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Hugo Chávez Frías: Gloria y espítitu eterno de América Latina

Hugo Chávez: Nunca te fuiste, Comandante

Hugo Chávez: Nunca te fuiste, Comandante

 

Por Graciela Guerrero Garay

No te fuiste, Comandante. Eso quieren que creamos quienes, hoy, tratan de confundir tus ideas y tu batalla infinita. Este 5 de marzo, el mundo entero recuerda tu inevitable partida. Vuelven las lágrimas. El coraje sigue, no ha faltado nunca en este año en que decidiste esconderte, para ir un ratico a la misa, pero siempre te vemos por los cerros… “merodeando, merodeando”…

Venezuela y Cuba, América toda, se estremece en ese puño tuyo que quedó levantado para siempre. Acá en la Patria de Martí, justo ahora que despunta el sol y no duerme todavía el rocío, las calles están llenas de pioneros. Van hacia la escuela y se encontrarán contigo. Llevan en las manos flores rojas, otros repiten un poema para que la memoria no silencie en el momento clave. Hay matutinos especiales, homenaje…ese recordatorio enorme que ganaste. No te fuiste, Comandante, no te fuiste.

Por la Televisión y la Radio tu nombre, las canciones que inspiraste, las letras que nos arrancas del corazón y cuelgas en la esperanza de los tiempos, hacen recordarte con más bríos. Dejaste demasiado señales para que las borre la nevisca.

De cualquier manera, ya está dicho. Eres el Quijote de las cuatro esquinas del planeta. El cóndor de los Alpes. La primavera del cono Sur, el sudor de los pueblos y la tridimensional certeza de los sueños latinoamericanos. No te fuiste, Hugo Chávez, no te fuiste… Ahorita, ya vuelves de la misa…todo el mundo lo sabe… Tú sigues merodeando.

Para Chávez todos los días sale el sol

Para Chávez todos los días sale el sol

 

Por Graciela Guerrero Garay

Verlo nuevamente sonreír, con ese ángel que ni la muerte pudo borrarle en los momentos más críticos del cáncer que nos lo llevó de pronto, lacerante, fue más que un cumpleaños de homenaje. Hay cosas que no mueren, como el aire, aunque ni una fina hoja se mueva para insinuar su presencia.

El Comandante Hugo Chávez Frías anda por el planeta, cabalgando… o quizás, como dice esa hermosa canción que le cantamos… fue un momentico a la misa… Es difícil olvidar que nació para quedarse, no solo allí en su morada eterna, el Cuartel de la Montaña, sino en cada trecho de tierra a la cual iluminó con su presencia. Por los Cerros…por América…entre abrazos…con la luna, la pólvora y la estrella.

Es inevitable recordarle un 28 de julio y  poder escribir las palabras exactas que merece. Siempre he sentido que faltan, para determinadas cosas, palabras en los diccionarios. Esta vez vuelve a caerme ese polvo volátil al teclado, en los miles de intentos  de llenar la cuartilla sin quedarme el vacío de que faltó el verbo o el sustantivo exacto. Inalcanzable, para hombres como él, dioses de carne que dignifican la raza de la que somos parte, pero no todos somos.

Entonces, ante otra lágrima que pende al sur de la evidencia, mejor intento decirles de algún modo que acá en Cuba, en mi terruño oriental, Las Tunas, una vez más nos conmovieron las imágenes difundidas por la televisión, los spot-homenajes, su voz y su sonrisa. Y nos fuimos allá, a Venezuela, a soñar junto a él y la esperanza. A bendecir el día que llegó y lo encontramos. 

Ganó América la batalla de los justos: Maduro, ¡Presidente!

Ganó América la batalla de los justos: Maduro, ¡Presidente!

Por Graciela Guerrero Garay

En el Olimpo están pariendo estrellas nuevas. ¡¡¡¡Ganó Nicolás Maduro las elecciones presidenciales en Venezuela!!!! El hecho, aunque venía de cascada en la oleada roja que llenó a la Patria de Bolívar antes y durante la campaña electoral, es más nuestro al momento en que se confirma de manera oficial la esperada noticia.

Volvió a desbordarse Caracas con el sueño y el espíritu del Comandante Hugo Rafael Chávez Frías, el gladiador de América Latina. Se gana la batalla de los justos, de quienes multiplican panes y peces, devuelven la visión a los ciegos y llevan la alegría a los olvidados de los siglos.

Debe dolerle a muchos esta verdad – sabemos cuánto duele no poder derrotar esa gloria del grano de maíz- a los que quieren políticas neoliberales y excluyentes, en ese arrebatado empeño de oprimir la dignidad y los legítimos derechos humanos. Pero Venezuela, los venezolanos, en mayoría, saben a pie juntillas lo que quieren y deben defender, continuar, impulsar.

Es una dignidad de pueblo, con ellos mismos y con lo que descubrieron cuando encontraron la Patria junto a Chávez. Fue un proceso eleccionario limpio, democrático, leal, con iguales oportunidades para la oposición y su representante, Henrique Capriles RadonsKi. ¡Cuántas diferencias en esas palabras de él y las de Nicolás Maduro, luego de que ambos ejercieran el derecho al voto! La opinión internacional no tiene que buscar argumentos, su actuación los brinda así, en bandejas, para un gran banquete de palabras y promesas huecas.

Venezuela busca su futuro, no el bienestar de un hombre. América necesita en este siglo lo mejor de sus hijos, los que saben de las garras del águila, no de quienes se arreguindan de ella y la convierten en aeroplanos para andar de excursión entre las nubes. La victoria no tenía otra opción que la real: el socialismo democrático, previsor, incluyente, de pueblo, que construyó con su vida y ejemplo el Comandante Chávez.

El continente anda de rojo nuevamente. Vibra el sur, que es nuestro norte. Canta la primavera y el horizonte anuncia el mañana. La dimensión del triunfo desmorona cualquier rumor o ataque que intente minimizar la transparencia de una jornada donde, minuto a minuto, se ha  difundido al mundo el ambiente tranquilo que marcó al país este domingo, mientras de manera ordenada y consciente fueron a votar los venezolanos, aunque existieron focos muy puntuales que trataron de perturbarlo. No pudieron.

En Cuba, a pocos minutos de la medianoche, llegan los resultados: Nicolás Maduro es el nuevo Presidente de Venezuela, con el 50, 66 por ciento de los votos, mientras Capriles llevó el 49, 07, con una participación de un 78,71 por ciento de los votantes aptos. La alegría baña a la tierra hermana. América gana otra colosal batalla. Chávez, para suerte de la Patria Grande, no murió. Sigue vivo aquí en esta gloria que cabe en un grano de maíz y que nadie, en ningún lugar, ni en ningún tiempo, ha podido matar.

 

14 de Abril: Nicolás Maduro va por Todos

14 de Abril: Nicolás Maduro va por Todos

Por Graciela Guerrero Garay   Foto: Tomada desde Google (Cadena SER)

Los venezolanos trasmiten ese volcán de convicción y luz que lleva América Latina en sus entrañas. Es un mar rojo lo que desborda a Venezuela desde que, con llanto y esperanzas, el mundo entero despidió al Comandante Hugo Chávez. Nunca se equivocaron quienes dijeron que “todos somos Chávez”.    Su cabalgadura, como el Quijote del Siglo XXI, irradia por las esquinas de este continente.

Mañana domingo, 14 de Abril, vamos TODOS  a las urnas a seguir sus huellas. Se respira el triunfo. Es un aliento que gravita entre el ideal y la certeza. No es una utopía, ni una probabilidad siquiera. Estos días de campaña electoral, Nicolás Maduro ha sentido el fuego de su pueblo. La invencibilidad de una voz, la unidad. Los venezolanos demuestran lo que en Chávez era un hecho irrevocable: “Ya tenemos Patria”. Y los latinoamericanos, más cercanos que nunca, viajamos al compás de esta semilla.

No es casual que siete avenidas de Caracas se llenaran de almas y puños por Maduro y por Chávez. Es la continuidad de un sentimiento, su voluntad, dicha con meridiana claridad, como siempre, antes de partir a Cuba para lo que fue su última intervención quirúrgica. Nacieron nuevamente el ALBA, CELAP, MERCOSUR, Yo Sí Puedo, Barrio Adentro… La historia bien contada de estos pueblos nuestros, decididos por y con su Revolución.

Faltan horas para el domingo 14 de abril. Elecciones en Venezuela. No habrá sorpresas. No lo creo. La oposición no tiene nada digno que ofrecer. Su agenda está estática, como las carcomidas piedras del infierno. Venezuela triunfó para siempre en 1998. Las encuestas de cualquier tipo traen la convicción de vuelta. Los procesos populares lo demuestran. Y en Venezuela hay y existe democracia.

No se puede esconder tanto y todo. Habrá quien guste de leer grandes artículos con una y mil razones empanizadas en teoremas políticos. Otros, prefieren un collar de números y un pescuezo de águila. A algunos les encanta el cuento de la Buena Pipa… y, así, de análisis y zorros, apotemas, mentiras y chiflidos puede marcarse cualquier tema de este mundo.

Casi domingo ya, prefiero, entonces, cerrar los ojos, volver sobre este jueves, en cierre de campaña, y pintarme otra vez en la memoria esa ola humana tan divina que llenó de fuegos a Caracas. Vibrar con mi América en su baile de victorias y de héroes.  Levantar un puño – o dos- por Venezuela y decir, por si acaso alguien lo duda, todos somos Chávez y aquí está mi voto por Maduro.

Renace un diamante de amor en la Montaña

Renace un diamante de amor en la Montaña

Por Graciela Guerrero Garay

El Cuartel de la Montaña tiene un diamante. No hace falta pulirlo. Brilla por sí mismo, es auténtico. Universal. Su aura trae los colores de la bandera venezolana y el estampido de la historia de América Latina. Hay que darle gracias a Dios por su existencia.

Millones de su gente le juraron fidelidad con lágrimas y vítores. Ha sido el dolor más sano de este siglo y del milenio. Un talismán para todos los tiempos el nuevo Quijote de los latinoamericanos. Su brillo conquistó al planeta. Le rindieron honor, corazón fiero, profundo, más allá de todas las fronteras.  

El mundo se alumbra con su luz. El homenaje removió las cimientes de la parroquia 23 de Enero. El Comandante Hugo Rafael Chávez Frías llegó al santuario de los grandes. Sus restos están vivos. No era una utopía que la era está pariendo un nuevo sol. No recuerdo tanta fuerza en un hombre, ni vivo ni muerto. Un diamante en todos los conceptos de la letra y las imágenes.

No quedó rincón sin los ecos de su voz y las plegarias se multiplicaron por la tierra. Este viernes también fue viernes santo. Las multitudes taparon a Caracas, desde la Academia Militar en el Fuerte Tiuna hasta el Cuartel del 4 de Febrero. Hasta en la OEA su cuerpo tomó forma y fue un volcán de ideas encendido.

Hoy sábado debe estar allá en los Cerros de la Gloria, tejiendo mapas de victorias ciertas para los pobres y los que piden pan. Volverá. No se fue. Nace ahora mismo  en ese niño que jura su bandera. En el vuelo del cóndor, la niebla de la Patria grande. ¡Usted es un diamante de los buenos, Comandante! Esperamos su orden y el próximo combate.

Nicolás Maduro: Un discurso tan nuestro que revive a cada instante

Nicolás Maduro: Un discurso tan nuestro que revive a cada instante

Por Graciela Guerrero Garay

Este domingo los versos de Pablo Neruda parecen cuajarse en la pupila de la gente… “Puedo escribir los versos más triste esta noche…”  Sucede que todavía, a más de 48 horas donde millones de personas elevaron la autoestima de Nicolás Maduro y lloraron con él la dolorosa partida de Hugo Chávez, su magistral discurso repiquetea en todos los corazones buenos de este mundo.

Las distancias geográficas parecieron borrarse mientras sus palabras, chavistas, sentidas y evidentemente nacidas de las profundidades de la Patria de Bolívar, recorrieron cada kilómetro de Venezuela, saltaron por los satélites y los cables, por el éter y el ciberespacio y se cuajaron allí donde  hay un hombre “y tiritan, azules, los astros, a lo lejos”.

Sin dudas, el Presidente Interino a petición del Comandante de América Latina, el querido Hugo Chávez Frías, honró su nombre y sus enseñanzas. Habló como las multitudes que veneran su memoria y a las que despertó y unió para la eternidad. Todo dentro de la Constitución, con esa ecuanimidad convincente del líder del Socialismo del Siglo XXI. Meridiano, transparente, verdadero, visionario.

No sale de la nada que los canales de la Televisión y los medios de comunicación en el mundo sigan hoy reproduciendo o dando testimonios nuevos de millones de venezolanos quienes aseguran, ya, ir a las urnas con el voto para Nicolás Maduro. Tampoco es casual que en todas las naciones la gente común, el pueblo, manifieste su solidaridad y su dolor. Una mezcla de sentimiento firme y triste del cual sabemos, de algún modo existencialista, su alcance en momentos difíciles de la vida y el destino.

Quedó demostrada la continuidad histórica sembrada por Chávez para el continente. Y esos pequeños grupos del “NO” caerán, poco a poco, porque también al decir de Neruda… /“Nosotros, los de entonces, ya no somos los mismos”/.

Esta enorme nostalgia, la cual pega más grises a los aires de invierno que bañan por estos días nuestra Isla, la siento galopar sobre los Andes y la Patagonia, tal como se multiplica la certeza de no dejar morir la convicción vislumbrada hasta hoy desde todos los planos posibles.

La victoria demostrada por la correlación de fuerzas latinoamericanas, y la invicta lección de Patriotismo que nos legó para siempre Nicolás Maduro y su hermoso  hermano pueblo, es difícil de anular. Tiene ya un lugar de honra en la historia de la izquierda en América y el continente.

Repetir la vívida despedida de duelo siempre será imprescindible, pero no hace falta. Los justos, lo aplaudieron. Millones escucharon. Los adversarios de vergüenza debieron inclinarse. Otra vez me llega la certeza de que, en el planeta, cayeron sus palabras, como dice el verbo de Neruda: “…de las desgarraduras/ hiciste el edificio de la dulce firmeza/ derrotaste las uñas malignas y celosas/ y hoy frente al mundo somos como una sola vida/.

Las elecciones en la Patria de Bolívar están previstas para abril. Hoy lunes Chávez y Maduro se enardecen en el alma profunda de los pueblos. El ALBA seguirá de guía para los humildes. Con sangre, fuego y dolor están hechas, aunque la tierra llore y el verso se haga cierto: / “Puedo escribir los versos más triste esta noche…”/.

Elecciones en Venezuela:Adelante, panas, el sol sigue arriba

Elecciones en Venezuela:Adelante, panas, el sol sigue arriba

Este artículo lo escribí el 11 de Marzo del 2003. Ahora, por esas cosas divinas que tiene la vida, la historia, los grandes momentos y los hombres magnánimos, me parce noble volverlo a publicar en este espacio que he dedicado a Hugo Chávez Frías, un ser, un líder, un hombre, un hermano de fe, Patria y sentimientos que admiré desde la primera vez que conocí a través de nuestros medios de comunicación.

A él le debo muchos escalofríos de mi pluma. Muchas alegrías con su risa contagiosa, mucho mejoramiento humano. Tengo el honor de tener dos hermanos médicos que subieron Barrio Adentro, muchas hermanas y hermanos de vida, hijas que también me ha dado la vida, amigos, vecinas, vecinos..en fin, mucha que amo anda y estuvo por allá cultivando futuro.

Por eso, por ellos, por todos, sacó del archivo este articulo y lo hago nuevo: Venezuela, la nuestra, la de América Latina, vuelve a las urnas. Y ganará.

Por Graciela Guerrero Garay

La alegría de los cubanos va más allá de las razones que quieren hacer ver como absolutas los analistas del imperio. En esta Isla se ama a Venezuela y a los venezolanos por encima de los lazos políticos, las ayudas económicas y las raíces que tenemos en común como parte de América Latina, que fue y será siempre UNA.

Se ama desde milenios, porque desde José Martí y Simón Bolívar andan juntos  estos amores honestos y compartidos, lejanos a los infundios  de que nacen ahora, al calor de la amistad personal de Fidel Castro y Hugo Chávez, como tratan de sembrar en multitudes las campañas mediáticas y la propaganda antisocialista.  Y manipulan la realidad asegurando que el apoyo viene porque Cuba pasó de “colonia” soviética a “colonia” venezolana. Mentiras de águilas, de opositores comunes que, al final, les importa un comino el destino de su pueblo y solo piensan en sus riquezas personales, beneficio propio y liderazgo a cualquier precio.

Gente que desconoce – porque les da la gana, pues la verdad está ahí en hechos, cifras, gentes, barrios, fotos y videos – que la revolución bolivariana, como la cubana, les quitó hasta hoy la ignorancia a millones de compatriotas, les lleva la salud hasta la puerta de la casa, busca el bien colectivo y atiende sus prioridades, en medio de amenazas, tensiones, conflictos y debacles que recrudecen por minuto y hacen más desigual y ardua la lucha de sus soberanías y fortaleza de los procesos que asumen, dentro de la filosofía del sistema socialista.

Cubanos y venezolanos se aman porque el amor les viene desde adentro y se ha multiplicado en los últimos años con las misiones y colaboraciones médicas. Con los programas conjuntos que atacan la miseria, poco a poco, y proyectan más justicia social entre las clases desprotegidas, aunque sea un proceso demasiado largo para las voluntades políticas y no se puedan suplir de un golpe las necesidades de todos.

Esta alegría que ahora se comparte con la tierra de Bolívar es genuina y solidaria. Merecida por los millones de panas que despertaron del letargo en los cerros, barrio adentro, donde les daba asco pisar a los que hoy tratan de oponerse al deseo popular de salvar la nación de una desigualdad marginante, y quieren demostrar al mundo que el líder de la Revolución Bolivariana no es querido por su pueblo. Los 98 escaños logrados por el Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) confirman que los escuálidos no tienen la sartén cogida por el mango.

Y como argumentó este 27 de septiembre una panelista de la Mesa Redonda Informativa, que trasmite el canal Cubavisión,  si se comparan los números de las otras elecciones con estas del 2010, los partidos que representan la oposición han perdido este domingo en las urnas más aún todavía. La victoria electoral de Chávez es rotunda y patentiza que el socialismo del siglo XXI es fuerte, justo y anida en los corazones de las grandes masas, para quienes está diseñado sin promesas ni falsa democracia y se consolida en hechos y metas concretas.

América Latina ganó en buena lid su última batalla. Venezuela es el ALBA de los pueblos. Sí se puede. Los cubanos estamos contentos. Y no es el aparente regocijo de una alianza política. Es la certeza de que el nuevo sol que alumbra el continente no hará sombras. A los cerros subieron los cubanos. De los cerros bajaron los panas con ese amor milenario que ha pintado, otra vez, el vigor de la vida. Pobres águilas. Ni con el tiempo aprenden que se ha dicho BASTA y echamos a andar.

Más grande que el dolor es tu gloria, Comandante Chávez

Más grande que el dolor es tu gloria, Comandante Chávez

Por Graciela Guerrero Garay

Sigo sin entender tu muerte, pero la realidad le dará el jaque mate a la certeza de que nada es eterno. Aún así, no te fuiste. No naciste para eso. Eras demasiado grande, sencillo y humano para esconderte, en algún sitio equivocado, sin dejar huellas. Hoy el dolor por la escapada sin permiso me hace sentir la gloria de tu alma. Otra vez multiplicada.

Venezuela se llenó de tu espíritu este miércoles 6 de marzo, un día después en que la ausencia no pudo con el espejismo de la vida. Hugo Rafael Chávez Frías vuelves, con más clamor, a levantar la voz del istmo americano. Recuerdas al rocío, sobre las flores cuando abren los pétalos al sol.

¡Qué bella es esta inmortalidad entre tu gente! Ha quebrado al dolor. Las lágrimas son lanzas por las calles, mientras tu ataúd recorre palmo a palmo por Caracas. América allí, como un talismán y una leyenda. Como eras tú, querido Comandante.

Nadie puede negarlo. Sigues vivo. La eternidad cabe en un puño. ¡Lo levantaste tantas veces por nosotros! Y sin pensar, quizás, que  se multiplicaría por los cuatros costado de tu América, tu tierra, y más allá de las fronteras del planeta.

La más hermosa lección de unidad ha salido a buscarte. Te encontró. Lo aprendieron de ti y de tus sueños, del fusil y de la meridiana transparencia de la verdad que incrustabas en los mapas de los pueblos con tus discursos, gigantes, sencillos, propios de quienes hablan con el corazón y la voz de la Patria, la grande y la chica.

No partiste. Lo presentiste de algún modo y lo dijiste: “uno se queda circundando”. Te convertiste en millones. Eres la dialéctica concreta de la convicción del continente. La fidelidad y la esperanza cierta, tangible. La grandeza de tu entrañable Venezuela.

Sembraste una semilla extraordinaria, compatible con quienes no olvidan las raíces. Y este interminable dolor de los pueblos, dignificados con tanto frenesí por esa Patria nueva que le regalaste a Bolívar con  sacrifico y entrega ilimitada, viste de rojo. Te sigue. Ellos, como nosotros, los latinoamericanos, no te enterramos. Sencillamente, entonamos el himno y vamos contigo, Comandante Chávez.

América está llena de tus huellas. No importa que te hayas escondido.

 

La luz de Chávez alumbrará más en América

La luz de Chávez alumbrará más en América

Por Graciela Guerrero Garay

NO acepto su muerte, aunque su cuerpo físico no me regalé más una sonrisa ni su boina roja traiga la fuerza del color, en medio de la coraza verde que inmortalizará siempre su uniforme de Comandante. Y es que él, Hugo Chávez Frías, es el cóndor y las palomas que vuelan por los trillos de las selvas, los cerros y la geografía latinoamericana.

Su partida no es verdad. Las ideas no mueren. Ahora es un halo de luz, hermoso, blanco, que guiará la lucha desde el limbo donde están Bolívar, Martí, Che Guevara, Tupac Amaru... ¡Tantos! Y las tierras nuestras seguirán en pie, apuntaladas ahora con otro eslabón de oro, en esa cadena infinita de los hombres buenos, nobles, dignos, amorosos, fieles, honestos, líderes.

Chávez nos enseñó eso, más allá de Venezuela. Los manantiales que abrió Barrio Adentro están hoy multiplicados por el Sur, las Antillas, los Andes y la Patagonia… el mundo. Este planeta que llora y, a la vez, fortalece su amor por la vida y seca sus lágrimas para mirar bien el horizonte.

Nuca te fuiste ni te irás. El viento no se ve, pero se siente y sin ese oxígeno vital no hay vida. Eres así Comandante, serás. Tu pueblo, Cuba, galopará en el unicornio de la fe que le inculcaste y compartiste. Acá todos, mis vecinos, mi barrio, los cubanos, no podemos negarte el nudo en la garganta ni el vacío en el pecho. La noticia es demasiado fuerte.

Pero no. Todos sabemos, y tu amada gente allá, que naciste para quedarte. Estás por encima de cualquier imprevisto. La muerte es solo un hecho predecible. Decidiste irte a donde van los inmortales. Seguiremos unidos. Es la mejor manera de quererte y demostrarte que cuanto hiciste ya se fundió como el hierro y el acero.

La orden está dada. América Latina espantó los demonios. Hoy, menos que nunca, volverán.