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Clases en Cuba: Un adiós temporal hasta Septiembre

Clases en Cuba: Un adiós temporal hasta Septiembre

 

Por Graciela Guerrero Garay   Fotomontaje: Chela

No puedo dudarlo. Estas alegrías de ahora mismo andan de ronda por el archipiélago. Vienen, para todos, en las imágenes que difunden los canales nacionales de la Televisión. O se incrustan en la piel como epigramas de amor, tal sucede a padres, educadores y estudiantes, cualquier día de esta semana.

¡Se acabaron las clases! Se escucha por doquier y no es expresión de alivio. Es la llegada de un necesario y temporal adiós a la mochila cargada de libros y libretas, lápices y crayolas. Un beso, un poco más largo, a la maestra o el maestro que se quedó en la retina y recitaremos, palmo a palmo, en los juegos a la escuelita.

 Y lo esencial, mostrarle la boleta de notas al barrio entero y la familia, sobre todo la que vive lejos y espera las vacaciones para reencontrarse. Un acontecimiento repetitivo, año tras año, el cual no pierde trascendencia ni encanto y se recicla en la misma casa. Primero, con los más pequeños. Luego, estos crecen y llegan otros. Nietos, sobrinos, primos, vecinos.

La cercanía afectiva de los cubanos es única, sin minimizar carácter, personalidad y arquetipos biosociales.  Por ello, este importante suceso del cierre del curso escolar involucra a cubanas y cubanos por igual. Saca lágrimas de alegría, tristeza, promesas, encuentros, desencuentros… Emociona y une desde el cabo de San Antonio hasta la Punta de Maisí.

En la capital de Las Tunas y sus ocho municipios la vivencia atrae y multiplica otras locaciones de la Isla. Es un hecho igual y diferente. Cambian los rostros, las escuelas, los docentes, pero allá, donde convergen esfuerzos, realidad y concreción, Cuba terminó su período lectivo y hay una felicidad colectiva y personal.

En la escuela primaria Tony Alomá, de esta ciudad tunera, la promoción alcanzó el 99 por ciento y los éxitos principales se concentraron en el apoyo a los Círculos Infantiles, el tercer lugar obtenido en el proyecto “Mi escuela Campeona”, ganar la sede nacional del Taller de Bibliotecas y ser referencia en el país de las actividades para promover el interés por la lectura, entre otras.

El beneplácito por el trabajo realizado, superior al anterior curso escolar, hizo galas en el acto de fin de curso. Las fotos son testigos vitales y un lindo vistazo a lo que pasa, esta semana, en Cuba, con cubanas y cubanos.

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