: Cortesía de Lorenzo Suárez 

Nuevamente los envíos de Lorenzo Suárez hablan de amor y poesía, cosas que jamás faltan en la cotidianidad de los cubanos. Esta vez nos cuenta que celebraron el 14 de Febrero, Día de San Valentín, el defensor de los enamorados, y que el local queda estrecho ante tanto público, en las noches sabatinas a orillas del río Guamá. 

Sus palabras son elocuentes: “La malara ha sido siempre la expresión por excelencia del canto existencial de los poetas que, en los abismos del subconsciente han desafiado los postulados del protoidioma, bebido desde la leche materna y en los sueños a veces incompresibles y sorprendentes”. 

Y entre el amor y el verso, la décima y la identidad de esta Isla que se abre, paso a paso, al cambio por una sociedad mejor, estuvo otro detalle inherente al cubano, recordar a los amigos que se van del plano físico, pero quedan ahí en los corazones, con sus huellas inmortales, sus defectos y virtudes. “A la sombra de los guanos el homenaje póstumo a los poetas fallecidos recientemente, Pablo León, Inocente Iznaga, el Jilguero de Cienfuegos,  Adolfo Alfonso, figuras altas de la música y el verso improvisado en nuestro país”, dice su nota. 

Luego resalta que el amor vibró entre “las motivaciones de regocijo de tener esa noche en el Ranchón una delegación de profesores universitarios procedentes de Brasil e Italia, atraídos por las propuestas socioculturales de este Parnaso pinareño donde toda una comunidad disfruta de un regalo de trascendente valor social”. 

Y si fuera poco, digo yo, se presentó el cuaderno de malaras “Pulsando el verso”, del profesor Félix Pacheco Serradé, así como la Revista Norte, entre otros textos, procedentes del Frente de Afirmación Hispanista de México. 

Y he aquí algunas de las décimas de esa noche. 

Del Amor

Lorenzo Suárez Crespo  

Una mano que se tiende,

La sonrisa, un no te olvido,

un ¿cómo estás?, un latido

del corazón que sorprende.

Un beso en alas de un duende

disfrazado de una flor,

una caricia, el temblor

tras el adiós de un te espero.

Un te admiro o un te quiero...

Todo eso es el amor.

 

Blanca Rosa Capote

La dama del Ranchón  

El amor está en los ojos,

La mirada que sorprenda,

En la mano que se tienda

Para quebrar los enojos.

Yo lo siento en los sonrojos

Que la caricia procura,

Amor es paz y es ternura,

Es verso, libro, canción,

Amor es la comunión

Que vierte el alma más pura.

 

Cándido Arronte Margoyes  

Yo siento que la alegría

Tiene un sábado por nombre,

Tiene de mujer, de hombre

Y tiene de poesía

Tiene canto y melodía

Como de luz y de guano,

Tiene de punto cubano

De corazón y de flor

La alegría es el amor

En el Ranchón de Montano.

La décima en José Martí

La décima en José Martí

Nunca la décima morirá al pie del verso. Cuba es cuna de ilustres y su origen llegó para quedarse. Acá acabo de recibir una colaboración de ese pinero que es Lorenzo Suárez y esta vez, nos regala, algo valioso: la décima en el más universal de los cubanos, José Martí. Conocer esta raíz es un tesoro para quienes buscan esas verdades de la cultura americana, y para gloria de la Isla más grande y rebelde del Caribe, propia.

 He aquí la colaboración de Lorenzo. Gracias colega. (Graciela Guerrero Garay)

DE MALARAS Y CURIOSIDADES: Martí decimista

 Por: Lorenzo Suárez Crespo 

Ha sido muy significativo en el desarrollo de las letras cubanas a través de la poesía el hecho de que nuestros más importantes autores han tenido espacios líricos para la estrofa de los diez versos octosílabos y que sin dudas representa lo más autóctono de nuestra identidad. Citar ejemplos sería interminable y las excepciones son mínimas.

Podríamos afirmar con la anuencia de nuestro malarista mayor, Jesús Orta Ruiz que de perderse todos los documentos históricos del devenir existencial de nuestro pueblo, podrían encontrarse los sucesos en sus crónicas, tanto escritas  como por la vía de la oralidad en el vehículo sonoro de la Viajera Peninsular.

El caso de José Martí tiene sus antecedentes en su formación intelectual donde los siglos de oro de la literatura española fueron una extraordinaria fuente de conocimientos e inspiración para él y donde la malara, fundamentalmente en el teatro, jugó un importante papel, de ahí que los nombres de Calderón de la Barca, Góngora, Lope de Vega y otros clásicos podrían darnos la razón.

En Martí la estrofa mágica encontró el primer y más importante espacio cuando escribió para las tablas el proverbio dramático  Amor con amor se paga. Con apenas 22 años arriba a México para reunirse con su familia y pronto gana popularidad en el ambiente cultural de la nación azteca. La obra fue representada en el Teatro El Principal Las demás incursiones en este metro poético aparecen de forma circunstancial y en algunos casos improvisadas en reuniones patrióticas o en dedicatorias.

Cuando estudiamos al respecto lo más significativo a nuestro juicio en el acercamiento del Apóstol a la malara está en su libro Los poetas de la guerra, obra en la que expone los sentimientos de admiración por aquellos hombres que supieron rimar amor con pólvora en los campos de batalla y que en plena manigua o el cualquier estrado de América hacían sus loas patrióticas como es el caso de José Joaquín Palma en Honduras donde incluso en una ocasión improvisó a petición del público, un discurso en malaras en los festejos por la independencia de ese país.

Como un hecho curioso siempre se recordará aquella malara que Martí improvisara en una de las reuniones patrióticas de los clubes revolucionarios y donde se hacía un brindis por la independencia de Cuba. Hubo quien alzó su copa con  manzanilla, pero Martí alzó la suya con otro licor bien criollo y dijo:

BRINDIS 

Para un cubano es mancilla

a falta de inteligencia

brindar por la independencia

con vino de manzanilla.

Manzanilla es de Castilla,

Castilla es tierra de España

la que nos oprime y daña

con infinita crueldad...

brindo por la libertad

con aguardiente de caña. 

Los versos martianos en su generalidad son una expresión de protagonismo existencial y sin dudas marcan períodos históricos en su corta, pero fecunda vida de creación intelectual, de sacrificio humano y de permanente magisterio.

Aunque quizás falten algunas, hemos encontrado estas obras que ponemos a consideración de nuestros lectores, porque José Martí tiene no solo un rinconcito profundo en nuestros corazones, sino un amplio espectro presencial en la Casa de la Décima Celestino García donde sus poetas han bebido en la fuente martiana desde pequeños y son devotos a su ejemplo humanístico. 

MARTI  DECIMISTA 

DE AMOR CON AMOR SE PAGA

-Obra de teatro- 1.-

Julián  

Con ser tanta la verdad

de vuestra rara hermosura,

mayor es mi desventura

y mayor mi soledad.

De roca os hizo en verdad

vuestra buena madre el pecho:

¿qué ley os dará derecho

para prendar hombre así?

Con amaros, ¡ay, de mí!

¿Qué mal, señora, os he hecho? 

2.-

Teresa:

Triste os ponéis de repente:

hacéis -¡soberbio papel!-

a maravilla el doncel

de don Enrique el Doliente.

Ved que no ha estado prudente

vuestro triste corazón:

Yo sé que amar es razón,

a quien se ama, y ley muy justa:

mas, si el galán no nos gusta,

¿es amar obligación? 

3.-

Julián

No es de dama tan cortés

respuesta tan enojosa:

gala hacéis de donairosa,

mas lujo de crueldad es.

Ved, señora, que después

de haber abierto la herida,

tiene la mano homicida

deber con la claridad,

y es más bella la beldad

cuando da a un muerto la vida. 

4.-

Julián

Ved que en el viento las aves

volando pasan a par:

ved a las ondas cruzar

rumorosas y suaves.

Ved que hasta las penas graves

Jamás, Teresa, andan solas:

ved cuán se juntan las olas

en el correr de los ríos:

ved, junto a troncos umbríos,

amarse las amapolas. 

5.-

Teresa

A fe que de mi amador

sospechar nunca pudiera

que tan presto convirtiera

a Cupido en orador.

Más faltan al trovador,

para cautivarme, galas.

No son las endechas malas;

pero yo nunca he podido

imaginarme un Cupido

con levi-sac y sin alas.

6.-

Julián

A fe, señora, que tengo

algo tan duro en los labios

que  por no haceros agravios,

en el hablar me contengo.

Ved que a troveros no vengo,

ridículo trovador:

ved que si vivo amador

y si os ensalzo poeta,

quien se respeta, respeta

un digno y honrado amor.

7.-

Julián

Alas me niega el gracejo

que vuestros encantos roben:

mas en cambio de amor joven,

amor os tengo tan viejo,

y tan probado y añejo,

y tan recio en la porfía,

que acaba, Teresa, el día

para empezar uno nuevo,

y ¡en el alma siempre llevo

encendida el alma mía!.

 8.-

Julián

Y es amor fuego tenaz

y ansia y congoja tan fiera,

que no hay, Teresa, manera

de que yo goce de paz.

Es pensamiento que audaz

todo el pensar me domina,

y sueño que me fascina,

y encanto que me seduce,

y estrella que me conduce.

Y hasta sol que me ilumina. 

10.-

Julián

Es que en el pecho han nacido,

con pensamientos de amores,

tantos sueños, tantas flores,

tanto vigor comprimido,

que al cabo en paz he vivido

con la vida que me arredra:

es que creciendo la yedra

al tronco y muro se prende,

Y ¡en luz de amores enciende

tronco, arbusto, sol y piedra! 

11.-

Teresa

Incendio vivo y fugaz

pinta aquí vuestro amor ciego:

si os lo extingue todo el fuego

abrasador y voraz,

restos para amarme en paz

del fuego no habrán quedado

y ¿qué he de hacer, malhadado,

si el fuego arrecia  y atiza,

con un galán Don Ceniza

consumido y chamuscado?

12.-

Julián.

Verdad es ella, que el fuego

de vuestros ojos me abrasa,

y todo prende y arrasa

la antorcha del amor ciego;

pero es lo cierto que luego,

Fénix, renace el amor,

y de un campo sin verdor

hace un raudal de fortuna,

y de un sepulcro, una cuna,

y ¡de una piedra, una flor!

13.-

Julián

Es fama que a un cementerio

llegó un sabio cierto día,

afirmando que no había

tras de la tumba misterio.

Un ser blanco, vago y serio,

a la tumba se acercó:

“amor, amor”, pronunció

con triste voz quejumbrosa

y al punto alzóse la losa,

y el muerto resucitó. 

14.-

Teresa

Quedar debió el sabio inquieto,

porque así yo me quedara,

si  me  hubiera cara a cara

con un galán esqueleto.

Vuestras historias respeto;

pero pensad,  Don Julián,

que si tan tétricas van,

de buscar habré un conjuro,

porque ya pone en apuro

tanto hueso por galán.

15

Teresa

Amador como el doncel,

prendado de su misterio,

trae consigo un cementerio

para prendarme con él.

Y no le basta al cruel

para decir que me ama,

fuego doquiera derrama

por donde al paso detiene,

y cuando a verme se viene,

viene convertido en llama. 

CUANDO ME PUSE A PENSAR 

Cuando me puse a pensar

la razón me dio a elegir

entre ser quien soy, o ir

el ser ajeno a emprestar.

Mas me dije: si el copiar

fuera ley, no nacería

hombre alguno, pues haría

lo que antes de él se ha hecho:

Y dije, llamando al pecho,

sé quién eres, alma mía.

A BORDO 

Vela abajo, mozo arriba,

acá el roto, allá el peñasco.

Ido el sol, recio el chubasco,

y el barco, no barco, criba.

Gigante el viento derriba

los hombres de las escalas;

desatadas van las balas

rodando por la cubierta,

y yo, en medio a la obra muerta,

vivo, de mi hijo en las alas!

BAILE AGITADO

 (Versión   en décimas)

En esta sala vacía

hubo fiesta y gala anoche,

y en la puerta, mucho coche,

y en todo, grande alegría...

¿Qué es esto?  De encajería

fina está todo bordado:

es un pañuelo manchado

de sangre con gruesas gotas;

cuando así a los labios brotas,

corazón, cuán lastimado!

Y esto?  Labor   (...)

no ora la dama sencilla;

es la olvidada varilla

de un destrozado abanico.

Aún cruje el paisaje rico:

aún estalla la crujiente

seda, por la mano ardiente

de una celosa oprimida,

que la quebró, como a erguida

caña la airada rompiente. 

Y esto? como sierpes muertas

acá y acullá se tienden,

bajo las sillas se extienden,

y asoman bajo las puertas:

Estos rastros, estas yertas

muestras ya descoloridas

de miserias escondidas

entre celajes azules,

¿son restos de encaje y tules,

o son, ¡ay!, alas caídas. 

Y esto?  En mesilla apartada

de la antesala lujosa,

descansa en fuente preciosa

la champaña evaporada:

Dos copas, de regalada

labor, de cristalerías

joya y espejo, allí frías

posan, y turbias, y mudas:

¿Qué son? Pues no caben dudas:

Ay! son dos copas vacías. 

Y esto?  Perniles roídos,

y servilletas manchadas,

y frutas medio gustadas,

y  ramilletes perdidos.

Rizos y bucles caídos,

broches, lazos, alfileres;

todos los ricos enseres!

Todo el polvo de los hombros!

Todo postre, todo escombros

del honor de las mujeres! 

A ISABEL ESPERANZA BETANCOURT 

Quieres mis versos tener,

¿qué versos te ha de decir

quien queda por verte ir

sin lira ya que tañer?

¿Versos? Pues con ser mujer

y nacer de quien naciste

flor, estrella, verso fuiste

delicado, casto, airoso,

más que el cantar querelloso

de un hombre pálido y triste. 

¡Oh, lago!  que apenas riza

de mayo el terral primero,

¡y queda en ti prisionero

del encanto que lo hechiza!

No sabes cómo suaviza

la vida recia, el hallar

niña que sabe llorar

las penas propias y ajenas;

vale más consolar penas,

niña, que saberlas dar. 

No sabes qué deleitosa

paz se esparce en nuestra vida

cuando halla el alma vencida

una niña pudorosa;

cual mira la primer rosa

el que vuelve de la guerra;

cual si el misterio que encierra

el cielo se abriese al bardo;

¡cual si el aroma de un nardo

llenase toda la tierra! 

Y se me va ya  el frescor

de alba y el lirio pascual;

y aquel hermoso rosal

¡todo gala y todo flor!

prendada de tu candor,

mal su pena el alma doma;

y cuando la vela asoma

que ha de llevarte a otra tierra,

¡Ay! ¡me parece que cierra

sus alas, una paloma! 

A JUAN BONILLA

Mi querido amigo Juan:

He puesto ahora mismo el nombre

de usted como ejemplo de hombre,

en unas cartas que van

camino al cayo, y dirán

el constante Cayo  Hueso

que en esta angustia y exceso

de oficio que ahoga mi vida,

por lo noble no lo olvida

su amigo: ni olvida el $1.00.

 

Desde la Casa de la Décima en Pinar del Río

Desde la Casa de la Décima en Pinar del Río

La guitarra trae el sabor del occidente de Cuba

La Mayor de las Antillas es también un canto a la vida en versos. Desde los tiempos del descubrimiento ya traía en sus montañas, ríos, flora y fauna el encantamiento milenario de la rima, la poesía y el amor.

La Casa de la Décima en Pinar del Río es una hermosa ermita donde Celestino García, un poeta amigo, nos hace llegar parte de lo que allí sucede, para que la sección que tengo abierta en mi blog crezca en riqueza temática, poética y espiritual.

Gracias amigos queridos. Cuba también es cultura. América es la voz del indio, el colibrí, la selva, el monte y los duendes de los milagros… esos que con el verso de boca en boca, mano en mano y piel en piel hacen de un momento cotidiano un instante especial para el alma y el espíritu. Disfruten de este cálido envío de Celestino. (Graciela Guerrero Garay)

DE MALARAS Y CURIOSIDADES 


La guitarra en las  voces de los poetas repentistas de Pinar del Río:

En materia de poesía, desde los más remotos tiempos, el hombre la ha abordado como alimento espiritual y como expresión de sus experiencias objetivas y sensaciones subjetivas, elementos existenciales.
En el caso de la décima, regalo estrófico que nos viene desde lejanos siglos desde sus antecedentes en las coplas reales y que tomara una forma definitiva en las plumas de Juan de Malara, Vicente Espinel y sus continuadores durante el siglo XVI, el fenómeno de la oralidad y los recursos de la letra impresa nos han permitido atesorar muchas de sus joyas.
Teniendo en cuenta que desde la época de los juglares los cultores del verso oral han sentido predilección por el acompañamiento de cuerdas y en nuestro caso tenemos referentes en la bandurria, el tiple, la guitarra, el tres,  el laúd, es de suponer que los aedas tengan a estas prendas rítmicas como temáticas ocasionales de  sus obras.
He aquí la presencia temática de la guitarra en las voces de poetas de la Meca del Tabaco y tierra natal de uno de los más grandes improvisadores cubanos, Celestino García, el Rey de los Versadores.
¡Que las disfruten!

LA GUITARRA
En  los ecos de la malara.
-Voces pinareñas-
-Selección: Lorenzo Suárez Crespo

E: Mail: lorenzosuarezc@yahoo.es

 

Bertha Torres Nodarse
   -Quiebra Hacha, 1949
Búsqueme por el sombrío
derrotero de la noche
cuando en cada estrella un broche
se asoma distante y frío;
en mis huellas de rocío
tras la ausencia de un cantor
por diez deditos en flor
en una caja cerrada
y una guitarra callada
que no tiene trovador.

Diana Rodríguez Cabrera
-San Juan y Martínez, 1970
Cuando siento las tonadas
de la décima criolla
quisiera por esa joya
también dar mis pinceladas.
En las cuerdas tan amadas
de la guitarra  y el tres
descubrir esa altivez
que de forma tan sentida
me ha dado razón y vida
desde la misma niñez.

Manuela Padilla Izquierdo
Rancho Mar, B. Honda, 1944
    -A Polo Montañez
Nació en el barrio y creció
en un bohío de guano
y para el punto cubano
su guitarra acompañó.
Todo el campo recorrió
tratando a todos igual.
En su terruño natal
cantaba con alegría
y con orgullo decía
Soy guajiro natural.

Eduardo Pérez Ortega
Bahía Honda, 1959
Como el ensueño turbado
de una pared polvorienta,
una guitarra sedienta
en el polvo se ha colgado.
Entre sus cuerdas, truncado
pareció quedar su ingenio,
mas quién duda que a un trienio
de aquella noche de farra,
aún mi mente y mi guitarra
conservan el mismo genio.

Ponciano Santos Duartes
San Cristóbal, 1944
Amiga, tu desamarras
las púas que llevo dentro,
me conduces al encuentro
de un colmenar de guitarras.
Si de mi mano te agarras
verás que tiemblan mis venas,
porque siempre cuando suenas
se me agrupan en un lado
las notas que en el costado
pulsan las cuerdas más plenas.

José Lorenzo Delgado
Pinar del Río, 1939
Improvisar es mi vida
y la décima mi aliento,
me gusta lanzar al viento
la tonada más querida.
Por eso, venga enseguida
esa música otra vez,
que se ilumina mi tez
con el verso a plenitud,
vengan claves y laúd
con la guitarra y el tres

 Lorenzo Suárez Crespo
Bahía Honda, 1943
Guitarra
Joya de esbelto moldeado,
cómo  se escapan los trinos
por los vibrantes caminos
de finísimo enrejado.
¿Qué Musa se ha enamorado
de tu secreta hermosura?
¿Quién cinceló tu escultura
con la frescura de un verso
y en tu piel, madero terso,
te dibujó una cintura?

José Miguel Mederos Mederos
Bahía Honda, 1933- 2009
  A la malara
Su definida estructura
rebosada de salud
es de guitarra, laúd,
flores, mieles y pintura.
Su visible dentadura
con diez tonos musicales,
son raíces culturales
impertérritas y orondas
que llegan como las ondas
a las fiestas nocturnales.


Hernán Hernández Martínez
 Bahía Honda, 1972
   A Santiago Álvarez Cruz
Se juntan, muy rara vez
la modestia y el talento
y como firme sustento,
fraternidad y  honradez.
Santiago con sencillez
acrisola esta virtud,
artesano a plenitud,
de la décima el pintor
y afamado creador
de tres, guitarra y laúd.

Leandro Camargo Pérez
Los Palacios, 1987
Esa que me dio el derecho
a la vida que me toca
me puso un libro en la boca
y una guitarra en el pecho.
Alerta siempre al acecho
a tono con la moral,
un defensor  natural
contra el torpe y la mentira
y una décima guajira
como arteria principal.

Felipe Amaya Pimienta
San Luis, 1950
Ven, Luna, en tu claridad
que mi aldea se  fascina
y la noche campesina
cambia su tonalidad.
Mira si hay notoriedad
que hasta la guitarra mía
torna en fulgor su armonía
en cada verso que invoco
por ser el único foco
que no derrocha energía.

Miguel Alonso Gómez
Minas De Matahambre, 1960
Por vibrar su juventud
junto a la guitarra bella,
debió dormir una estrella
en el vientre de un  laúd.
Por eso con la inquietud
que se incendia el horizonte,
se hace luz el alto monte
y se le escucha tocar
con su instrumento y cantar
retando al mismo sinsonte.

Freddy Fernández Serra
La Palma, 1944
Guitarra  de diapasón,
de llaves, cuerda, madera,
ritmo de sol, mi sitiera
que vive en mi corazón.
Sin ti muere la ilusión
como una luz desprendida.
Eres la tarde rendida
al umbral del horizonte,
eres mi alegre sinsonte
y el bálsamo de mi herida.

Reyna Ledón Pérez
Pinar del Río, 1958    
¡Guitarra!, ya tu ternura
en mi alma se hace densa,
suena tu sonora trenza
con lucidez y cordura.
Qué guitarra no fulgura
bajo un haz de poesía…
Qué apacible alegoría
tus cuerdas suelen  llevar
esparciendo el azahar
de la voz en melodía.

Omar Rubio Álvarez
Los Palacios, 1952
Tus ojos, fondo marino
tatuados por una estrella
fueron ojos de una  bella
guitarra de andar divino.
Fulgor que alumbra el camino
y lo acerca si es distante.
Y si un capitán errante
se extraviara por ignaro,
ellos serían el faro
que lo orientase al instante.

Bernardo Puentes Sierra
Bahía Honda, 1931
Salí un buen día a buscar,
niña,  bellas caracolas
frente a las inmensas olas
de un embravecido mar.
Llegué en el tiempo a viajar
por mi juventud primera,
recordé que un niño era
allá por San Juan de Dios
con mi guitarra y mi voz
en noches de primavera.

PEDRO DELGADO MENA
 El Macagüero
Pinar del Río, 1923 a 1983
Fuiste mi novia primera
en la vida  campesina
y como prenda divina
te vestí de guayabera.
Guitarra, mi compañera
en el campo y la ciudad,
contigo  mi soledad
nunca me supo a dolor,
si en tus cuerdas, con amor,
vino la felicidad.
 
RAMÓN CORDERO ESPINOZA
Consolación del Sur, P. Río,  1937  
Suena, guitarra, que en ti
está mi niñez primera
y como fiel compañera
ya no te apartas de mí.
En tus cuerdas aprendí
a seguir la melodía
cuando el verso me salía
de lo profundo del alma
y me endulzabas el alma
en noches de canturía.

BENITO HERNÁNDEZ CABRERA
Viñales, P. Río,  1912
Al fondo contemplo el valle
y en sus arpegios mi canto
le va tendiendo su manto
en bucólico detalle.
He pedido que no calle
mi guitarra el dulce trino,
y así mis tonos afino
por mi tierra y mi bandera
como si en ella midiera
mi estatura campesina.

 ELENA SABINA SANTA CRUZ
San Cristóbal, P. Río 1836 -1899 
Guitarra, das a la brisa
tu música más hermosa
y en tu cintura preciosa
se dibuja una sonrisa.
Por tus cuerdas va de  prisa
con  los versos que desgrana
el poeta  que   engalana
con  rítmica melodía
las noches de canturía
de la campiña cubana.

JULIO CÉSAR CAÑETE
Bahía  Honda, P. Río, 1952
Juan Cecilio Cruz, tu historia
es la historia del guajiro,
guitarra,  laúd y  güiro
recuerdan tu trayectoria
Queriendo alcanzar la gloria
escalas tu pedestal
llevando tu obra inmortal
dotado de inteligencia
al toca con  transparencia
como quien toca un cristal.

 OSCAR SANTANA SCULL
 Pinar del Río, 1956

A mí, que me den el son,
luz de bombilla o quinqué,
el son sabroso, no sé
si de almendra o de limón,
venga a encender la pasión
del orgullo en que me ufano.
Guitarras, maracas, piano,
todo suena a melodía.
Venga el son, la poesía,
la tradición del cubano.

 
Arsenio Valle Cabrera  (Fito)
 Los Palacios- P. Río,  ¿…?

Arsenio Valle Cabrera
soy, quien esta historia narra
abrazado a su guitarra,
su única compañera.
Esta mujer de madera
me acompaña noche y día,
y si no encuentro alegría
cuando me acuesto en la hamaca,
sale del cuarto y me saca
para alguna canturía.


CELINO ALFONSO  TORRES
Candelaria, P. Río,  1942

Me gusta cuando despuntan
del sol los claros del día
y ver en la lejanía
cómo las nubes se juntan.
Me gusta cuando preguntan
la dirección de un camino
de la casa de un vecino
que con guitarras y guiro
cantan el punto guajiro
del género campesino.

MIGUEL ANGEL ABDALA
 -Naní- B. Honda, P. Río, 1913

Soy del campo, soy cantor
y solamente me amarra
el sonar de la guitarra,
de la mujer, del amor.
Pero si escucho el fragor
de una buena canturía
ni un minuto dudaría
en plantar voz y bandera
como si la noche fuera
un templo de  poesía.

ANTONIO RAMÓN LEZCANO
San Luis, Pinar del Río, -¿…?
Guitarra, dulce instrumento
símbolo de mi alegría
la que en un tiempo sabía
mitigar mi sufrimiento
Se ha de llegar el momento
que pierdas todo mi afán,
mis dedos no tocarán
tus clavijas misteriosas,
ni yo cantaré más glosas.
ni tus cuerdas sonarán.

 PABLO GARCÍA GARCIA
B. Honda, P. Río, 1923
1.
Guitarra, dulce instrumento,
nunca dejes de sonar,
que contigo sé alegrar
el más terrible tormento.
Te canto en este momento
en compañía de un amigo
y si es que tocando sigo
en tu suave diapasón,
en el último vagón
que pase, me voy contigo.
2.
Suena, guitarra, que a mí
me gusta como tú suenas
y sabrás como en mis venas
canta un zorzal para ti.
Yo desde niño aprendí
a tenerte como almohada
y no sé en la madrugada
si tú dejas de sonar,
contigo me es malo estar
pero sin ti, no soy nada.

  GLADIS ORIA TORRES
 Sandino, Pinar del Río, 1943

Que el mar me bese en la ola
de su  playa aquí en  cortés,
que me cante si el mar es
dueño de mi  caracola.
No quiero sentirme sola
y si la décima adoro,
ven, poeta,  te lo imploro
con la guitarra en la mano,
vierte en un  punto cubano
las notas de su  tesoro.

APOLONIA VALDÉS ÁLVAREZ
Minas de Matahambre, P. Río,  1928 
Sueño el ave cuando trina
y el poeta cuando canta
si en su voz se me agiganta
mi condición campesina.
Sueño la noche divina
bajo la luz del quinqué
con los versos que escuché
junto a la guitarra bella
suplicándole a una estrella
por el guajiro que amé.

TEODORO ECHEVARRÍA
Pinar del Río, 1942
Esta es la tierra que sueño,
patria pequeña, tesoro,
sus pinares son el oro
de mi suelo pinareño.
Aquí forjé todo  empeño
de versos y canturía
y cuando le falte un día
con la muerte que desgarra,
quiero escuchar la guitarra
con una décima mía.


ELSA MARÍA MEJÍAS GUTIÉRREZ
Guane, Pinar del Río, 1965
Mi tierra tiene el sabor
de la caña y el café,
por todos lados se ve
de los campos su esplendor.
Yo que nací del amor
con los versos por fortuna
aprendí desde la cuna
con guitarra y poesía
lo que es una  canturía
en la tradición  montuna.
     

Décimas allende al alma

Décimas allende al alma

Por Graciela Guerrero Garay

Es hermoso sentir y ver, al mismo tiempo,  como los sentimientos humanos cuando son puros y auténticos, no se disfrazan de meteoritos, luces fosforescentes o simples bombillitas de navidad.

Nada puede tragárselos. Ni las campañas ni los altavoces. Ni las distancias ni las opulencias. Ni los almanaques ni la amnesia.

Siempre están, aún callados y sellados con profundas heridas de sudor y sangre.  Y la décima, ese río saltarino de palabras amarradas con apasionadas sogas de rima y canto, ton y son, es uno de los tantos caminos que escogió el hombre para desnudar su corazón al viento.

Un tunero ausente, pero prendido por largos años de esa novia que nunca olvidó, su querida ciudad de Las Tunas, me hace llegar estas estrofas desde Miami para testificar, con enamorada métrica, todo el torbellino de añoranza que le envuelve.

El no me pidió que las publicara. Es un hombre demasiado modesto y respetuoso para ello, pero yo, que abrí este espacio para compartir la décima de TODOS, sin rigores críticos ni vuelos literarios, decido traerles la voz escrita de Orlando Pascual Cruz, para que disfruten un poco de esa intimidad saltarina y cómplice que retoza en esos versos encadenados y decasílabos que se llaman Décima.

Y, por qué no, para que todos esos tuneros ausentes, no importan dónde estén, pero llevan sus raíces hondas y se trasladarán, seguro, a estas locaciones tan sui géneris y tan tuneras que nos deja caer Orlando, como suaves cascadas, en su creación poética.

 

ESTAMPAS TUNERAS
yo no soy de esos tuneros
que niegan el Marabú
que nunca tomaron prú
ni fueron al Matadero.
No saben de Río Potrero,
de La Cuaba o Sarandico,
no saben quien fue Malico,
Germán Camión, Esquivel
o lo que hacía Ismael
en el tejar de Perico".

 

Yo soy tunero, tunero

Como el agua del Cornito

Las frutas de Palmarito

Y el Kiosco de Buruquero.

Como el caballo ligero

Que cabalgaba Payé;

La varita de Bidet

(Ejemplo de su enseñanza

O el carrito de mudanzas

Que tenía Carcasé.

 

Tunero que día tras día

Recuerda esa ciudad

Que nos dio natalidad,

Amor patrio y alegría.

Y así cantando diría:

“Como un día partiré”

Al morir repetiré:

Tunas, mi pueblo, te quiero

Porque yo nací Tunero

Y Tunero moriré.

 

ORÍGENES DE LA ESPÍNELA

ORÍGENES DE LA ESPÍNELA

 (La foto fue tomada en la última Jornada Cucalambeana, efectuada en el motel El Cornito, en Las Tunas, donde viviera y quedan las ruinas de la casa del mayor poeta bucólico cubano, Juan Cristobal Nápoles Fajardo, El Cucalambé)

 

Por Graciela Guerrero Garay

Aseguran los investigadores más avezados que la espínela llegó a Cuba con los primeros colonizadores españoles. Sin embargo, en los siglos XVI y XVII no obtuvo aquí el “boom” alcanzado en países como Méjico y Perú, donde la creación temprana de universidades, casas de comedia y otras instituciones condicionaron el desarrollo del arte y la literatura.

La Isla, para España, carecía de interés económico que posibilitara abrir el camino a la cultura, incluso, las instituciones religiosas no fueron tan dogmáticas a pesar de ser las principales guardianas propagadoras de la cultura oficial. Todo ello influye en esa palidez de la décima en estas dos primeras centurias de la dominación.  No es hasta El Príncipe Jardinero o fingido Cloridano, de Santiago Pita (1693-1775), que se siente la presencia de la espínela en nuestra literatura.

Su desarrollo es notable a partir de la segunda mitad del siglo XVIII y hay pruebas testimoniales de su creación por cultores de las más disímiles profesiones, algunos de los cuales dejaron obras de relativa calidad.

En su imprescindible antología de la poesía cubana José Lezama Lima incluye, entre otros, los nombres de: Juan Miguel Castro Palomino, médico; José Rodríguez Ucrés (Padre Capacho), poeta satírico que nos legó, entre otras, las décimas que relatan el “Viaje que hizo de la Habana a Veracruz. También cita a la Marquesa Justiz de Santa Ana, con sus decasílabos que narran la toma de la Habana por los ingleses.

El destierro y la prisión  del Obispo Morell de Santa Cruz fueron descritos en décima por  Diego Campos, y así muchos otros que utilizaron la espínela para dejar constancia de la historia del momento, sus acontecimientos memorables o simplemente las emociones que le provocaban los sucesos cotidianos.

Mas, para el inmortal Lezama Lima, Manuel de Zequeira y Arango fue  “el primer poeta cubano en el tiempo, por su calidad y vocación, por el conocimiento estudioso de instrumento poético”. Y a él agradecemos las décimas que inauguraron en la versificación popular, el  modo de hacer que es hoy nuestra tradición decimista, es decir, la llamada poesía del disparate, que ha prevalecido como marca de humor y sagacidad y que tantos adeptos tiene en el arraigo pueblerino.

De esta literatura popular podemos mencionar a Samuel Feijoo, y poetas contemporáneos como Chanito Isidrón y Rigoberto Rizo, al tiempo que numerosos cantantes la han incluido en sus repertorios. Pero, definitivamente y a pesar de estos asomos, no es hasta el surgimiento del  romanticismo  que la  décima se convierte en a estrofa nacional y se arraiga hasta hoy en nuestra tradición poética

Poetas de la talla de Plácido, José Joaquín Palma, Francisco Manzano, Juan Cristóbal Nápoles Fajardo (El Cucalambé), José Fornaris, y José Martí, por citar algunos, cultivan y dan realce a la espínela dentro de sus obras preferidas. Plácido, por ejemplo, no sólo la escribe sino que también la improvisa y acorta con ello la distancia entre la oralidad y la escritura, hecho que nos distingue del resto de las naciones de América.

Su máxima expresión y genuina representación entre la estrofa cantada y escrita lo constituye el poeta bucólico y Padre Mayor de la décima campesina, el tunero Juan Cristóbal Nápoles Fajardo, El Cucalambé, quien creó una poesía singular, llena de identidad y de esa búsqueda hacia lo propio, que tal parece ser concebidas para ser cantadas y no tipografiadas.

Desde entonces jamás se ha podido ignorar esa herencia oral de la espínela, su canturía popular, su melodía que recuerda el trinar del viento, los pájaros y el bosque. Es el halo que la enriquece y la inmortaliza, la que lo lleva a todos los niveles de la creación y no la divorcia de  géneros ni edades. Es en fin, su universalización. 

Entre canarios y sinsontes, Décima

Entre canarios y sinsontes, Décima

Por Graciela Guerrero Garay     Fotomontaje: Chela 

Como el aletear sublime de las mariposas, su vuelo de pájaro en  rima llega a la guitarra y se anuda en la garganta... No importa el tiempo, la nostalgia o los árboles cercanos, la décima es Cuba y no hay cubano que, un día cualquiera, no haya convertido sus decasílabos versos en promesa, amor y compromiso.

Asociada a la música, desde su raíz, tiene un lugar privilegiado en la cultura nacional desde que el archipiélago tejió su identidad y nació como país y pueblo. Del arraigo popular de los poetas, trovadores e improvisadores pasa a ser expresión literaria por excelencia y la preferida de quienes llevan el verso a flor de piel. La décima en Cuba es como el café, el azúcar o el danzón.

Típica del campesino, reina del guateque en los montes y gesto de cubanía a lo largo y ancho de la  Isla, nos define como tradición  autóctona  y deviene mucho más que una estrofa del arte hablado o cantado para ser historia pictórica, de rebeldía o simpatía en correspondencia con los pareceres de sus locaciones o el contexto de su evolución.

Su carácter popular la define y es de notar su uso y presencia en los más notables poetas cubanos de todos los tiempos, sin quitarle la preponderancia que ha ganado dentro de la música tradicional y folclórica, haciéndose notar en el son, las guajiras, los boleros, las tonadas y la diversidad de ritmos y sonoridades que cohabitan en el diapasón musical, sin distingo de regiones o etnias. Es la versificación del sentimiento vivo, original, fresco, revitalizante y provocativo de un arraigo imperecedero de la nación  cubana.

Quizás sea por su intrínseco modo de desafiar el talento y la creatividad, de su flexible licencia poética o por su adaptable condición a la sonoridad de la palabra o, quién sabe, si a esa manera de decir que reta desde adentro que uno, ante su presencia, no sabe si fue echa para el hombre o el hombre nace de ella.

Cierto o no, la décima es hoy la medida exacta de la cubanía, la estrofa más popular, más sencilla, más de masas y es difícil encontrar otra nación que la haya dignificado tanto, con las voces de sus mejores poetas, de sus más románticos trovadores o con los estilos más pintorescos, la semántica más atrevida y la curiosidad más picaresca, desde todos los tiempos y para siempre.  

Retazos para la Décima

Retazos para la Décima

Nuestro amigo y amante por excelencia de la décima, el pinareño Lorenzo Suárez, poeta y promotor cultural, tuvo un buen día la buena idea de escribirnos y hacernos notar el arduo trabajo que hacen en la más occidental de las provincias cubanas por mantener viva una de las manifestaciones poéticas que ni los ritmos más modernos de la música ni las metáforas que caben hoy en un verso libre, han podido quitar de la preferencia del pueblo.

Así de saludable anda y galopa la décima por la Isla de Cuba. Enamora con tal fuerza, que ya no puede encasillarse – como algunos detractores pretenden- a un solo auditorio: el campesino, esos cientos de hombres y mujeres que forman parte de las más hermosas tradiciones de la cultura nuestra.

Como este tema lo he traído a la bitácora para todos los lectores, a quienes he pedido sincera colaboración desde cualquier lugar de esta tierra nuestra, hoy les muestro uno de esas relatorías que con tanto cariño me envía Lorenzo. Gracias, amigo. Y mis parabienes para Eugenio Vicente que logró sus sueños y de seguro ahora es más feliz entre la bella naturaleza que envuelve a Pinar.

Es lindo saber que Cuba repiquetea viva y fresca por todo su archipiélago.

(Graciela Guerrero Garay)

 

LOS TRES SUEÑOS DE UN POETA

 

Eugenio Vicente León, poeta de 80 años y vecino del pequeño pueblo de Puerta de Golpe, tenía tres sueños para la realización de sus inquietudes intelectuales. El primero, lograr escribir un libro; el segundo que se lo publicaran y el tercero, asistir a su presentación en un ruedo de poetas improvisadores.

Este sábado 7 de febrero de 2009 el tercer sueño completó la realización de sus aspiraciones.

La Casa de la Décima Celestino García de Pinar del Río festejó en las voces de los poetas improvisadores y la música criolla interpretada por el Grupo Fulgor Campesina,  la publicación del decimario Árbol de otoño, obra en la que el presentador tuvo a su cargo la selección y el prólogo.

La edición estuvo a cargo de la Editorial Abril y con el consenso del CIERIC, centro  que atiende los proyectos culturales comunitarios.

Con la visita a la institución del Presidente de la UNEAC pinareña José de Jesús González Vera y algunos directivos de la Casa de Cultura Municipal, el poeta y promotor cultural Lorenzo Suárez Crespo hizo la presentación del libro.

Lorenzo destacó las inquietudes líricas del autor  que desde la infancia bebió la malara de su madre y tuvo la dicha de departir con los grandes de la estrofa mágica: Jesús Orta Ruiz, Angelito Valiente, Pedro Guerra y los más contemporáneos entre los cuales pudieran nombrarse, en su veta escrituraria, Adolfo Martí Fuentes.

Poeta que cultivara la improvisación en sus años mozos  y que en la posteridad  ha hecho de la malara su bitácora en los espacios de  reflexión antológica, mostró que lo que bien se aprende no se olvida, pues a la par de los repentistas subió al escenario y cantó variados temas en los que patentizó su gratitud a la institución por esta deferencia a su creación poética.

En nombre de la Casa de la Décima se le obsequiaron a Vicente varios objetos realizados por los artesanos de la comunicad, así como libros de poesía y décimas entre los cuales estaba Versiones de la Nostalgia, de Lorenzo.

La noche fue propicia para presentar además los títulos más recientes recibidos como parte de la colaboración del Frente de Afirmación Hispanista de México.

No podían faltar las rondas de los poetas, el espacio de las tonadas, así como el pie forzado y las controversias.

Juan Montano, director de la institución improvisó esta malara al autor del libro

 

Qué orgullo tener aquí

A la orilla del Guamá

A Eugenio León que está

Tan unido a Naborí.

En esta casa lo vi

Despertar como un retoño

Y como no soy bisoño

En la malara criolla

Vine a compartir la joya

De su libro Árbol de Otoño.

 

Momento estelar del encuentro decimístico lo fue el diálogo humorístico de Esther Martínez y Osvaldo Díaz y que tanto impacto causa siempre en el público que se da cita todos los sábados en la noche a orillas del Guamá.

Música, canciones, versos y el vuelo de la improvisación sirvieron de justificado orgullo a Eugenio Vicente León en su condición de poeta y repentista que ahora pasa a ser parte de las huellas literarias de la oralidad a través de sus malaras recogidas en el volumen Árbol de Otoño, otra semilla lírica en la poética pinareña y que espiga con su luz en la Casa de la Décima Celestino García como expresión de identidad y patrimonio cultural. 

La décima… halo del alma enorme

La décima… halo del alma enorme

Por Graciela Guerrero Garay

La décima es una catarata. Aplaudo a todos cuanto la salvan del olvido y la esconden de los tiempos modernos. Las que no le regalan un  sudario viejo y desteñido, de tercera o ninguna calidad. O la destierran a lecturas “para viejos”.

No creo que sea yo un portento para enjuiciarla o tenga la elemental habilidad “decimal” para categorizarla entre adjetivos críticos o lisonjeros. Soy apenas una periodista que se ha asomado, alguna que otra vez, a sus raíces por nacer justamente en la Capital Iberoamericana de la Décima, la provincia de Las Tunas, en el oriente de Cuba, esta isla hermosa que la cultiva, la quiere y cuida desde sus cuatro puntos cardinales.

Todo comenzó un día cuando, al surgir la versión digital del semanario para el cual trabajo, 26, empezamos a trazarnos las pautas de su diseño y los valores agregados de la Web. No podía faltar la décima, en un territorio que se enorgullece y mantuvo vivo desde siempre esa obra inmortal del primer poeta bucólico de Cuba, Juan Cristóbal Nápoles Fajardo, El Cucalambé.

Me vi pues, como la editora de 26 Digital, con la placentera tarea de investigar las raíces de la décima en Cuba y, así, poco a poco, aprendí mientras elaboraba y estructuraba los artículos. Hoy me llena de satisfacción saber que ha servido de mucha utilidad para muchos cibernautas y eso que, con toda honestidad lo digo, está muy lejos de ser una investigación acabada y conclusiva. Hay muchos poetas por incluir, de nuestro propio terruño. Hay muchas cosas importantes que agregar a ese espacio, sobre todo lo que acontece a diario y lo sucedido después de poner a navegar las páginas de marras.

Por eso, ahora, que decido dedicarle un temario a esa señora de alma enorme que es la décima cubana, desde mi bitácora personal pido, por ELLA, la voz de los ascentros cantarinos, la réplica del canto de los cantos, la expresión del monte, los pájaros,  el campesino, la alegría de las noches de ríos, macho asado, yuca, congrí, sombrero de yarey y guayabera….

Por ELLA, para que viva siempre y siga sin querer perderse de nuestra geografía ni morir con la última generación que le afinó su cintura…PIDO que todos cuanto se asomen aquí, a tugrace, y tengan algo que ver con ELLA, me ayuden a consumar el proyecto de regarle cada día una gota fresca de rocío, como merece y tiene derecho  a merecer por los siglos de los siglos...

Epa…escríbanme a ggaray@enet.cu y cuéntenme lo que les pasa en su garganta cuando la improvisan, la inmortalizan, le hacen cómplices de amores, venturas y desventuras…cuando sienten que es parte de las entrañas… cuando es sueño, rebeldía, pasión, promesa, desgarramiento, cultura, arte, tradición, hermandad, pueblo y América.

Y, sobre todo, ayuden a que los niños, los jóvenes, les den el valor que tiene en ese enorme diapasón de la identidad americana, latina, cubana, universal… Por ELLA les pido a TODOS, cubanos y hermanos de este planeta que habitamos TODOS, que estén donde quiera que estén le mantengan calentita como uno de los géneros poéticos más veteranos del hombre, como ese gesto y parto primogénito que salió del legítimo útero de vida: el alma de los poetas, los sencillos, los que hablan sin medir la métrica sintáctica, sino de los que saben que los diamantes brutos son más auténticos que los que se simulan para brillar más detrás de las vidrieras.

Venga la décima, desde Las Tunas, Cuba, a bailar la danza de la humanidad que siembra y canta, que lucha y tiene fe, que vibra y sueña y que no dobla rodillas hasta ver las cataratas del amor cabalgando, contra viento y marea, entre tanta cuerda rota y melodía violada al filo de los moldes modernos.

Esto es DECIMA…comencemos el ritual de su ventura. Los espero.