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Venta ilegal de medicamentos: mercaderes del dolor (+audio e infografía)

Venta ilegal de medicamentos: mercaderes del dolor (+audio e infografía)

 

Escrito por Misleydis González y José A. Fernández

Las Tunas.- Más de 40 kilómetros ha tenido que recorrer Lien Leyva desde Manatí hasta Las Tunas en busca de medicamentos para su hijo. En la farmacia frente al parque Maceo, de esta ciudad, se vuelve a repetir la historia. No hay ibuprofeno ni tolnaftato. Nos confiesa que ante la necesidad, no dudaría en comprarlos "por fuera", que se venden ilegalmente. "Habría que averiguar por qué las tienen esas personas y no están en las instituciones de Salud".

Similar interrogante se hace Emilio Eduardo Palomino Arias. Con su brazo en cabestrillo por un yeso, ha aguantado el dolor para hacer la larga cola en busca de ibuprofeno e indometacina. Finalmente no ha alcanzado y ya suman más de 15 días de espera infructuosa.

"La opción que me queda es buscar en la calle, donde mismo compré las pastillas de la presión de mi esposa. Luego de tres meses sin encontrarlas pude adquirirlas por esa vía a precios altos. ¿Cómo se justifica eso?", dice.

En el lado opuesto se sitúan pacientes como Ricardo Labrada. Acaba de salir de una farmacia con el rostro de alivio... encontró lo que le urgía.
Asegura que "en los últimos meses ha habido mucha falta de medicinas. He oído el comentario de que hay gente que viene, acapara y después las revenden. Yo particularmente no las compraría. Tiene que ser legal, para eso está la farmacia, cuando aparezca la compro".

Sin embargo, Magalys Ramírez no tiene tanta paciencia cuando se trata del bienestar de su familia.
"Los médicos dan la receta porque en alguna parte debe aparecer. Me dijeron ahora mismo que en Las Flores hay, como me apura voy allá. Yo oigo que venden medicamentos, aún nadie se me ha acercado, pero si me hace falta uno y vienen a proponérmelo lo compro porque eso es salud y con la salud no se juega. De alguna manera hay que adquirirlo", afirma.

                                        DEUDAS EN LOS DISPENSARIOS
Poco más del 10 por ciento de los 801 fármacos que forman el cuadro básico en la provincia de Las Tunas está en falta. Según explica Máikel Corrales Manzano, jefe del Departamento de Medicamentos y Tecnologías de la Dirección Provincial de Salud, son varias las causas de este panorama, que comenzó a manifestarse desde el pasado año.

"Existían convenios con suministradores internacionales y hubo dificultades asociadas a problemas de financiamiento y calidad. También está el impacto del bloqueo porque varias empresas rompieron sus contratos con Cuba por este tema. El país ha dado otra inyección de dinero para comprar medicinas y materias primas, pero son más caras porque se trata de nuevas compañías y ubicadas en lugares más lejanos, a veces su valor se eleva hasta tres veces".

Encomed es la empresa encargada de la distribución y comercialización de medicamentos, reactivos, materias primas, material de envase y demás insumos y productos a toda la red de Salud del territorio tunero y otras instituciones aprobadas por ese Ministerio. Karel Almaguer Ortiz, especialista principal comercial, comenta que prácticamente han sido golpeados todos los grupos farmacológicos que corresponden al cuadro básico del Balcón de Oriente.

"Los más sensibles, de uso popular y los empleados para enfermedades crónicas no transmisibles, han tenido un nivel de afectación importante. Entre los controlados por tarjeta, los antihipertensivos han resultado de los más vulnerables y dentro de estos, la clortalidona y la hidroclorotiazida, empleados para acompañar las terapéuticas de estos tratamientos", agrega.

Al respecto Alexis Lezcano Socarrás, director de la Empresa de Farmacia y Óptica de Las Tunas, señala que en estos momentos la disponibilidad es muy baja.
"Cuando hablamos de medicamentos como el enalapril nos referimos a un tema muy grave. Actualmente tenemos aproximadamente 28 mil pacientes que lo consumen, su falta ahora representa una situación crítica. Así podemos hablar del salbutamol que aunque ha logrado estabilidad hubo un momento crítico y sabemos lo que significa para un asmático no tenerlo. Con la dipirona hay problemas de producción en el país y las cantidades que se importan no son suficientes para la demanda que tiene".

Sobre este tema, el doctor Corrales Manzano señala que son priorizados los que integran el Grupo Uno, aquellos dispensados por tarjetón para las enfermedades crónicas y siempre se trata de que haya alguno similar de los diferentes grupos. "Si no existe dipirona y antiflamatorios, que son los más solicitados, ubicamos el paracetamol, que tiene el mismo efecto y es un antipirético. Buscamos mantener una de estas líneas circulando en las farmacias".

Por su parte, Lezcano Socarrás sugiere que existen variantes de la Medicina Natural que muchas veces no se utilizan. Ante el déficit de nitrazepan y clordiazepóxido existen parecidos de origen natural muy buenos como la pasiflora y el tilo. También pueden ser variantes terapéuticas el amplio universo de jarabes anticatarrales con probada efectividad.

Al interrogarlo sobre la problemática del vencimiento de recetas y las andanzas de pacientes por toda la provincia en busca de una pastilla, el directivo de la Empresa de Farmacias y Ópticas advierte que las instituciones deben actualizar diariamente a los cuerpos de guardia de los policlínicos sobre los medicamentos que están en existencia o en falta, con el objetivo de que el médico no prescriba algo innecesariamente, porque ello trae consigo maltrato a las personas y demora en la terapéutica. El facultativo puede indicar dentro de un grupo farmacológico otras variantes de tratamiento ante alguna ausencia.

                                                          MEDICINAS EN LAS SOMBRAS
Un equipo de 26 Digital tuvo la oportunidad de conocer sobre las características de una negociación de compra-venta ilegal de medicamentos. La dipirona está valorada a 5.00 pesos el blíster, al igual que el kogrip. Más caros son los antibióticos y las cremas que ya se cotizan en CUC, mientras el enalapril puede costar de 30 a 50 pesos.

Se trata de medicinas que son subsidiadas por el Estado; sin embargo, individuos inescrupulosos se aprovechan de la situación y la vulnerabilidad de los enfermos para incrementar hasta 10 veces su precio original.
Sabemos que existe la venta ilegal en la calle. Se han detectado varios casos y han sido procesados, precisa desde la Dirección Provincial de Salud Pública el doctor Corrales Manzano.

Lezcano Socarrás coincide al afirmar que han demostrado que hay trabajadores de las farmacias vinculados con recetas médicas ilegales y la sanción es separación definitiva de la entidad. Todo aquel que se involucre en un hecho relacionado con medicamentos que implique apropiación del recurso o uso inadecuado, la medida disciplinaria es esa, como lo contempla el reglamento para estos casos.

"Hasta que logremos que el control sea 100 por ciento efectivo... Lo primero por tener en cuenta es que los suministros para la venta ilegal salen de la farmacia, a pesar de que existen diferentes lugares donde hay medicinas, los cuales también deben reforzar el control, desde la fábrica que las produce, quien las distribuye, los hospitales y otras unidades", dice.

            UNA CADENA TAN FUERTE COMO SU ESLABÓN MÁS DÉBIL
Antes de que lleguen a las manos de las personas con algún padecimiento, las medicinas deben recorrer un largo camino que no está exento de falta de control, irresponsabilidad y oportunismos.

Uno de los puntos clave es Encomed. Idania Galano Milet, directora de la Unidad Empresarial de Base Mayorista de Medicamentos de esta provincia, explica que cuentan con un sistema automatizado debidamente certificado para el control de los inventarios, lo que permite diariamente el conteo y validación de los mismos una vez que se concluyen las operaciones. Poseen además el servicio contratado de un detective de la agencia Sepsa, quien participa activamente como un tercero en acciones de prevención, investigación y control en diferentes puntos del proceso de distribución dentro y fuera de la entidad.

"Como sistema de trabajo mantenemos un vínculo permanente con las instituciones de Salud mediante un encuentro semanal, que se realiza todos los miércoles en nuestro centro para evaluar las reclamaciones derivadas de la entrega de mercancía. El proceso de transferencia es mediante bultos correctamente embalados y sellados.

"El ciclo de distribución es una semana, aunque existe un área de control que funciona 24 horas, en la que se recibe cualquier solicitud de urgencia que existe en el territorio o de déficit, y si se encuentra en la unidad o hay que localizarlo en otra provincia e incluso fuera del país se gestiona y pone a disposición del Sistema de Salud Pública".

Un escenario cardinal en el tema que nos ocupa es el más del centenar de farmacias existentes aquí. El procedimiento establecido para estas sedes es que una vez que reciben deben incluir a personas de la comunidad para que constaten que entraron y la cantidad. Se trata de hacer la recepción rápida en el mismo día y que inmediatamente estén en el dispensario.
Según el director provincial de esta red, es muy frecuente en las unidades de farmacia detectar a trabajadores con recetas en su poder que pueden falsificarlas u obtenerlas a través de la complacencia del médico. "Hemos evaluado y discutido que todo el medicamento que entre en el almacén, cuando exista un problema de baja cobertura o falta total, debe salir todo al área de venta, no se pueden dejar vulnerabilidades que faciliten la adquisición por parte del personal de cada entidad", dice.
"Actualmente se evalúan cuáles son los productos más recetados y quiénes son los médicos que más prescriben y esto lo discutimos a nivel del comité farmacoterapéutico. En la farmacia se lleva una libreta de incidencia que ante cualquier error en la prescripción médica se informa a la dirección del policlínico".
En los dispensarios también es evidente el acaparamiento de medicamentos y muchas veces por rostros que se vuelven conocidos. Al respecto, las autoridades nos aseguraron que en los comités farmacoterapéuticos se analizan a aquellos médicos que tienen descontrol en sus recetas.
Desde la Dirección Provincial de Salud actúan en conjunto con la Empresa de Farmacias y Ópticas mediante inspecciones programadas y sorpresivas a las farmacias.
"Hemos presentado dificultades con esto y se han sancionado a trabajadores y administradores. Es engorroso saber que tenemos medicamentos en falta y que cuando llegan no se les vende al pueblo", asegura Corrales Manzano, jefe del Departamento de Medicamentos y Tecnologías.
Otro eslabón en el que no faltan las vulnerabilidades está en las consultas médicas y los centros asistenciales. Como asegura el director de la red de farmacias de aquí, sus mecanismos de control muchas veces chocan con la entrega de recetas por complacencia, porque la existencia de estos documentos, aún en número alarmante, respalda su salida de los dispensarios.
En el territorio se han asumido varias medidas en ese sentido. Según explica el doctor Corrales Manzano, en los comités farmacoterapéuticos a todos los niveles se instruye a los médicos, sobre todo a los recién graduados, cómo deben proceder para evitar la prescripción innecesaria y el acaparamiento.
Otras acciones están encaminadas al control de las recetas médicas, las cuales son distribuidas por los vicedirectores de Asistencia Médica con nombre y apellidos, y el folio para evitar desvíos de recursos, como ocurrió en determinado momento.
"Tenemos un cuño por cada institución y área de Salud, que es el único que se usa tanto para los certificados como para las recetas, porque hemos tenido casos de personas que vienen de otras provincias con prescripciones y cuños falsos", precisa Corrales Manzano.
Recientemente a estas medidas se añadió que aquellas personas que compran regularmente medicamentos en grandes cantidades son registradas en el libro de incidencias y se discute con los médicos la causa de sus prescripciones.
                                                          UN PROBLEMA DE TODOS
A pesar de las medidas que se adoptan, lo cierto es que en la actualidad un creciente número de personas ha hecho cotidiano adquirir sus medicinas al margen de las instituciones estatales determinadas para tal misión. Ello agudiza otros fenómenos como la automedicación y el tráfico de psicofármacos.
Todas las autoridades del Sistema de Salud inquiridas para la realización de esta investigación coinciden en afirmar que la problemática del acaparamiento y la venta ilegal de medicamentos es un fenómeno en aumento que necesita la anuencia de otras instituciones fuera del sector sanitario y de la población en general.
"Exhortamos a la ciudadanía a que no compre medicamentos en la calle porque conduce a expandir este delito y además, pueden estar vencidos, con problemas. También se está dando el caso de medicinas provenientes del exterior que no son del cuadro básico cubano y no existe la certeza de que cumplan con todos los requisitos de calidad", señala Corrales Manzano.
La actual situación con los fármacos no es problema para el que se vislumbre una estabilidad a corto plazo, teniendo en cuenta los ritmos productivos y la situación financiera del país para la importación de medicinas y materias primas. Esta realidad hace imperativo acrecentar las medidas de control por parte de las unidades de Salud. Al mismo tiempo, se demanda el apoyo de otras entidades de enfrentamiento como los cuerpos de inspectores integrales y las fuerzas del Ministerio del Interior.
En Cuba, donde la asistencia sanitaria es una conquista, los medicamentos tienen precios subsidiados por el Estado y constituyen muchas veces el resultado de un gran esfuerzo financiero y humano. Es inadmisible que el resultado de tales gestiones termine empañado por la codicia de los mercaderes del dolor.

 

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