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Rosas con perfume de mujer

Rosas con perfume de mujer

 

Por Graciela Guerrero Garay       Fotos: De la Autora

Abre el miércoles con rosas y rocío. Se engalanan. Ponen tacones altos. No es justamente la elegancia la que distingue el día. Es el compromiso a convertir la fecha en un nuevo himno de esperanza. Muchas saldrán a defender sus derechos en otras locaciones. Las cubanas, para orgullo de sí, tendrán fiestas en sus colectivos de trabajo, recibirán el tierno abrazo de sus esposos, hijos, amigos…el ¡Felicidades! cariñoso de los vecinos, la mirada cómplice de algún enamorado.

La alegría rueda, aunque la guagua demore lo de siempre y hagan huellas sobre las mismas piedras. Hay algo diferente que enaltece, aún cuando las cargas domésticas agobien y se pida a voces un respiro. Es saberse dueñas de su esencia. Conscientes de estar donde quieren multiplicar el talento. O abrir un libro. O cultivar un fruto. Es ser mujer, respetada y querida.

Marzo 8 en el almanaque de los mapas y los calendarios de este mundo. Día Internacional de la Mujer, la matrix del genoma humano y el aliento de las historias de amor y de combate. Fecha pequeña para tantas memorias en todas partes. Latinoamérica puede ser el arquetipo de estas luchas, pero no. Viene a mi mente Ochín, la hermosa leyenda de la mujer asiática. Hay hembras, como dice mi viejo consejero, en cualquier sitio para quitarse el sombrero.

Hoy las rosas, el sol, el arcoíris… el poema de un viajero trasnochado. El grito de la vida. El aullido de muerte. El consuelo. El vuelo de un pájaro… todo tiene perfume de mujer. Quizás porque tendieron puentes sobre negros abismos o porque, simplemente, el duende del destino quiso, por razones que sobran, darle a su figura un pétalo de fuerza, un carmín para pintar palabras y un empuje sin muros…  

¡Felicidades, amigas! Ahora mismo amanece y las flores despiertan con la empática suerte de compartir colores. Es tu día, guerrera desde los tiempos blancos. Aticemos el fuego y otra vez, por mañana, empinemos talones y marchemos, en un solo suspiro, el suspiro perpetuo, del alma de MUJER.   

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